- La mezquitera es un sitio de captación de lluvia que evita el escurrimiento de agua calles abajo
- Además su vegetación modera la temperatura de los fraccionamientos adyacentes
- Hay inconsistencias en el proyecto de construcción presentado por los fraccionadores, señala Conafor
Vicente Díaz Núñez, delegado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Aguascalientes, consideró que será difícil compensar los efectos colaterales a la urbanización de La Pona: “estamos hablando de derribar siete mil de los doce mil árboles que existen, es casi un 60 por ciento de la cobertura vegetal, eso quiere decir que en el resto del terreno se asentará una plancha de concreto”.
Explicó que la mezquitera funciona como un espacio de captación de agua y retención de suelo gracias a la vegetación. Sin la presencia de los árboles, la lluvia caería directamente sobre la tierra generando su desprendimiento, el cual posteriormente sería arrastrado a las colonias aledañas a Adolfo López Mateos, que solían ser afluentes del río Chicalote antes de que la zona se urbanizara: “como las raíces de los mezquites están extendidas retienen el suelo y los espacios porosos permiten la infiltración de lluvia, además la cubierta de hojas amortigua la caída del agua (…). Si ya no hay un espacio cubierto de vegetación que disminuya la velocidad de escorrentía y retenga ese suelo el lodo se depositará en los viejos sitios de acumulación al cabo de diez años cuando mucho”.
El funcionario federal agregó esta reserva natural también modera la temperatura de los fraccionamientos adyacentes; tender una plancha de concreto causaría la evaporación directa de la precipitación que caiga aumentando la sensación térmica.
Subrayó que ambos fenómenos ocurrirían aun conservando una parte arbolada, como lo plantearon los constructores.
En la reunión pública realizada el 17 de noviembre, los interesados en construir un fraccionamiento expusieron que casi la totalidad de la flora que se abatirá son hierbas y arbustos, cuando en realidad muchos son árboles que forman parte de un bosque espinoso que además alberga fauna en peligro de extinción.
La Pona es hogar de animales protegidos por la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 referente a especies en riesgo de desaparecer, en este caso un anfibio y dos variedades de paloma. Este factor podría ser determinante por sí solo en el cambio de uso de suelo que se tramitará una vez autorizada la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA): “Aunque la MIA apruebe un fraccionamiento esto no quiere decir que se autorice a los empresarios la construcción, posteriormente la empresa deberá tramitar licencias de construcción y cambio de uso de suelo ante la Secretaría de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial (Seguot). Después deberán solicitar ante la Secretaría de Medio Ambiente del Estado (Smae) la licencia de construcción urbana”.
Díaz Núñez aclaró que La Pona forma parte de un área prioritaria de conservación aunque carezca un plan de manejo como el que tienen las áreas naturales protegidas.
Asimismo desmintió que la mezquitera sea un bosque viejo, como declararon algunos funcionarios públicos, ya que la presencia de árboles con tallos inferiores a 25 centímetros habla de que son ejemplares jóvenes: “el cabo del tiempo el sitio naturalmente se va a regenerar si no se concreta el proyecto”.