Un lustro de bienestar y desarrollo / Jorge Varona Rodríguez en LJA - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Es necesario ubicar el contexto histórico que antecede a la realidad que hoy vive Aguascalientes, a fin de comprender dónde nos encontramos y por qué, y de esta manera entender las razones que explican las políticas que permitieron reimpulsar el desarrollo de nuestra entidad y crear mejores condiciones para el progreso y el bienestar ciudadano.

Antes de ser electo gobernador Carlos Lozano de la Torre, Aguascalientes tuvo un periodo de evidente retroceso económico y social. Durante doce años, de 1998 a 2010, en nuestro estado tuvo lugar una constante disminución en el nivel y la calidad de vida, particularmente de los sectores populares, lo que agudizó la intensidad de la pobreza. La dinámica de crecimiento económico se caracterizó por la debilidad en la atracción de inversiones y por un creciente desempleo. Consecuentemente, las amplias clases medias que integran el estado, vieron disminuir sus oportunidades de desarrollo y muchas familias ingresaron a las filas de alguna categoría de pobreza. Y más grave aún, las condiciones de inseguridad comenzaron a deteriorar gravemente la calidad de vida de todos los sectores sociales.

En 1997, nuestro estado ocupaba el primer lugar en 35 indicadores del desarrollo. En el transcurso de los dos gobiernos estatales de extracción panista, se perdieron de siete a quince posiciones en el ámbito nacional en prácticamente todos los rubros. En el plano económico, como botón de muestra, de acuerdo al INEGI, en 2002 la inversión extranjera se desplomó, registrando un balance negativo. Según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en 2008 Aguascalientes se encontraba entre los diez estados con menor inversión extranjera directa.

En los primeros dos trimestres de 2010, conforme a mediciones del INEGI, la tasa de desempleo ascendía a 8.2 por ciento, el máximo histórico para el estado, muy por encima del 6.2 por ciento en lo nacional. Tan sólo hace cinco años, la entidad ocupaba el sexto lugar del país en materia de desempleo.

Hoy en día, la organización civil México, ¿cómo vamos?, que mide el desempeño económico de los estados con datos públicos oficiales, señala en una reciente evaluación que “Aguascalientes es el estado que más contribuyó al desarrollo económico del país”. Nuestro estado ha crecido de forma sostenida más de 10 por ciento en los últimos cuatro años –incluso más que China, que actualmente crece al 7 por ciento–, alcanzando un crecimiento máximo del 12.4 por ciento, en el mismo periodo que el DF tuvo un crecimiento de 0 por ciento. Además, “generó más del 65 por ciento de los empleos necesarios para los jóvenes que se incorporan a la población económicamente activa”. De igual forma, es el estado que más ha reducido su informalidad a nivel nacional; disminuyó la pobreza laboral, cuando nacionalmente se incrementó y aumentó su productividad, por encima del promedio nacional.

En tan sólo cinco años se han creado 68 mil nuevos empleos formales. Actualmente están registrados en el Seguro Social más de 273 mil trabajadores. Una cifra histórica.

Al haber empleo y crecimiento, muchos de los problemas sociales se resuelven, porque las familias cuentan con lo indispensable para procurar su bienestar y su sano desenvolvimiento social.

Debemos reconocer que, en medio de uno de los procesos globales de desaceleración económica más importantes registrados en décadas, en el aquí y ahora de Aguascalientes, 154 empresas transnacionales de los sectores automotriz, de tecnologías de la información, metalmecánico, agroalimentario, aeroespacial, y de servicios, están invirtiendo y confiando en nuestro estado. En los últimos años se ha registrado una inversión productiva cercana a los 90 mil millones de pesos.

El campo se recupera y se hace más productivo. Se han otorgado más de 30 mil créditos con una inversión de 14 mil millones de pesos. De acuerdo al INEGI, esto se ha traducido en auténtico crecimiento y desarrollo, ya que en los últimos cinco años se ha incrementado la productividad agropecuaria en 147 por ciento.


Ahora bien, en materia de seguridad, México Evalúa, analizando datos de 2009, nos colocaba en el noveno lugar nacional en incidencia de crímenes violentos. Actualmente somos uno de los dos estados con la menor tasa de homicidios en el país.

Como sabemos, la seguridad es un factor determinante para el desarrollo económico y social, es indispensable para el adecuado desenvolvimiento de la sociedad y para la garantía de su bienestar. Así, en materia de seguridad, hay un antes y un después de la presente administración estatal. Vivimos en un estado en paz. Aguascalientes es considerado como ejemplo de adopción del Mando Único. Actualmente contamos con una Secretaría de Seguridad Pública Estatal altamente efectiva en la prevención del delito, que reconoce la ciudadanía como un mando profesional que inspira confianza y garantiza la seguridad y la prosperidad en cada uno de los once municipios del estado.

En un lustro, volvimos a ser el estado de los primeros lugares. Hoy somos el primer lugar nacional en crecimiento económico. Somos primer lugar nacional en alfabetización. Aguascalientes disminuyó en 43 por ciento la pobreza extrema. Vivimos en la segunda entidad más segura del país.

Aún quedan muchos retos por hacer frente, dado que la condición de la sociedad es el cambio continuo. No obstante, hoy crecemos de manera sostenida y de forma redistributiva. Han quedado sentadas bases firmes para el bienestar y el desarrollo.

 


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