- Recomiendan encauzar la misericordia que nace en estas fechas hacia las necesidades más apremiantes de los desprotegidos
- La presidente pide a bienhechores voltear a ver al sector de los adultos mayores
Los actos de filantropía que nacen con el espíritu navideño de la temporada deben ser congruentes con las necesidades más apremiantes de los grupos vulnerables. La presidente del Colegio de Trabajadores Sociales de Aguascalientes, Mónica Pedroza Padilla, llamó a instituciones de gobierno, partidos políticos, asociaciones civiles y ciudadanos que pretendan ayudar a terceros durante la celebración decembrina a que no incurran en el asistencialismo al momento de prestar ayuda.
Y es que es común que en estas fechas se busque demostrar caridad a través de la donación de despensas, cobijas, ropa y juguetes; sin embargo, si lo que verdaderamente se busca es apoyar a quién más lo necesita, es preciso atacar las principales carencias que afectan a los sectores desfavorecidos de la sociedad: “el asistencialismo es un arma de doble filo, sabemos que en temporada navideña muchísimas instituciones y personalidades políticas aprovechan para hacer estas obras cuando en realidad la gente de esas colonias no sólo no necesita de sus donativos, sino que ya hasta los espera porque ya la tienen acostumbrada”.
Pedroza Padilla lamentó que los gobiernos y la sociedad civil tengan marcadas preferencias hacia los niños pero que dejen de lado a los adultos mayores, para quienes las muestras de apoyo son mucho más escasas y cuando llegan a concretarse es a través de bienes momentáneos como cobijas o despensas: “nuestros abuelos, sobre todo quienes viven en colonias marginadas, no tienen acceso a la atención médica de un especialista para atender sus padecimientos, mucho menos a un diagnóstico y tratamiento para las enfermedades crónico-degenerativas propias de la edad (…), quienes quieran hacer una buena obra consideren regalar una consulta médica a un anciano, así como los medicamentos que requiera”.
La trabajadora social recomendó a quienes busquen ser benefactores que visiten a los ancianos en sus viviendas a fin de que constaten en las condiciones en las que viven y detecten lo que les hace falta para que se puedan combatir las carencias específicas: “hay quienes tienen cortinas en lugar de vidrios, pisos de tierra y vidrios sin ventanas lo que fomenta enfermedades respiratorias. Si lo que buscamos es ayudar verdaderamente, hay que ver a esas personas primero”.