Se escucha la respiración, es fácilmente perceptible el momento en que los ejecutantes, durante un concierto de música de cámara, jalan aire, sobre todo al momento del ataque, eso te hace entrar en la intimidad de los intérpretes, estás ahí, al alcance de la mano, los escuchas respirar, los ves gesticular, te das cuenta cómo se dejan dócilmente atrapar por los dulces encantos de la música, estás ahí para ver de cerca cómo los arcos prácticamente se desangran al frotar las cuerdas del instrumento, a veces suavemente, otras con violencia. Estamos a sólo unos cuantos metros para poder ver la gracia y la elocuencia con la que interactúan los dos violines, el cello y la viola, dando vida a la formación madre de la música de cámara, el cuarteto de cuerdas.
El sábado 23 de enero se realizó el concierto de clausura del primer curso intensivo para cuartetos de cuerdas convocado por el cuarteto José White, con residencia en esta ciudad de Aguascalientes y con el incondicional y sólido apoyo de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. El concierto, como todas las presentaciones del curso (concierto de inauguración a cargo del cuarteto White, las dos presentaciones de participantes, y la clausura que protagonizó el Cuarteto Penderecki), tuvieron como sede el auditorio Ramón López Velarde del Museo Nacional de la Muerte del centro Cultural Universitario, y fue un rotundo y absoluto éxito, la sala fue ocupada en toda su capacidad por los cuartetos participantes, pero sobre todo, por un público amante de la buena música, ese que existe, se ha formado y aumenta considerablemente, aun a pesar de la molesta y vulgar indiferencia de casi todos los medios de comunicación locales, sobre todo aquellos para quienes el arte y la cultura debería ser una prioridad.
El concierto que cerró esta semana de cursos intensivos para cuartetos de cuerdas, en la que participaron cuartetos de Zacatecas, Monterrey, Xalapa, la Ciudad de México y Aguascalientes, fue encargado al Cuarteto de cuerdas Penderecki, sin duda, uno de los ensambles de música de cámara de mayor prestigio en la geografía musical de América Latina. Es un cuarteto que ya ha tocado en Aguascalientes, lo hicieron en alguna de las ediciones del Festival de Música de Cámara que en esta ciudad se celebra cada verano, y ahora regresan para participar en el Curso intensivo para cuartetos de cuerdas. El programa que presentaron inició con el Cuarteto Op. 18. No.2 en sol mayor de Ludwig van Beethoven, continuaron con el Cuarteto No.3 “Hojas de un diario no escrito” del compositor al cual honran con su nombre, el polaco Krzysztof Penderecki, y para terminar, el Cuarteto Op.80 en Fa menor de Felix Mendelssohn.
Ejecución muy afortunada la del cuarteto de Beethoven, llena de sensibilidad y en total sintonía con el espíritu de transición entre el clasicismo vienés y el más intenso romanticismo en el que Beethoven se sumergió, en ese paso de un lenguaje a otro es en el que el genio de Bonn concibió esta obra. Entiendo que esta es un de las más grandes dificultades a las que un intérprete se enfrenta, ser fiel a la partitura y al contexto social y emocional en el que surge una obra y esto lo ha hecho muy bien el Cuarteto Penderecki. Si observamos analíticamente la estructura de este concierto de clausura, notaremos que los lenguajes son todos diferentes, primero un Beethoven en etapa de búsqueda, en plena transición, pero todavía dentro del espíritu galante del clasicismo. Después viene Penderecki con una propuesta absolutamente contemporánea y terminamos con uno de los románticos más intensos y sensibles, Mendelssohn. De Beethoven a Penderecki el cuarteto hizo los ajustes necesarios para que a pesar del radical cambio de estilo, poder seguir siendo fieles al pensamiento musical del compositor, y lo mismo sucedió de Penderecki a Mendelssohn, aunque aquí con la pausa del intermedio.
Impresionantes y absolutamente virtuosos en la ejecución del Cuarteto No.3 “Hojas de un diario no escrito” de Krzysztof Penderecki, sin duda, y por sentido común, entendemos que este cuarteto es un especialista en el repertorio del compositor polaco que les ha dado su nombre, Penderecki.
Durante el intermedio tuve la oportunidad de conversar un poco con la maestra Silvia Santamaría, primer violín del Cuarteto White, y evidentemente la encontré contenta y satisfecha por los resultados de este primer curso intensivo para cuartetos de cuerdas. Resultaba imposible no preguntarle acerca del futuro de este proyecto y me comenta que evidentemente la intención es darle continuidad a esta iniciativa, pero todo depende de los apoyos que se puedan obtener de Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes), entendemos que traer a ensambles de tanto prestigio como el Cuarto Penderecki, aun con su disposición, tiene inevitablemente un costo y hay que buscar los medios, en este caso fue con el apoyo del Fonca. Además, por supuesto, del apoyo de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, que sin duda lo tendrán si se da el seguimiento deseado.
Felicidades y nuestro agradecimiento al Cuarteto White por seguir abriendo puertas, por enriquecer la oferta cultural de Aguascalientes y por proponernos de tipo de cursos con conciertos exquisitos que definitivamente ayudan a tener una mejor calidad de vida, a ser mejores seres humanos y a hacer de nuestra ciudad un mejor lugar para vivir, aquí no se trata de la auto complacencia de los políticos que se desgañitan por convencernos de que han hecho un buen trabajo a pesar de todas las evidencias en contra, aquí se trata simplemente de ser mejores desde la trinchera del arte.