- Realizó el INE una mesa de análisis sobre las alianzas electorales y su uso por el poder
- El problema es que se ha llegado a un pragmatismo peligroso donde lo fundamental es la lucha del poder por el poder
A un día de las elecciones extraordinarias en el Distrito I, el Instituto Nacional Electoral en Aguascalientes llevó a cabo la tarde de ayer en sus instalaciones una mesa de análisis titulada Las alianzas electorales; experiencia y perspectiva a cargo de diversos personajes políticos y asociaciones civiles por la democracia.
El moderador, Alejandro Sánchez Laguna, comenzó explicando que en las últimas tres décadas el estado se ha caracterizado por las coaliciones que hacen los partidos para acceder al poder, sin embargo no se ha estudiado si esas alianzas han servido para la construcción de la democracia, para mejorar las políticas públicas y el gobierno, ni tampoco sobre cuál ha sido el resultado en el poder público.
El petista Jesús Medina Olivares puso énfasis en que las alianzas han perdido su raíz a causa del poder, si bien son un fenómeno común en las democracias modernas con el fin de concurrir unidos a la competencia electoral, y que además es un derecho de los partidos, se considera que las alianzas tienen de origen vicios cargados que tienen que ver con su deficiente regulación y con legitimidad de las mismas, el problema no sólo es un asunto de carácter legal, sino ético.
“El problema es que se llegado a un pragmatismo peligroso donde lo fundamental es la lucha del poder por el poder”, mientras que la justificación es oportunista porque lo menos que le importa es el compromiso de ejecutar programas específicos con acciones políticas que beneficien a todas las poblaciones. “Las alianzas son lícitas pero inmorales”, aunque es un acto legal, carece de virtud y lo único importante es la burocracia partidista de las cúpulas políticas.
El exdiputado perredista, Gilberto Carlos Ornelas, planteó la situación del bipartidismo y el dilema de alianzas, partiendo de que las coaliciones se han convertido en una herramienta constante que ha sido determinante para reforzar las tendencias políticas dominantes, las cuales se derivan del sistema bipartidista (PRI-PAN) que conforman el espectro político en el estado: el PRI y el PAN concentran más del 80% de los votos.
Para este político, las coaliciones en Aguascalientes han gravitado alrededor del tricolor o de Acción Nacional y adolecen de importantes debilidades como la escasa justificación y argumentación política. Generalmente la alianza es conocida por el militante cuando las dirigencias ya firmaron sin que haya existido un análisis previo: “es por eso que luego vemos resultados pobres en cuanto a la generación de gobierno y construcción de políticas públicas en conjunto”. A pesar de la importancia que han adquirido las alianzas para el actual espectro partidista, es hasta cuando está en acción electoral el sistema unipartidista, es decir cuando un partido va solo sin coalición, hay mayor libertad y atención a la militancia y ciudadanía en general.
Entre el cuestionamiento del público presente sobre el proceso 2016, se exclamó haber un consolidado y notable bipartidismo donde las posibles alianzas estarán alrededor de los grandes (PRI-PAN); sin embargo el papel de los políticos más pequeños entra en activo al ser quienes tienen el carácter para no continuar con el fomento de bipartidismos sin resultados: “las minorías pueden abonar a nuevas posibilidades en materia de democracia, dejar la búsqueda del poder por el poder y buscar el fortalecimiento de la pluralidad política”.
Raymundo Tamayo, presidente de la Fundación México con Valores, puntualizó que las alianzas reales deben ser con los ciudadanos, basadas en no permitir que por la presión se caigan en coaliciones sin fundamento: “no debemos ceder a las presiones de los partidos fuertes o débiles sólo para que nos genere unos cuantos peldaños más en el porcentaje final, porque eso a la larga no nos dará más que problemas”, pues en muchas de las ocasiones esas agendas políticas ni siquiera pertenecen a las ideologías propias, lo que los lleva a pelear a lo interno toda vez que se gana el poder.
“Somos seres plurales, en esta diversificación de ideas está la fortaleza, dejemos de lado en lo que se ha convertido la búsqueda de una alianza y encontremos mejor las estrategias internas para llegar a la solución de problemas comunes”, desde su perspectiva, lo que cada partido político en el país requiere de manera urgente es posicionar a una causa, un líder que siga las convicciones de la población; enfatizándose en el fomento de la participación ciudadana y en el valor cívico de la democracia.
En suma, las alianzas no son actos negativos pero sí el trasfondo de ellas, que se utilizan únicamente para llegar al poder y por beneficios partidistas mayores, dejándose atrás el principio básico de la democracia y el valor del respeto y la verdad. Parte del trabajo que deberían de hacer los partidos políticos, como entes públicos que son, es encontrar la mejor estrategia para promover la participación ciudadana, el cómo empoderar a las personas del conocimiento democrático, la manera de orientarlos y educarlos desde la aplicación de los valores universales y cívicos, para que con base en la información detallada voten con sentido en cada proceso electoral.