Cuando nos preguntamos quién podrá ser el mejor cantante de rock, se nos vienen a la mente una serie de nombres de aquellos a quienes les concedemos ese atributo, no sé, cada quien tendrá diferentes opiniones y las discusiones son definitivamente inevitables, yo creo que la mayoría de nosotros coincidiría con algunos nombres, Freddie Mercury, Robert Plant, Ian Gillan, Bruce Dickinson, Roger Daltrey, Rob Halford, serían sin duda algunos de los nombres más recurrentes, habrá quienes, siendo menos ortodoxos, citarán a vocalistas como Geddy Lee o Ian Anderson, aquel que es demasiado joven para morir y demasiado viejo para el rock & roll. No faltará quien opte por James Labrie, vocalista de Dream Theater que también tiene mudó que decir si de cantar buen rock se trata, o Derek William Dick, “Fish”, vocalista de Marillion y con una carrera solista muy solvente, Mick Jagger vocalista de los Stones, con todo lo que eso significa, o Peter Gabriel, imposible no mencionarlo, en fin, cualquiera de estos portentos del rock podría ser considerado como el mejor cantante del rock, aprovecho la oportunidad para decirte, siguiendo el tradicional esquema de las ternas, que para tu servidor, los mejores cantantes de rock son: Roger Daltrey, vocalista de The Who, Robert Plant, la voz de Led Zeppelin y, no sé, posiblemente Ian Gillan de Deep Purple, posiblemente sean mis tres cantantes de rock favoritos, pero ¿sabes?, hay un cantante de los primeros años del rock & roll que solemos ignorar y nunca lo mencionamos entre nuestras más profundas preferencias. En algún momento Elvis Presley, otra de las más grandes voces del rock, dijo que Roy Orbison tenía la mejor voz que había escuchado, y mira que lo dijo Elvis, una inobjetable autoridad para ofrecer una opinión de este tamaño dueño, además, de una hermosa voz.
No sé tú, estimado invitado a participar de este banquete, pero en lo que mí respecta, nunca jamás se me habría ocurrido mencionar a Roy Orbison como la mejor, o al menos, una de las mejores voces en el rock. Ahora bien, no es lo mismo tener la mejor voz o ser el mejor cantante en el rock, sin lugar a dudas, se puede ser el mejor cantante de rock sin ser necesariamente dueño de una bella voz, o llamar la atención por las cualidades vocales, pongo por ejemplo a Jim Morrison, era entonado y aprendió de manera autodidacta a modular muy bien su voz, pero en absoluto era un portento de voz, o Mick Jagger, a quien ya mencionamos líneas arriba, él es lo que los angloparlantes llaman front man, lo que definitivamente no es algo sencillo. A Mick Jagger lo podemos considerar un buen vocalista, pero de ninguna manera un cantante con todo lo que este término exige.
Roy Orbison es exactamente todo lo contrario de Morrison, Jagger, Ozzy Osbourne, o David Bowie, Orbison tiene una voz, definitivamente impresionante, muy superior a la voz de los ya mencionados, pero sin el carisma y la casi natural atracción que ellos tienen. Roy Orbison, por el contrario, con su aspecto robusto, sus característicos lentes oscuros, su poca, nula incluso, movilidad en el escenario, le restan atención, pierde reflectores, digamos que tiene una imagen menos mediática, pero su voz está muy por encima de todo interés comercial y de toda mezquina pretensión de las casas disqueras por vender ídolos. Roy Orbison frustra pacientemente todo argumento de la mercadotecnia, su propuesta se basa estrictamente en una hermosa voz, es decir, en un honesto tributo a su majestad la música, sin alguna otra pretensión.
Todo esto te lo comento porque hace unos días estaba viendo unos vídeos de este generoso cantante de los años 50, veía el vídeo de la canción You got it, entre otros más como su delicioso cover de Love Hurts que hiciera popular el grupo escocés de Nazareth en 1974, y la celebérrima canción de Pretty woman, soundtrack de la película del mismo nombre y protagonizada por Richard Gere y la bellísima Julia Roberts, además de otras buenas canciones como Only the Lonely, pero sobre todo te lo comento porque este próximo 6 de diciembre se cumplen 27 años de su fallecimiento, pues sí, Orbison cometió el mismo error de la Madre Teresa de Calcuta, morirse en fechas muy cercanas a la fecha de fallecimiento de otros con más reflectores, en el caso de la Madre Teresa, por cierto, una de las personas que más admiro, falleció en una fecha muy cercana a la de Lady Diana, ambas muy cercanas en sus proyectos altruistas, y Roy Orbison, próximo a la fecha en que murió John Lennon, Roy Orbison el 6 de diciembre y Lennon el 8 de ese mismo mes, aunque en diferente años, Lennon en 1980, Orbison un poco después, en 1988.
El hecho es que la proximidad de las fechas hace que no recordemos a Roy Orbison como su trayectoria y talento merecen, así que, con todo merecimiento, he querido dedicar este banquete a la bellísima voz de Roy Orbison, que por otra parte fue integrante de aquel dream team del rock llamado Traveling Wilburys, que para su primer disco estaba integrado por George Harrison, Tom Petty, Jeff Lynne, Bob Dylan y justamente Roy Orbison, impresionante.
Seguramente para la próxima semana habré de recordar a Lennon, es inevitable, pero por lo pronto te pongo a la mesa el que para Elvis es la mejor voz en el rock, como siempre, tú tienes la mejor opinión.
