París: la tragedia
Omar Williams López Ovalle
Queda de manifiesto que los recientes atentados en la ciudad luz constituyen un acto de Barbarie. Salvajismo puro, en su grado más cruel e inhumano. Actos terroristas en los que murieron personas de diversas nacionalidades, lo que nos sigue confirmando la ciudad cosmopolita que ha caracterizado a París desde hace varios lustros como cuna de los derechos humanos, entendidos en términos modernos.
Lo que no queda claro es por qué los terroristas que perpetraron tales actos de barbarie en su mayoría son de ciudadanía francesa. Tampoco queda claro la ineficacia total de los servicios de inteligencia del Estado francés, que fue incapaz de prevenir los atentados de tal magnitud. El prestigio de los servicios de espionaje francés ha quedado en entredicho e incapaz de proteger a sus propios ciudadanos.
Lo que tampoco queda claro es la reacción igualmente sanguinaria y atroz contra el pueblo sirio. El gobierno francés, en un acto lleno de emociones enarboladas entre la vergüenza de su incapacidad para defender a su pueblo, enarbola la bandera de la venganza colectiva.
El Estado sirio, con una población de un poco más de 20 millones de habitantes, ubicado en lo que se conoce como el oriente próximo -los que saben de estas cosas nos dicen que la división de los pueblos de oriente en próximo, medio y lejano, se toma a partir de la perspectiva de la cercanía con Inglaterra-, surgió derivado del trabajo que realizaron los cartógrafos en los tratados entre Inglaterra y Francia, después de la Gran Guerra, sin tomar en cuenta la historia -milenaria por cierto, y anterior a la cultura occidental- de los pueblos árabes ya en conflicto desde antes de Cristo. Estos es atendiendo a los intereses occidentales, tanto económicos como políticos.
El pueblo sirio tiene un gran problema de geografía, sus territorios son la mejor ruta entre Europa y la reserva petrolera más grande del mundo. Parte de los ingresos de Siria se originan por el derecho de paso de los ductos de las compañías petroleras que venden el energético a Europa.
Inmerso desde hace años en una guerra civil por demás cruenta, donde la agricultura prácticamente desapareció, porque los agricultores o se sumaron a la guerra o migraron en busca de una mejor vida. Los campos agrícolas fueron cambiados por campos de batalla.
Una de las reacciones de la comunidad internacional, que llamó la atención oponiéndose de alguna manera a las reacciones bélicas del mundo occidental, fue la gran crítica que se hizo a la compañía Facebook, que propuso poner como telón de fondo la bandera francesa, y fue tal la críticas que obligaron a su director Mark Zuckerberg a precisar que activara sus actividades para salvaguardar a las personas de otras nacionalidades.
Sin duda alguna, la reacción del mundo occidental para combatir al llamado Estado Islámico, tendrá como consecuencia su eliminación, los actos terroristas son y serán actos de la vileza humana más sanguinaria y reprochable. Combatir un Estado amorfo no será cosa sencilla, esperemos que no sea el pueblo Sirio el que pague los platos rotos por la codicia de un territorio estratégico.
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Atentados en París, un capítulo más de la tercera guerra mundial
Fernando Aguilera Lesprón
Recuerdo el día que el mundo occidental despertó con la noticia transmitida en vivo de los atentados en diferentes puntos de Estados Unidos; ese día muchos pensamos que era el inicio de la tercera guerra mundial.
Los actos terroristas en territorio yanqui fueron responsabilidad del grupo terrorista Al Qaeda, cuyo líder y fundador era Osama Bin Laden, un yihadista de origen saudí que irónicamente fue entrenado y financiado por la Agencia Central de Investigación (CIA, por sus siglas en inglés) en la guerra de Afganistán en contra de la URSS.
Catorce años después París fue blanco de actos terroristas perpetrados por el Estado Islámico (EI), que tuvo su origen en 2006 por Al Qaeda con la intención de repeler a tropas estadounidenses presentes en la región de Irak en 2004. Aunque el intento se vio disminuido por la acción bélica gringa y la creación de consejos Sahwa, integrados por sunitas que no coincidían con el sanguinario modo de actuar del EI; el grupo se fortaleció en 2010 cuando Abu Bakr al Baghdadi tomó el liderazgo y tres años después se separó de Al Qaeda para aliarse con el Frente al Nusra para derrocar al presidente sirio Bashar al-Asad.
En 2014 tomó control de Mosul y declaró un califato islámico con los territorios bajo su control en Siria e Irak, sin embargo, pretende extenderse a norte de África, Líbano, Jordania y “liberar” a Palestina. Según datos de la CIA, el EI cuenta con un ejército de entre 20 mil y 30 mil hombres.
Su financiamiento se daba gracias a algunas personas de países como Qatar y Arabia Saudita, aunque ahora son un grupo autosustentable gracias a la venta de petróleo y gas de los yacimientos que controla de impuestos recaudados en su territorio y de actividades delictivas como el secuestro, el contrabando y la extorsión.
El Estado Islámico se atribuyó la autoría de los ataques en París con el mensaje publicado en foros y redes sociales yihadistas: “Ocho hermanos provistos de cinturones explosivos y fusiles de asalto atacaron objetivos seleccionados minuciosamente en el corazón de la capital francesa”.
Además, justifica sus amenazas y ataques argumentando que Francia “se ha atrevido a insultar al profeta Mahoma, se ha jactado de luchar contra el islam en Francia y ha atacado a los musulmanes en la tierra del califato con sus aviones, que no les sirvieron de nada en las apestosas calles de París”.
También se hace referencia a los cientos de “idólatras” que se encontraban en la sala Bataclan, donde se realizaba un concierto de rock, en el que fueron asesinadas un centenar de personas, al que los yihadistas calificaron como una fiesta de perversidad y tacharon a París de “capital de la abominación y de la perversión” y de portar “la bandera de la cruz (en referencia al cristianismo) en Europa”.
La cosa no para ahí, la organización terrorista lanza una amenaza a la sociedad francesa y sus aliados: “Que sepa Francia y los que van en su camino que van a estar a la cabeza de los objetivos del Estado Islámico y que van a seguir notando el olor de la muerte por haber liderado la cruzada” contra los extremistas en Siria e Irak. Sentenció que: “Esto es solo el inicio de la tempestad y una advertencia para los que quieran meditar y aprender lecciones”.
¿Por qué decir que es un episodio más de la tercera guerra mundial? Debemos recordar, además de la Guerra del Golfo que iniciara Estados Unidos en contra de Irak, que en 2013 durante una reunión de G-20 en Rusia el presidente anfitrión Vladímir Putin declaró que intervendrían militarmente en caso de una ofensiva de los Estados Unidos en contra de Siria con el pretexto de defender los derechos humanos y la democracia, con el apoyo de Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudita y el Reino Unido, el primer ministro de este último tuvo que retirar su apoyo por instrucción del parlamento tras el rechazo del pueblo inglés.
No debemos olvidar que las guerras regularmente tienen intereses económicos, que en el caso de la región del mediterráneo es el petróleo, sin embargo, en los próximos años se irán agregando más tópicos a los conflictos internacionales como es el control de los mantos acuíferos potables, el abandono del dólar como moneda oficial de las reservas de economías como la rusa y la china; y el colapso político de países sumergidos en la corrupción y con grandes desigualdades económicas y sociales. Al tiempo…