- Continuarán actividades durante todo diciembre con recurso federal de más de un millón de pesos
- Se capacita a mujeres para convertirlas en talleristas que repliquen el modelo en sus colonias
A petición de una gran demanda de padres de familia de niños usuarios de la Casa de Animación Oriente (CACO), el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (Imac) abrió más grupos de las Unidades de Exploración Artística para adultos, lo que llevó a gestionar recursos ante la federación para concluir el año con actividades continuas sin importar las fechas vacacionales.
A comparación del año anterior, este 2015 cerrará con gran cantidad de actividades en los centros culturales principales de esta dependencia, ya que a petición de algunos padres de familia se incrementó la oferta de talleres tanto enfocados a niños y adolescentes como a adultos. En este último sector se abrieron cuatro disciplinas: creación textil mediante telar, rehúso en el hogar y manualidades (que van desde adornos hasta muebles con material reciclado), elaboración de joyería artesanal y activación física mediante la danza; todos buscan solventar una necesidad de la población adulta según lo expresó David Gutiérrez Gutiérrez, jefe de departamento de Exploración Artística.
Para este mes y el primer trimestre del 2016, la CACO, el Corredor Cultural Alameda y las Unidades de Exploración Artística, a través de sus grupos establecidos en once distintas colonias, continuarán con sus actividades con la opción de abrirse a más puntos de la ciudad.
Todas estas actividades están pensadas para que los padres puedan comercializar en algún momento sus productos creados. La idea es que tengan no sólo un beneficio artístico y de entretenimiento sino también de corte económico, autoformativo y autogestivo; el proyecto está diseñado para que los talleristas capaciten a los usuarios en materia de mercantilización para desarrollar una propuesta de negocio, ir a conocer distribuidores, precios y todo lo que se necesita para comercializar un producto.
Gutiérrez subraya que la idea de crear Unidades de Exploración Artística para adultos nace de una necesidad de los padres de familia, principalmente de las mamás, por acercarse a sus hijos pero también salir de la monotonía hogareña: “ahora son ellas las que se apropian de los talleres, los defienden y son muy entregadas”, inclusive en el área de teatro las madres de los niños son las que se han encargado de gestionar los lugares para las presentaciones, apoyos para escenografías y vestuario o transporte; se asegura que los niños además de disfrutar de esta actividad artística tienen la oportunidad de convivir con sus familias.
Se tiene el registro de niños y papás que antes de ser usuarios eran tímidos, antisociales y con muchos problemas intrafamiliares, ahora la relaciones son más afectivas y con solución de conflictos sin violencia: “ese tipo de efectos de las actividades son muy importantes aunque no se vean o no se puedan medir físicamente”.
Aunque el recurso ejercido en este 2015 correspondió a un programa federal llamado Hábitat, los objetivos y compromisos ya concluyeron orden. El cierre de los 36 talleres tuvo una gran respuesta con proyectos interesantes que van desde dibujos y lectura hasta un stop motion realizado por niños. Ahora este cierre del año se ejecuta con un recurso especial del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) de poco más de un millón de pesos, cantidad que está prevista para cubrir lo que resta del mes de diciembre, enero, febrero y marzo del 2016.
La Unidades de Exploración Artística para adultos tienen un formato nuevo muy característico basado en la capacitación de un grupo de mamás en materia de gestión cultural para que se puedan convertir en talleristas y a su vez repliquen el formato entre sus grupos de colonias establecidos; de tal forma que se convertirán en personal del Imac con un ingreso económico para la capacitación de más talleristas: “la intención es replicar el sistema de la CACO en otra sedes hasta que se tenga algo muy fortalecido entre la propia sociedad”.
Por ahora son 15 mujeres las que se encuentran en cursos y capacitación, cada uno tendrá a su cargo alrededor de ocho a diez personas más, el papel que fungirán los talleristas de base será la supervisión del trabajo de estas agentes de cambio social.