- “Ser famoso o no serlo pero escribir y publicar en algún espacio. Tener la posibilidad de compartir todo lo que bullía en mí”
- “En el libro hay un enriquecimiento de la vida, sólo leyendo podemos vivir mil vidas”. Invitó a los asistentes a leer: “aunque no lean este libro, lean. Creo que es la única estética que nos queda”
La víspera fue presentado en la 29 Feria Internacional del Libro de Guadalajara el libro Viernes de Fernando Solana Olivares, publicado en la colección Periodismo Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Para romper con los esquemas de la formalidad, Andrés Bucio y Ariel González propusieron intervenciones que construyeran una charla en torno al libro y a su autor; de manera que el salón Alfredo R. Placencia se convirtió en un conversatorio.
Durante sus intervenciones, Ariel González, (autor de Breviario de correrías, de la colección Periodismo Cultural), narró cómo se conocieron Fernando Solana y él. Cómo, en su interés por escribir algún día un diario, quizá un libro, a su 18 años encontró la ocasión para la primera publicación de uno de sus textos “ser famoso o no serlo pero escribir y publicar en algún espacio. Tener la posibilidad de compartir todo lo que bullía en mí. Tuve la oportunidad de cursar una carrera que yo creí que debía cursar para cruzar el mundo: economía.”
Señaló que ambos coincidieron en un seminario de periodismo realizado en la ciudad de Mérida y fue quien le dio oportunidad de publicar su primera reseña en el suplemento cultural de La Jornada. Tiempo después, se encontraron nuevamente en el diario El Nacional y en 2004, cuando Ariel tomó el encargo de coordinar la sección de Cultura de Milenio Diario, ya se contaba con la colaboración semanal Elitismo para todos de Fernando Solana.
“Fernando cada semana nos ha propuesto a sus lectores, a sus editores, a sus compañeros en el diario, una manera de vivir el mundo absolutamente singular; en lo personal he diferido en dos temas en los que siempre difieren las personas sensatas de este mundo, religión y política, sin embargo, su prosa ha sido siempre para mí una de las más rigurosas, de las mejor realizadas de la sección cultural que hacemos, eso ha sido un plus, que siempre valoro y que por supuesto defiendo, reivindico y creo que sea cual sea el distanciamiento ‘ideológico’, porque lo ideológico a veces no hace a los textos de un articulista -porque estamos valorando a un articulista, aunque él es un novelista, él es también un hombre con una formación filosófica muy sólida, ensayista incluso y aparte domina otros géneros-, es un hombre con la conversación clara porque tiene las ideas claras y su escritura lo transmite en todos y cada uno de los artículos que están en este libro”, asegura el también editor de Cultura de Milenio Diario.
“En el periodismo cultural tan necesario en nuestro país, leer a alguien que puede ser legible profundamente como lo es Fernando Solana, me parece algo muy importante, el trabajo periodístico en este ámbito a veces se disfraza de mil comentarios improvisados sobre obras, reseñas, crónicas, asuntos de los que poco participamos a veces y sin embargo se publican y eso me parece grave”, expresó Ariel González.
“Fernando Solana nos recuerda con su obra Viernes y dentro de la colección Periodismo Cultural que hay una gran responsabilidad porque el periodismo cultural está en el centro y origen de lo que es el periodismo en general. El periodismo cultural fue el inventor del periodismo general en su conjunto”, afirmó el editor.
“Como amigo, como interlocutor, por supuesto que he podido encontrar fascinantes pautas en sus textos, pero también encontramos al comentarista político, al extraordinario lector selectivo; por estas páginas vemos desfilar autores, regiones intelectuales, que no nos son comunes pero que todas nos invitan a participar de nuevas ideas, de una discusión mucho más vasta y eso es el auténtico mérito de lo que es el periodismo cultural. Por eso cada jueves sigo pendiente de su colaboración.”
Por otro lado, Andrés Bucio refirió que después de haber leído este libro, y de conocer parte de la obra publicada de Fernando Solana, le parece muy prolífico. Expresó que estaba en esta mesa en calidad de lector. Recordó que durante su estancia de cinco años en Inglaterra, y prácticamente desincorporado de la cultura mexicana, sintonizó radio UNAM y luego Radio UdG, donde escuchó un programa en el que participaban Castelán y Solana, sosteniendo conversaciones inteligentes y enriquecedoras “por eso no traigo algo escrito, para honrar a uno de los mejores conversadores que he escuchado. Fernando, tiene una memoria prodigiosa para retener ideas de otros, siempre está vinculándose al pasado de otras personas, lo cual lo hace, paradójicamente, muy original. El tema principal de todos estos textos es todo aquello de lo que no habla”.
“El libro está dividido en cinco secciones, pero yo lo resumiría en dos tipos de secciones: Aquellos textos que se leen porque lo nutren a uno de una idea sobrecogedora o interesante, y aquellos que son para ser leídos como acompañamiento a lo largo de la vida misma. No es tanto del contenido, es un acompañamiento que existe al tiempo que uno vive. Estos textos son la punta del iceberg de algo mucho más grande, y ese algo es la pasión de vivir”, concluyó Andrés Bucio.
Para terminar la charla, visiblemente contento por la publicación de Viernes y agradecido con Conaculta, Fernando Solana señaló que “en el libro hay un enriquecimiento de la vida, sólo leyendo podemos vivir mil vidas”. Invitó a los asistentes a leer: “aunque no lean este libro, lean. Creo que es la única estética que nos queda. Me llama también la atención cuán viejos estamos, que hablamos con nostalgia de cuando éramos jovencitos, y en efecto esta es una recopilación de recuerdos. Creo que de algún modo la única justificación de la gente como yo que pasa por esta vida es escribir”, remató Fernando Solana.
Con información de Conaculta