Quiero citar y tomar prestado un argumento del gran Sergio Zurita, que tampoco es algo que no haya pasado por la mente de muchos pero el conductor de radio lo sintetiza de manera lógica. Pasa que mientras Alejandro G. Iñárritu (así lo escribe en los créditos de sus películas) trató de hacer una crítica suave al cine de acción, blockbusters e historias sacadas de otros medios (cómics, novelas gráficas, series viejas) con Birdman, en The Revenant nos presenta un nuevo tipo de superhéroe. No solamente es alguien heroico y/o extraordinario, sino que desafía todas las reglas de la naturaleza sin tener una explicación encanta-nerds como el piquete de una araña o ser el último hijo de Krypton.
La película, obvio, es hermosa y más allá de los escenarios, yo amé cómo parece que la cámara le está respirando en la nuca a cada uno de los personajes. Supongo que es algo tan pensado y bien logrado, que te hace pensar que fue fácil. A ratos te sientes en un videojuego y en otros momentos como si fuera televisión de realidad. En corto: no hay encuadres de hueva. Iñárritu y Lubezki son más que aptos para filmar acción. Lo malo ni siquiera lo es tanto, es una subtrama acerca de las tribus nativas de Estados Unidos que sinceramente me dio mucha flojera, así como es bastante criticable la ausencia de un personaje femenino fuerte. Sí, la esposa del protagonista es algo esencial para motivar a Glass (el personaje de DiCaprio) pero ni siquiera tiene nombre. No sé, son casi dos horas de puros hombres barbados y eso no está padre.
Hablando de leñadores con superpoderes, para mí quien merece todos los premios del mundo es Tom Hardy. Tiene mucho más que hacer que DiCaprio en toda la película, es enorme personaje y su interpretación nos propone algo más que ver fijamente al entorno, a diferencia del protagonista. A Leo le robaron en su propia película, ya que estamos hablando de un tipo que básicamente hizo un meme de Bane en The Dark Knight Rises gracias a su voz y mirada. Si la especialidad de DiCaprio son los loquitos como El Lobo o Hughes, insisto que Tom Hardy le robó el papel y brillo. Incluso el [sí] loquito de Django Unchained es más relevante y recordable que Glass.
Estás pensando todo eso luego del ataque del oso, cuando Glass y su caballo se caen de un barranco, el animal es destruído y Glass está casi ileso, así que [no es broma] dispone a sacarle las tripas al equino y hacerse una cobija de pellejo para pasar la noche extrema. Ese es el momento really, y de ahí en adelante ya cualquier cosa puede pasar, desde una recuperación milagrosa, hasta volver a encontrarse con su rival y engañarlo de una manera lunática.
Como se estrenó en Aguascalientes, sorpresa, demasiado tarde, me dispuse a ver el screener antes de disfrutarla como se debe, en una sala de cine. Tardé tres días. Me aburría. Hay una racha buena rumbo al final. Podríamos decir que es hasta impactante, pero no entiendo por qué el capricho post Birdman de este director que de mexicano solamente tiene el nombre (ya que sus experiencias o formación poco tienen que ver con el grueso de los mexicanos) fue algo TAN grande y ambicioso, incluso lejano. La premisa no te acerca a la sala, a mí me la vendió alguien que me explicó el porqué del título. Incluso por la publicidad uno pensaría que es el show de Leo, a manera de Oblivion (Tom Cruise) o Concussion (Will Smith) pero en realidad es un ensamble. ¿Conclusión? Ve a las 5 de la tarde y esperando harto humor involuntario.
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