- Acepta Juana Alicia Espinosa de los Montero que dicha comisión cuenta con un alto número de iniciativas rezagadas por la falta de consenso con las fuerzas políticas fuera de la comisión
- En Aguascalientes se ha presentado una denuncia por violencia obstétrica
A decir de la presidente de la Comisión Legislativa de Equidad y Género, Juana Alicia Espinosa de los Montero, en el Congreso del Estado no existe el apoyo necesario para los temas que tienen que ver con los derechos y la protección de las mujeres. La diputada agregó que dicha comisión cuenta con un alto número de iniciativas rezagadas por la falta de consenso con las fuerzas políticas fuera de la comisión: “Hemos estado legislando en caso de maltrato, tratando de crear leyes que vigilen la seguridad de las mujeres. Sí han salido iniciativas pero no como nosotros quisiéramos, se han estado deteniendo, se ha estado gestionando, hay algunos avances, pero pocos. En la comisión, los cinco que la conformamos siempre estamos de acuerdo, pero una vez que salen los dictámenes tenemos que hacer mucha gestión, lo que falta es apoyo, no al interior, sino al exterior de la comisión”.
Espinosa de los Montero apuntó que el acuerdo es celebrar una reunión con el coordinador de la bancada mayoritaria (PRI-PVEM) en el Congreso del Estado, Jorge Varona Rodríguez, para sacar el mayor número de iniciativas rezagadas a votación del pleno: “Quedamos de sentarnos con el diputado Varona para analizar todas las iniciativas que tenemos en la comisión para ver cuántas pueden salir en este periodo, sacarlas y que ya sea el Pleno quien las rechace o las apruebe, pero que no se queden ahí guardadas porque hay cosas que es necesario hacer por la gente”.
Según un estudio realizado por la asociación civil Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire) respecto a la violencia obstétrica en el país para el año 2015, en Aguascalientes se han presentado dos quejas por malos tratos y negligencia médica contra mujeres en el marco de la atención del parto ante las secretarías de salud locales, así como una por violencia obstétrica.
En la Comisión Estatal de Arbitraje Médico (Coesamed) se han presentado cuatro por quejas, malos tratos y negligencia médica durante el parto, y ninguna por violencia obstétrica debido a que dicha comisión se declaró incompetente para conocer de quejas relacionadas con ese tema. En el caso de Aguascalientes no se ha presentado ninguna denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
El estudio añade que las legislaciones locales no cuentan con marcos normativos necesarios para la protección de las mujeres referente al proceso y la atención que deben recibir para dar a luz, así como las condiciones médicas insalubres y de discriminación a las que muchas veces deben enfrentarse: “Las manifestaciones de violencia obstétrica pueden abarcar: […] desde regaños, burlas, ironías, insultos, amenazas, humillaciones, manipulación de la información y negación al tratamiento, sin referir a otros servicios para recibir asistencia oportuna, aplazamiento de la atención médica urgente, indiferencia frente a sus solicitudes o reclamos, no consultarlas o informarlas sobre las decisiones que se van tomando en el curso del trabajo de parto, utilizarlas como recurso didáctico sin ningún respeto a su dignidad humana, el manejo del dolor, durante el trabajo de parto, como castigo y la coacción para obtener su ‘consentimiento’, hasta formas en las que es posible constatar que se ha causado daño deliberado a la salud de la afectada, o bien que se ha incurrido en una violación aún más grave de sus derechos”, se lee en el estudio.
Agrega: “se estima que para el año 2030 existirán 3.1 millones de embarazos en México. Para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos, el Estado mexicano deberá proveer atención en salud disponible, aceptable, accesible y de calidad. El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) firmados por México en 1990 incluye la reducción en 75% de la razón de mortalidad materna así como el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva. La saturación del sistema de salud -en particular de los hospitales de segundo y tercer nivel que proporcionan atención obstétrica a las mujeres- afecta de manera importante la calidad de la atención y dificulta el cuidado de emergencias obstétricas”.