Hoy comienzo enviando mi más sinceras condolencias a la familia de Don J. Refugio Esparza Reyes, por el sentido fallecimiento del exgobernador, quien fue todo un ejemplo de vida, sobre todo por su sencillez y su lealtad a la amistad, así como su congruencia. Le agradezco me haya permitido su amistad y sus consejos.
Hoy me voy referir a la situación de la sociedad civil en un entorno de violencia, provocada en nuestro país por los criminales que se pelean por el control de territorios, para sus ilícitas actividades; pero que para llevar a cabo sus acciones no se tientan el corazón para lastimar a inocentes, y causar temor para que no se les denuncie; o bien para lastimara a aquellos que se resisten a caer en la extorsión, y en no pocos casos les han sido incendiadas sus propiedades o sus negocios, y en el peor de los casos, lastiman a personas ajenas a esos intereses.
En México se habla que si bien se han descabezado los malamente llamados cárteles, estos siguen actuando, y en muchos lugares causando un gran daño a aquellos que su único delito es trabajar y tratar de brindar a su familia a un mejor nivel de vida.
De acuerdo a datos del Sistema Nacional de Seguridad, en el primer trimestre del año 2012 fueron asesinadas 5,279 personas; y en ese mismo lapso de este año, los homicidios fueron 3,853 un 27%. Y nos dicen que los secuestros y extorsiones bajaron 24% y 22% respectivamente , y vemos que en el Estado de México, Tamaulipas, y sobre todo Guerrero, la violencia se ha desatado de una manera importante; y ahora escudándose en grupos que buscan soluciones, aparentemente, a problemas sociales, y que por un error se les permitió armarse, se encuentran provocando cierres de carreteras y tomas de poblaciones, haciendo que la sociedad se encuentre a veces hasta sin el abasto de víveres, pues difícilmente los proveedores llegarán a estos lugares. Finalmente quienes sufren las consecuencias son las personas ajenas a estos grupos.
Como una solución a estos problemas el Gobierno Federal, a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha propuesto de nuevo, como una solución a este grave problema, el que sólo haya 32 policías en el país; todas ellas estatales y que éstas sean, ahora sí, certificadas, profesionales y con una preparación adecuada para el ataque a la delincuencia. Esto tendrá que ser después de una reforma constitucional al artículo 115, que obliga a que los municipios del país tengan su policía. Aunque a decir verdad hay más de 200 de ellos que no tienen su cuerpo de seguridad, en virtud de que no tienen presupuesto, o por la violencia nadie quiere enlistarse. Los reportes del Sistema de Seguridad Pública nos informan que hay un subejercicio del presupuesto para seguridad para los municipios y estados, por no cumplir con sus obligaciones en estos rubros, y en otros casos muchos cuerpos de policía se encuentran operando con personal que no pasó los exámenes obligatorios.
Desafortunadamente, como siempre, la violencia siempre se ceba en los pacíficos que solo quieren trabajar.
Por otro lado el mundo se encuentra impresionado por los hechos suscitados en la capital de Francia, París, pues una serie de actos de terrorismo desencadenados por los grupos pertenecientes a la corriente extremista del Islam, han atacado sin misericordia a civiles inocentes; algunos de esos ataques con bombas y otros acribillados sin compasión, en venganza de que los países europeos están combatiéndolos en el Medio Oriente, después de que fueron invadidos por estos países y derrocados los dirigentes que de una u otra forma gobernaban. Se dice que la mayoría eran dictadores. Y ahora se debaten en el desorden y la violencia. Ésta violencia está llegando a los países europeos y amenazan a Rusia y a los Estados Unidos de que llegarán también ahí.
Esto se desarrolla asesinando siempre a los civiles, como lo han hecho el viernes 13 de la semana pasada, y que ha puesto en estado de emergencia a ese país, terminando con la vida cotidiana del pueblo y que no podrán vivir en paz de después de estos acontecimientos.
El mundo comienza a sentirse inseguro, y ahora los turistas quedan expuestos a esta violencia, o a ser confundidos con terroristas. Tristemente, estamos ante un entorno verdaderamente violento e inseguro.