- Los recursos recaudados por el abatimiento de vegetación ingresan al Fondo Forestal Mexicano
- Con esta bolsa se ha financiado la plantación de cuatro millones de árboles en el estado: Conafor
Derribar árboles en zonas forestales ha costado nueve millones de pesos a empresas y gobiernos en lo que va del año, informó el delegado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Aguascalientes, Vicente Díaz Núñez.
El cobro depende de las características del área natural, las condiciones socioeconómicas del entorno, la cultura forestal, el régimen de tenencia de la tierra, el régimen actual de uso de los recursos, así como la oferta y la demanda. En la entidad, por cada hectárea abatida, donde la vegetación esté conformada principalmente por mezquite, se tiene que pagar un monto de nueve mil pesos: “aunque definitivamente no representa el valor de la vegetación forestal; el valor es mucho más alto”.
El dinero que se obtiene mediante la compensación por tala de árboles se integra al Fondo Forestal Mexicano (FFM), con el que se financian diversos servicios ambientales para la conservación, incremento, aprovechamiento sustentable y restauración de los recursos forestales, detalló el funcionario federal.
Destacó que por medio de estos recursos en 2015 se han plantado cuatro millones de árboles en los once municipios de la entidad, pertenecientes a especies nativas, como mezquite, huizache, mimbre, varaduz o ceiba, cuya sobrevivencia es del 90 por ciento: “lo que se comprueba al alcanzar el doble de altura del tamaño con el que se sembraron”.
El funcionario federal advirtió que en zonas catalogadas como Áreas Prioritarias para la Conservación, donde las masas forestales son abundantes, no se autoriza el cambio de uso de suelo. Comentó que en Aguascalientes la superficie de hectáreas protegidas es de alrededor de 120 mil.
A pesar de las acciones de protección de suelos, el titular de Conafor advirtió sobre la pérdida de áreas agrícolas, que son las que tienen mayor potencial de producción de alimentos. Estimó que en las dos últimas décadas se ha urbanizado el 15 por ciento de la zona agrícola de Aguascalientes, siendo los municipios de Asientos, Cosío, El Llano, Tepezalá y Rincón de Romos los más abatidos en esto sentido: “ahí se realizaban actividades agrícolas, pero la producción en alimentos en las áreas de temporal no son suficientes para abastecer de comida a toda la población de Aguascalientes”.
En contraste, en ese mismo periodo la población de la entidad ha crecido en un 50 por ciento, por lo que de continuar en esa tendencia se corre el riesgo de no poder satisfacer las demandas de consumo.
Díaz Núñez refirió que la excesiva autorización de nuevos desarrollos habitacionales ha generado la pérdida de suelos con potencial para la agricultura, actividad que año con año reduce sus límites, mientras la población del estado se encuentra en aumento.