- El proceso de revisión y aprobación de las cuentas públicas se ha convertido en un pasaje político
- Se propone que la Comisión de Vigilancia se integre por todas las fuerzas políticas
El grupo parlamentario del PRD en la LXII Legislatura lamentó que el proceso de revisión y aprobación de las cuentas públicas se haya convertido en un pasaje político sin resultados benéficos para la ciudadanía, ya que sólo se dedicaron a denostar a los adversarios partidistas en lugar de enfocarse en los asuntos legislativos y de rendición de cuentas.
Desde la perspectiva de los diputados Cuauhtémoc Escobedo Tejada y Marco Arturo Delgado Martín del Campo, el sistema de evaluación fiscalizador está basado en un mecanismo de simulación, ya que nunca se resarcen daños ni existen funcionarios o servidores públicos en la cárcel por haber hecho mal uso de los recursos públicos: “la verdad es que sólo sirve para denostar y descalificar al adversario políticos, siempre es una lucha entre partidos”, lo más preocupante es que sólo queda en meras declaraciones y descalificaciones sin acuerdos propositivos.
Para los perredistas, todo el proceso de revisión tiene que restaurarse si es que como estado se aspira a un verdadero modelo de revisión de cuentas y de asignación de responsabilidades de manera clara y concreta: “creemos que lo que se necesita es una nueva ley de fiscalización, donde incluso se ciudadanice el proceso de revisión”, ya que hasta el momento sólo algunos tienen acceso a la información y al final se tergiversa a sus conveniencias en los dictámenes.
Escobedo Tejada cuestionó por qué no abrir la Comisión de Vigilancia a representantes de todas las fuerzas políticas y no sólo a cinco diputados, además de que exista un órgano que vigile el trabajo del Órgano Superior de Fiscalización porque les resulta absurdo y ridículo que, en el caso de la revisión 2014, las administraciones del Revolucionario Institucional hayan salido con una observación muy laxa mientras que las administraciones de otros partidos hayan rebasado incluso los cien millones de pesos: “eso da luz para dudar de lo que se hace y lo que se hizo en el OSF”.
Ambos legisladores dudan del órgano y de todo el proceso, considerándolo una simulación: “simplemente por qué no hay quién vigile a los auditores que hagan bien su trabajo, con qué criterios lo hacen y por qué la Comisión de Vigilancia está desequilibrada en fuerzas políticas”, se insiste en la necesidad de rediseñar el mecanismo de revisión de las cuentas públicas sin tomar en cuenta los intereses partidistas sino la buena ejecución de los recursos públicos.
“El pasado jueves fue sólo un circo de descalificaciones entre un grupo del PRI contra Acción Nacional y sus alcaldes”, ahora se les retó para que en verdad presenten las pruebas y denuncias penales para que se deslinden responsabilidades y se castigue a quien haya afectado al erario público.