- Mensualmente Dejemos de Ser Espectadores organizará una mesa de reflexión de un personaje determinado
- El académico Luciano Ramírez dialogó sobre Francisco Villa y su importancia en la Soberana Convención
En busca de fomentar una educación cívica, cultural e histórica en la población de Aguascalientes, la organización civil Dejemos de Ser Espectadores organiza mesas de reflexión mensuales en torno a personajes que han sido relevantes en la historia del país, y especialmente del estado, pero que por el paso del tiempo se les ha dejado en el olvido.
La mañana de ayer correspondió a Francisco Villa y su participación en la Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes, así como su relación con la prensa de la época, alianzas con Emiliano Zapata y una serie de anécdotas de la vida del jefe de la División del Norte; todo esto como parte de las investigaciones auspiciadas por la Universidad Autónoma por el año de la Soberana Convención, a cargo del especialista en historia, Luciano Ramírez Hurtado.
Minutos antes de iniciar se informó ante un público reducido y en su mayoría estudiantes de historia e integrantes de la asociación que con apoyo del Congreso local se trabajarán eventos de reflexión de esta naturaleza al menos una vez al mes, en referencia a fechas y personajes importantes como el caso de Villa, quien justamente el 17 de noviembre se levantó en armas; antes que Madero.
Para iniciar, el exponente subrayó que la figura de Francisco Villa fue reivindicada hasta después de los años 50 tras muchos estudios y lucha de historiadores, ya que anteriormente se le daba una imagen de bandolero sangriento, esto desde la voz oficial por su obvia línea contradictoria. Durante poco más de una hora mostró diversas fotografías, publicaciones relativas a la Soberana Convención así como clips de filmaciones, las cuales explicó haber sido redescubiertas, pues se restauraron sin encontrar restos de sus autores.
El público cuestionó el tema del presidente provisional Eulalio Gutiérrez, las circunstancias de su asesinato y las batallas que Francisco Villa perdió en la zona del Bajío como el caso de Celaya. A grandes rasgos el académico integrante del Sistema Nacional de Investigadores detalló la participación del personaje con base en el material visual.
Se señaló que el Archivo Histórico estatal tiene en su poder una camisa del general revolucionario, misma que iba a ser expuesta en la charla pero debido a su delicadeza fue enviada a conservación: “es una prenda de más de cien años pero es parte del acervo que tenemos de este evento histórico”, su relevancia cae en que después de perder la batalla de Celaya, el general Jesús H. Alba resguardó a Villa en la ciudad de Aguascalientes: “le dio oportunidad de protegerse para continuar con la lucha, y aquí se quedaron algunas cosas del jefe de la División del Norte”.
Cuando Villa estuvo en la ciudad mandó a acuñar algunas monedas en los talleres del ferrocarril, dos de ellas fueron expuestas en el vestíbulo del Congreso local como parte de la mesa de reflexión: “son de las más valiosas para los historiadores y coleccionistas por la rareza de las mismas”; éstas estuvieron acompañadas de un par de billetes pequeños que se hicieron también en esas fechas en la entidad, tanto para circulación local como de uso único en Chihuahua. Este exhibición fue prestada por la Casa Numismática Parra y Sucesores.
Marco García Robles, integrante de la asociación Dejemos de Ser Espectadores, hizo énfasis en que la intención que tienen como comunicadores, investigadores e historiadores con este movimiento es que la población tenga un mayor acercamiento con la historia propia de la nación y que no se pierdan los valores que por generaciones y épocas se luchó por conseguirlos.
“Parece que poco a poco se están olvidando, mucha gente cree que sólo son nombres de calles, cuando son personales homenajeados de esa forma por lo que dejaron, por su legado en investigación, actos políticos o sociales, en el arte, la ciencia o la historia”. La próxima mesa trabajará un homenaje Jesús Díaz de León, ahora con sede en la escuela primaria que lleva su nombre; la decisión se tomó con base en su trabajo académico e histórico, al ser un filólogo y traductor del hebreo que su libro de texto se consultaba nacionalmente y vivía en este estado; a pesar de todo su esfuerzo, la sociedad actual lo desconoce.