El tiempo es una unidad que mide la duración o separación de acontecimientos. Es ahí donde se afirma que el tiempo es relativo porque un acontecimiento puede durar mucho o poco dependiendo de diferentes circunstancias. Algunos científicos afirmaron que la relatividad del tiempo se da porque un ser no está en las mismas condiciones que otro en un lugar, es decir, yo puedo estar muy contento en el estadio y el tiempo me parecerá insuficiente para disfrutar la victoria o sufrir la derrota de mi equipo (más veces lo segundo), sin embargo si voy con mi hermana que no le gusta el futbol para ella el tiempo transcurrirá más lento y los noventa minutos de un partido serán eternos, pero al final fueron 90 minutos para ella y para mí: ahí el tiempo es relativo.
En política, los tiempos son relativos. Hay un anglicismo que se denomina timing político, es esa capacidad que tienen los actores políticos, medios de comunicación e instituciones de accionarse en el momento justo para provocar un cambio, una reacción, una emoción. Así muchos políticos deciden dar una conferencia de prensa en cierto momento, declarar sus intenciones como candidato a un cargo en cierto día, hacer un posicionamiento, declarar la guerra, hacer explotar un avión, todo es cuestión de un mensaje, ¿cuándo lo mandas? Es importante.
Es un talento y un don fundamental que pocos tienen, pocos logran sentir el timing y actuar en el momento justo, es decir pocos logran impactos tan grandes como Luis Donaldo Colosio al pronunciar un discurso en el momento justo, revolucionario, impactar, causar una reacción, un enojo, una molestia que derivaría en su muerte. Quizá fue contraproducente y no tuvo timing político, sino todo lo contrario.
En la política los tiempos son relativos y sí, nadie sabe cuándo es tiempo de lanzarse, de promoverse, muchas veces es cuestión de suerte. Por ejemplo cuando el presidente de México decidió estar de gira y seguir cuando Joaquín Guzmán se fugó de la cárcel, quizá no fue el tiempo ni el momento oportuno de hacer una gira o continuarla, después de eso la crisis de legitimidad se aumentaría.
Los tiempos no existen y el ejemplo claro es Andrés Manuel López Obrador, nadie sabe si lo ha hecho bien o mal, bueno, sí podemos darnos una respuesta: en 2006 AMLO inició su campaña por ahí de 2003, perdió en una elección dudosa, polémica y con indicios de fraude, después nunca ha dejado de estar en campaña y en 2012 relanzó su mensaje, ahora más amoroso, perdió ante un Peña Nieto demoledor, ahora en 2015, cuando la legitimidad del gobierno actual está por los suelos, cuando el PAN no encuentra el rumbo, cuando Margarita Zavala empezaba a salir en los medios de comunicación, AMLO relanza su campaña política que nunca ha pausado.
López Obrador empezó con mensajes conciliadores sobre la idea de modificar el plan del nuevo aeropuerto, luego como lo hecho en muchas ocasiones invitó a sus paisanos, los tabasqueños, a colgarse de la luz eléctrica, al fin y al cabo hay una mafia detrás de la Comisión de Electricidad, luego cuando descubrió que lo de Margarita Zavala iba en serio la llamó extensión de su esposo, el expresidente Felipe Calderón. Y ahí AMLO fue perfecto en los tiempos, se descubrió el centro del ataque de todas las corrientes políticas.
El timing de AMLO ha sido preciso, salió el dirigente nacional del PRI a proponer una reforma para evitar que el señor López, como lo llamó un cineasta hace unos años, se promoviera en los tiempos del partido Morena, luego Ricardo Anaya, dirigente del PAN, lo retó a un debate público, Anaya salió a defender a su hasta ahora militante Margarita Zavala. AMLO mantuvo el silencio, pero cuando lo atacó el periódico Reforma salió, con el mismo discurso de 2006 y de todos los años, que él es la víctima, sin embargo creo que López Obrador nunca ha sido tan atinado con el tiempo como en esta ocasión, muchos afirman que López Obrador debería retirarse, sin embargo ésta es la elección indicada, nunca antes había tanta indignación con las múltiples plataformas y figuras políticas, nunca la corrupción había llegado hasta los huesos, nunca el descontento era tan generalizado y las nuevas herramientas digitales lo han potencializado.
Creo que AMLO fue certero esta vez, ésta es su elección, por eso alrededor de él se construye una muralla de ataques. El reto de ahora en adelante es seguir descubriendo el timing para estar o no estar en un debate, para estar o no estar en una entrevista, para estar o no estar en las discusiones del Poder Legislativo, hoy como dirigente de su partido tiene la calidad moral de elevar la discusión política. Si no es esta elección no será nunca, si no surge un liderazgo que represente el descontento como lo representa él, tiene amplias posibilidades. Aún queda mucho tiempo, pero el tiempo en la política y en la vida es relativo.
(PD. Lula y Salvador Allende ganaron hasta el tercer intento)
@pochaquito