- Actores personificaron a los protagonistas de Anacleto Morones
“¡Viejas, hijas del demonio! Las vi venir a todas juntas, en procesión. Vestidas de negro, sudando como mulas…”, así inicia el cuento Anacleto Morones de Juan Rulfo (Sayula, Jalisco, 16 de mayo, 1917 – Ciudad de México, 7 de enero, 1986), que el día de ayer se escuchó en una lectura dramatizada realizada en el Palacio de Bellas Artes.
En la conmemoración del 30 aniversario luctuoso del escritor jalisciense, quien tiene un lugar destacado en las letras en lengua hispana y en la literatura universal, los actores Arturo Rosales y Laura Zapata prestaron sus voces para interpretar este cuento publicado en el volumen El llano en llamas de 1953.
Como parte de las actividades del programa Leo, Luego Existo, que lleva a cabo el Instituto Nacional de Bellas Artes de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, y que consiste en lectura en voz alta a partir de la selección de textos de autores clásicos y contemporáneos, con el objetivo de entablar un diálogo con la escritura y empatía hacia la lectura, el público pudo disfrutar de esta divertida historia.
La Sala Manuel M. Ponce del recinto de mármol, llena en su totalidad, fue el lugar designado para este homenaje al autor de Pedro Páramo, que simplemente fascinó a los asistentes y es que después de la interpretación vocal del cuento, se abrió una sesión de preguntas para conocer las opiniones e inquietudes del público.
De inmediato, uno de los asistentes pidió el uso de la voz y luego de celebrar la magnífica actuación, preguntó a los actores en qué otros sitios se llevan a cabo este tipo de lecturas. Laura Zapata señaló que es la segunda vez que junto con Arturo Rosales, se presenta en el recinto cultural más importante del país, luego de que la primera ocasión hizo lo propio con textos del dramaturgo Hugo Rascón Banda.
Arturo Rosales precisó que la mayoría de cuentos de Juan Rulfo tienden a la tristeza y la melancolía, por lo que Anacleto Morones era como “agua fresca” para presentar una parte desconocida del autor, pues el texto está impregnado de humor y se adaptaba muy bien para su presentación en una lectura dramatizada.
El programa Leo, Luego Existo trabaja en el fomento a la lectura, a través de lecturas dramatizadas donde participan reconocidos actores de cine, teatro y televisión.
Con información de la Secretaría de Cultura