Estimado lector, esta semana, después del susto -bochorno, del huracán Patricia, el cual parecía que sería devastador y gracias a Dios no paso de un susto y una bronca fenomenal para un conocido conductor de la localidad por su “alarmismo”-, tenemos que regresar a la realidad cotidiana que todos vivimos. En días pasados han ocurrido ciertos eventos que nos hacen pensar que verdaderamente la calidad de nuestras Cámaras sobre todo de la recién electa de diputados, está en los suelos.
Hace unos días, fue entregada la Ley de Ingresos para el año 2016 a la Cámara de Diputados para su discusión, reformulación y aprobación en su caso. La semana pasada, no sé si por las prisas del huracán, o porque realmente trabajan tanto que ya se querían ir a descansar, aprobaron dicha ley. Y la hicieron otra vez.
La aprobación que hicieron nuestros diputados raya en lo irresponsable. Ya se sabía de antemano que 2016 será un año difícil para las finanzas públicas, sobre todo por causa del petróleo, del precio del mismo y los niveles tan bajos que se tienen en el mercado internacional, y que se prevé que en el corto plazo sigan en esos niveles o de hecho más bajos.
Entonces, nuestros diputados, lo hicieron otra vez. Para darle 16 mil millones de pesos más al presupuesto de egresos a través de la Ley de Ingresos y lograr tener ingresos por cuatro mil 763 billones de pesos.
¿Cómo lograron ese aumento? Mediante tres “mini” modificaciones que podrán tener repercusiones importantes en la vida diaria de todos los mexicanos.
La primera modificación que se hizo fue elevar la meta de recaudación del SAT, previendo para tal efecto, que el PIB del país tiene que crecer entre 2.6 y 3.6% el año que entra. Las previsiones de diferentes actores económicos mundiales y del país dan un crecimiento máximo para México de 2.5%. Entonces para lograr ese techo se han hecho algunas modificaciones a las atribuciones del SAT para el cobro de impuestos a su masa tributaria normal (léase todos nosotros) y muchas de ellas rayan en el terrorismo fiscal.
Si el SAT no logra (como ya se está revisando que no llegará a la meta) esta meta, entonces se tendrá que aumentar el techo de endeudamiento previsto para el próximo año.
Aunado a esta modificación, la Secretaría de Hacienda, previendo que el precio del petróleo viene a la baja, contrató coberturas a 49 dólares el barril, es decir, que pase lo que pase con el petróleo y su precio, si baja de 49 dólares el barril entrarían automáticamente las coberturas. La Cámara de Diputados, con toda su “sapiencia”, decidió que ese precio era muy bajo y lo aumentó a 50 dólares, un dólar por barril más. Si el precio no se logra en esos niveles, lo que pasará es algo que todos ya sabemos. Se tendrá que emitir mayor deuda entonces.
Y también pensando en lo que se vivió este año, subieron el tipo de cambio promedio de venta del petróleo de 15.90 a 16.40, cuando por años se ha visto que cuando hay un año con una devaluación importante, el siguiente se tendrá una recuperación en el tipo de cambio importante.
Así las cosas, pareciera que sin más, se tendrá que elevar el techo de deuda del Gobierno Federal en otros 16 mil millones de pesos para poder subsanar los errores de nuestros diputados.
En otro orden de ideas, pareciera que se puso de moda que todos los candidateables hicieran su informe de actividades con la consecuente publicitación del mismo a través de espectaculares y revistas y periódicos de sociales.
Sé que no están infringiendo la mayoría de ellos la ley, pero también que hay que tener un poquito de congruencia y sobre todo de buen gusto. Es increíble la transformación que muchos de ellos han tenido en sus fotografías contra la realidad, pero la que se lleva el premio es Sylvia Garfias, la cual parece modelo de Televisa en sus espectaculares y no se parece en nada a la realidad.
Si a mí me preguntaran, yo elegiría, pero ya, a los candidatos de cada partido para que nos evitaran la pena de estar criticando. Es más, yo para el PAN, haría la dupla Martín Orozco-Paquín González para gobernatura-presidencia municipal, y por el otro lado, Lorena Martínez-Alejandro Alba en el PRI para la misma fórmula. Eso sería una situación ideal para todos.
Pero eso es algo que sale de mis manos.