- Es momento de hacer ciudadanía mediante la rotulación de paredes
- Estudiantes de Artes Visuales rindieron homenaje a los migrantes
- Cámara, putos es una pieza que expresa preocupación por la patria nómada. Fue colocado sobre un tramo de vía férrea de Gómez Morin
Un grupo de jóvenes en Aguascalientes considera necesario poner en la vía pública, en sitios visibles, problemáticas como la migración.
Cámara, putos es una de 200 piezas pensadas para su colocación a la vista de todos. Los integrantes de Máquinas deseantes, donde participan estudiantes de artes visuales, pintaron un México con piernas, maleta y sombrero junto a la vía del ferrocarril, justo frente a donde se alzará el Macro Espacio Cultural Aguascalientes, una de las obras con que se despide el gobernador Carlos Lozano de la Torre.
Decenas de migrantes caminan todos los días por Gómez Morin con rumbo a Estados Unidos, movidos por la necesidad familiar, lo cual impulsó a los autores a generar un homenaje a la patria nómada: “Andar las calles es un acto político en donde se debaten las fuerzas públicas, el Estado, la iniciativa privada y la ciudadanía. El Estado y la iniciativa privada son quienes regulan, administran, compran, venden y rentan la superficie de la tierra, y a nosotros, los ciudadanos, los civiles, los paseantes, no nos queda de otra que transcurrir sin gran posibilidad de tomar parte de la construcción de la realidad urbana”.
Un stiker como Cámara, putos, consideran los creadores de la serie, constituye una oportunidad de empoderamiento y pronunciamiento cívico.
La expresión sobre paredes, postes y camiones urbanos, consideran, no es vandalismo, sino una puerta para ejercer ciudadanía: “Este tipo de proyectos no son redituables, o por lo menos no de manera inmediata. Lo chido de todo es partir desde otra lógica, que no es la lógica del capital, del mercado, de las vallas publicitarias y los espectaculares, sino de la lógica del caminante, del habitante de la ciudad”.
Las bodegas del molino San Marcos, cercanas a la Alameda, también fueron intervenidas por Máquinas deseantes. Pintura, cubetas y brochas sirvieron como medio para exponer inquietudes juveniles: “Con un guión museográfico muy básico, logramos ofrecerle a la banda una selección de obras en fotocopia, tres piezas rotuladas y una calaverita sobre el muro. Por las noches, en la esquina se ponen unos tacos, y durante el día la gente camina las banquetas. Nosotros humildemente museografeamos la ciudad”.