- Los infractores acostumbran telefonear para distraer la labor de los uniformados
- La mitad de las llamadas no corresponden a emergencias reales
Los tiempos de respuesta policial en Jesús María están disparados. A los elementos les toma un promedio de 30 minutos el desahogo de cada llamada de alerta. El alcalde Antonio Arámbula López señaló que el cuerpo de uniformados se encuentra sobrecargado de trabajo.
La demora “en primer lugar es porque a veces hay, en fines de semana y en horas pico, más llamadas de las que podemos atender. También debo pedirle a la gente que nos ayude a dar sus datos, dirección y teléfono, porque eso nos ayuda a comprobar que es una llamada real”.
Según el panista la policía ha comprobado que algunos infractores de la ley distraen a los uniformados al hablar para solicitar auxilio en puntos lejanos a donde planean cometer algún delito.
Señaló que en un fin de semana atareado la corporación recibe hasta 100 llamadas, de las cuales la mitad suelen ser de falsa alarma.
–¿Cuántos policías están enfocados a la atención de reportes?
–En el momento tenemos arriba de 150 policías distribuidos en los tres turnos. En el equipo de reacción inmediata tenemos a diez o trece personas, un equipo de antirrobo con otras ocho personas, y parejas distribuidas, patrullando por zonas.
El presidente municipal destacó la detección de varios menores premeditadamente utilizados para la comisión de ilícitos. Dijo que la administración ha decidido enfocarse en el deporte para evitar que tal conducta se propague.
Un aproximado de dos mil niños participan en las actividades de academias de futbol, beisbol, voleibol, basquetbol, ping pong y atletismo.
“Tenemos más de 600 niños estudiando música, teatro, literatura, eso es lo que estamos haciendo en materia de prevención.”
–¿Es necesario sancionar a los mayores que enseñan a delinquir?
–Hay que buscar formas, el nuevo sistema de justicia penal hace que se tengan que citar a declarar, hace más rápida la presentación, pero también se debe llegar a buscar formas de sancionar a padres o a hermanos que lleven a los niños por ese camino, creo que es un problema grave que se está dando.
De cada diez detenciones ocurridas en Jesús María por lo menos cuatro son de menores de edad. Las edades predominantes oscilan entre los once y los 17 años.
Arámbula manifestó que a diferencia de otros capítulos, el relativo a la seguridad pública no experimentará recortes presupuestales, lo cual propiciará la presentación de más proyectos de prevención y combate a la violencia.