No cabe duda que los días alrededor de los festejos navideños y de fin de año son días en los que tenemos que aceptar que la muerte sigue buscando a estudiantes, campesinos, líderes sociales, comuneros e indígenas del estado de Guerrero; todavía no nos reponemos por la muerte de varios ciudadanos guerrerense que fueron secuestrados en sus comunidades, cuando en este estado del sur del país la noticia de inicio de año son nuevamente de levantamientos, secuestros y asesinatos, la primera semana del año fueron secuestradas 25 personas en un solo lugar, apenas se supo de su paradero y el pasado lunes de 18 de enero por la madrugada en el municipio de Arcelia, cuatro miembros de una familia fueron sacados violentamente por personas armadas de su domicilio, al dia siguiente dos inocentes estudiantes de bachillerato del municipio vecino de la misma zona de Tierra Caliente en Ajuchitlán son levantados camino a la escuela.
Cuando nos enteramos de la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa; y peor aún, de la masacre de estudiantes en mano del crimen organizado, mandatado (hasta donde se sabe) por un presidente municipal, sin duda nos obligó al reflexio y nos llenó de rabia a más de alguno de nosotros y nos vino a la mente un ¿que más te falta, Guerrero? un estado, por cierto, marcado por la pobreza, la desigualdad y la injusticia, y quizá precisamente por eso, semillero de luchadores sociales y maestros que empeñando su vida, han dejado un legado de conciencia en favor de los más desprotegidos. Aunque hayan querido silenciarlos con la metralla de las armas, y cegar sus vidas con el escupir de las balas, sus voces siempre resonarán en la historia del país, al igual que todas voces de las personas que han sacrificado su integridad en la lucha social. Cómo olvidar a Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas, maestros rurales, por cierto egresados de la Escuela Normal de Ayotzinapa, sin dejar de apreciar a tantos otros que desde las sierras de ese estado decidieron levantarse en armas y combatir al mal gobierno fundando el Partido de los Pobres en los años 60.
Cómo ignorar a tantos guerrerenses, jóvenes, alumnos, maestros y padres de familia de estudiantes desaparecidos organizándose para poder ser escuchados y atendidos por autoridades estatales y federales en su justo reclamo de justicia y de intervención para encontrar a jóvenes estudiantes con la voz en alto de ¡los queremos vivos!… Hoy sólo sabemos de uno de ellos ya encontrado sin vida porque han sido segadas con las balas de los malos gobiernos que con represión quieren encontrar la solución a las justas demandas de ese pueblo guerrerense tan sufrido y marginado.
Es digno de reconocer a jóvenes estudiantes en su mayoría mujeres normalistas, universitarios y de otras escuelas privadas en prácticamente todo México que aún conservan mantas con el justo reclamo de querer encontrar a los estudiantes desaparecidos desde septiembre del 2014, fomentando la conciencia, invocando a la democracia y pronunciándose contra las desigualdades, ellos no están solos, tienen el respaldo de mucha gente con conciencia y con sed de saber la verdad, ciudadanía que se suma a la lucha por un pueblo más justo, informado y crítico; que buscan un porvenir de oportunidades para los jóvenes que representan la alegría, la rebeldía, la pasión, el amor y los valores de la mejor etapa de la vida para todo ser humano. No debemos despreciar al joven que todos “llevamos dentro” y que siempre tengamos en cuenta que los jóvenes que hoy luchan por un país mejor, sin duda son el reflejo de lo que nosotros fuimos y la imagen de lo que nuestros hijos pueden llegar a ser.
Para las familias de los jóvenes estudiantes desaparecidos es de suma importancia no dejar que se acabe el apoyo de la ciudadanía, de los organismos internacionales de derechos humanos, de las escuelas normales rurales de todo el país, de la misma población guerrerense, pero: ¿y los civiles, obreros, campesinos, jóvenes y niños, familias enteras secuestradas y hasta asesinadas en otros municipios del estado de Guerrero?… ¿Quiénes buscarán con movilizaciones, mítines o manifestaciones que se les haga justicia o se les busque vivos?… ¿Qué decir de los acontecimientos sangrientos y tan lamentables de un municipio mundialmente famoso como lo es Acapulco?… Sin duda es algo que no se dará tan fácilmente, sobre todo por el temor de las represalias emprendida por el crimen organizado y los gobiernos represores del tan dañado estado de Guerrero, cuyo pecado es ser rico en recursos naturales y tierra donde nacen hombres y mujeres titanes de conciencia, guerreros de sangre libertadora, campesinos con sed de justicia y de estudiantes de convicciones democráticas, ese sin duda es tu gran pecado, Guerrero, mismo que en la penitencia de tus sacrificados llevas como castigo, castigo que sin duda algún día será gratificado con la libertad y el engrandecimiento que mereces por tu gente de gran valentía y por seguir siendo semillero de maestros forjadores de conciencias y de héroes que dignamente buscan un mejor lugar para sus hijos y los hijos de sus hijos.