Julieta Orduña y Miryam Almanza
Continuamos con la tercera parte de esta entrega alusiva a las actividades de la 36 Muestra Nacional de Teatro Aguascalientes 2015. El miércoles 18 de noviembre se realizó la ponencia Teatro producido por instituciones culturales, en la que participaron representantes de Del manantial al corazón (Yucatán); Psico/embutidos: carnicería escénica (Veracruz); Humboldt, México para los mexicanos; Palimpsesto, y Algo de un tal Shakespeare, los tres del Distrito Federal. De esta mesa sólo queremos destacar: cuando una institución pública está presidida por alguien sensibilizado a la cultura es mucho más fácil encontrar apoyos, y si esa persona se envuelve en los procesos artísticos se convierte en un excelente aliado. Lo decimos en específico por la actriz Conchi León, de Yucatán, que estuvo acompañada en la mesa por el representante de Cultura de su estado que, además de hablar maravillas de su montaje, la acompaña en sus presentaciones, así que él conoce muy bien lo de montar una obra de teatro como Del manantial al corazón, y lo más importante, la defiende. Es envidiable la mancuerna que han hecho y ese amor al rescate de las tradiciones.
Al día siguiente, el jueves 19 de noviembre, a mitad de la semana de actividades de la 36 MNT, se presentaron tres trabajos más: El último teatro del mundo, Cía. Teatrería (Distrito Federal), luego Aspiracional, o todos queremos ser otra cosa, de Atabal Teatro Creación Artística A. C. (Querétaro), y la primera de las participaciones de los representantes de Aguascalientes, Efecto circular, con Claroscuro Teatro.
El último teatro del mundo llenó el Teatro Morelos, la expectativa de ver teatro musical en una muestra no pasó de largo. Su creador, José Manuel López Velarde, es también el autor de Mentiras el Musical y de Si nos dejan, ambos exitosos espectáculos comerciales. La historia habla sobre Pina y el viaje que emprende para encontrar justamente el último teatro que existe en el mundo. En su camino se encuentra que varios personajes que inmediatamente capturan al público y ya no lo sueltan hasta el final. Todos los recursos utilizados, música en vivo, escenografía, vestuario, coreografías, agradaron al público y creemos que este montaje dejó abierta una pregunta para siguientes ediciones de la muestra nacional: ¿por qué no incluir en esta, formatos de teatro diferentes a los acostumbrados? Nos dijo José Manuel López Velarde en entrevista: “hay una línea delgada entre el teatro que se presenta en la muestra y el teatro comercial, una línea tonta con la que no estoy de acuerdo, el teatro es teatro, es bueno o es malo, y te llena y te hace pensar independientemente de dónde se presente o cuánto cueste”. Esta obra, El último teatro del mundo, era de las pocas que tenía clasificación para niños. Fue de los espectáculos más ovacionados con el público de pie durante varios minutos, y hubo muchos que se quedaron con las ganas de presenciarlo por tener localidades agotadas.
Ese mismo jueves se realizó otra de las mesas de análisis programadas en el Encuentro de Reflexión e Intercambio de la muestra: Teatro y teatralidad en Aguascalientes. Con esta comenzaba nuestra participación como estado anfitrión de este importante evento. Lástima que no se aprovechó el foro para lo que era y señalamos esto porque se notó la ausencia de teatreros locales y medios de comunicación además de la apatía de la comunidad teatral visitante por ver lo que se hace en nuestro estado. Representantes de Efecto circular, Juímonos o la bola perdida, y Geishas, o estudio para un crimen conformaron el presídium, acompañados de la maestra Luz Emilia Aguilar Zinzer, quien habló de diversas décadas de la historia del teatro en Aguascalientes, importantísimo tema al que se le debió haber dado más peso ya que mucha gente no sabe que en Aguascalientes hay tradición teatral. Imagínese usted amable lector, si de por sí Aguascalientes no figura en la escena teatral nacional pues menos por su historia teatral. Y sí que la tiene. Creímos entonces que los panelistas promoverían el teatro hidrocálido y nada más lejos de la realidad. Cuando se pudo haber hablado de los grupos participantes, de sus procesos de trabajo, de las historias que contarían, de los formatos utilizados, del porqué de sus creaciones, de sus dramaturgos (sobre todo de los locales), se perdió un precioso tiempo en discusiones banales y aclaraciones a problemas que solo tocan a la comunidad teatral local resolver. Era el momento para destacar el trabajo de Aguascalientes y hacer la invitación a los participantes a conocerlo, y la oportunidad se desperdició.
El viernes 20 de noviembre continuaron las ponencias y tocó el tema Teatro de producción privada, coordinado por Antonio Castro, acompañado por José Manuel López Velarde, autor y director de El último teatro del mundo, y Alejandra Guevara, directora de Microteatro México. Interesantísima por demás la mesa ya que se plasmaron los nuevos modelos de producción de obras de gran formato como las obras de teatro comercial; así mismo se habló de Microteatro. Alejandra Guevara, de profesión cineasta y directora de Microteatro México, mostró un video documental de esta nueva forma de hacer teatro, que ha generado nuevo público y roto paradigmas sobre lo aburrido o pasado de moda que puede ser esta arte.
Ese mismo día se presentaron las obras Juímonos o la bola perdida, de Proscenio y Calaveras Teatro T (Aguascalientes); Algo de un tal Shakespeare, dir. Adrián Vázquez (Ciudad de México); Psico/embutidos, carnicería escénica, de Richard Viqueira (Veracruz); Geishas o estudio para un crimen, dir. Alfredo Vargas (Aguascalientes); y el Síndrome Duchamp, dirección de Ana Graham y Antonio Vega (México-Estados Unidos). Este último montaje tuvo dos presentaciones, una para los participantes y otra para el público. La historia gira en torno a un hombre que viaja a Estados Unidos en busca del sueño americano, para convertirse en un exitoso comediante de stand up pero lo que logra es ser solo un empleado de limpieza. Tiene comunicación por medio del correo con su mamá y le miente diciéndole que ha triunfado, ella trata por todos los medios de reencontrarse con él y a pesar de su ceguera lo logra, por lo que el hombre inventa un aparato de aplausos para que su madre no se entere de sus fracasos. Es una historia por demás divertida, pero a la vez sorprende la producción de ésta, ya que se cuenta con varios recursos de producción además del stand up y los títeres en miniatura. El autor y director, Antonio Vega, vivió en el vecino país y su experiencia un tanto autobiográfica dio un resultado ágil, fresco, con el que se identificaron los jóvenes que asistieron, el público aplaudió y ovacionó este trabajo que ha viajado por varios países con más de 50 funciones.
Esto y más fueron algunos aspectos de la semana. Para la última entrega escribiremos sobre las actividades de clausura de la 36 MNT y las presentaciones de las obras ganadoras de las Muestras Regionales de Teatro como parte del Fondo Regional para la Cultura y las Artes (Forca).
