La renuncia. El día de ayer lunes 9 de noviembre, aproximadamente a las 11:00 horas, Francisco Guel Saldívar, difundió en su cuenta personal de Facebook lo siguiente, dirigido a la opinión pública y a mis compañeros priístas: como es sabido, esta madrugada se suscitó un acontecimiento personal del cual hago las siguientes precisiones.
La falta. En su primera precisión Francisco Guel Saldívar, acepta que cometió una falta administrativa, detectada en el programa Alcoholímetro y que por ella, debió cubrir una sanción de carácter económico, lo que la dio por solventada.
El deslinde. La segunda precisión: siendo éste un tema estrictamente personal, deslindo al PRI de cualquier responsabilidad, pues mi actuar personal no tiene en lo absoluto algo que ver con el cargo que se me ha encomendado.
Compromiso con el PRI. En la tercera precisión dice algo así: A pesar de lo anterior y con el ánimo de no perjudicar el trabajo político y partidista en nuestro Estado, he decidido presentar mi renuncia al cargo de presidente del PRI estatal; institución a la que amo, a la cual le he demostrado compromiso y lealtad a lo largo de 20 años y en la que habré de seguir en la lucha por un México y un Aguascalientes cada vez mejores.
La disculpa. Finalmente, Francisco Guel Saldívar ofrece a cada uno de los priístas una sincera disculpa por este hecho y reitero que en ningún momento mi interés ha sido dañar al Partido Revolucionario Institucional.
Militantes, las reacciones. En la misma nota de la red social, aparecen comentarios de algunos militantes del PRI en Aguascalientes. El contenido de tales acotaciones es más bien homogéneo. Aquí algunos extractos.
Héctor Haro. Eso es tener los pantalones bien puestos y asumir con responsabilidad las consecuencias de los actos personales.
Lic. Irving. Como tú lo dices, es personal. El que esté libre de culpa que arroje la primera piedra ¡Ánimo!
Jazmín Espino Arrieta. Muchas felicidades por la rectitud con la que actúas. ¿A quién no le ha pasado? Figura pública y política, o no.
Perla Alejandra Moreno. Es de admirarse la decisión que tomaste, eso habla muy bien de ti. Es de humanos equivocarnos.
Por supuesto que, al menos a la hora de redactar estas líneas, también había una manifestación en sentido contrario. Stephanie Limón Montoya, había escrito ¡Fuera, fuera!
¿Compromiso con el PRI? En los últimos cinco años, lo priistas de Agüitas hemos visto rodar las cabezas de dos de nuestros ex dirigentes juveniles: Lupe Ortega que lo fue del Frente Juvenil Revolucionario, hace unos treinta años; y Paco Guel de México Nuevo.
Si consideramos que un joven, al ingresar a un partido político, lo hace, en la etapa de vida que se caracteriza por el idealismo y la pasión, sería improbable que esa decisión obedeciera a criterios materialistas. Así que, sin duda ambos expresidentes están a salvo cuando de probar su compromiso fraterno con el PRI se trata.
Si el problema del PRI en Aguascalientes, no es la falta de compromiso, o de amor al partido ¿Qué es lo que está pasando? ¿A qué se deben las derrotas hilvanadas de los últimos cinco años? A uno, no le queda más que preguntarse quiénes son los que debiendo demostrar un auténtico compromiso con su partido, sólo exhiben un descomunal interés personal que raya en la megalomanía y la soberbia.
Disculpas aceptadas. Lo que sigue para Paco Guel, no es fácil. La opinión pública es impía; particularmente en la era de la hiper-comunicación masiva. Lo cierto, conociendo al auténtico priismo, es que los militantes “de a pie” aceptarán con gran sentido humano las disculpas ofrecidas por el ahora expresidente.
Presidencia letal. A la militancia no le sirve un cambio de presidencia del PRI estatal, si se van a reproducir las mismas circunstancias que le han impedido operar eficazmente a las dos anteriores.
A quienes interesa el relevo en la presidencia del partido local, es a los (las) mismos (as) que a partir de ya, estarán protagonizando un enfrentamiento letal entre grupos políticos internos; y que como consecuencia traerá también un resultado electoral letal para el PRI Aguascalientes en el 2016.
Si durante cinco años no ha sido posible integrar una dirigencia incluyente, representativa, experimentada y capaz; el pronóstico no puede ser hoy optimista. Juzgue usted, apreciable lector, estimada lectora.
Nos vemos en la próxima. Recuerde usted que en esta su cocina, se come, se lee, se estudia y se conversa de todo; particularmente de política.