La cuarta temporada de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes ha sido enfocada a hacer un recorrido por la historia de la música iniciando con el período barroco la semana pasada, uno de los más extensos y, consecuentemente, más fértiles con más o menos 150 años de duración, de 1600 a 1750. El segundo concierto, el del pasado viernes 23 de octubre, correspondió al período clásico, cronológicamente continúa al barroco. Es un período musical muy breve pero rebosante de propuestas y nuevas directrices, entre ellas, vale la pena reconocer el surgimiento de la sinfonía y del cuarteto de cuerdas cuya paternidad se atribuye a Grand Joseph Haydn, además de la forma sonata, pero sobre todo la creación de la orquesta sinfónica
Sin duda, los dos compositores más representativos del clasicismo musical son Wolfgang Amadeus Mozart y justamente Franz Joseph Haydn. De estos dos icónicos compositores del más estricto y ortodoxo clasicismo vienés, escuchamos inicialmente la Obertura de la ópera La flauta mágica del príncipe de Salzburgo. De Haydn escuchamos inicialmente el Concierto para Violoncello en Do mayor con la participación de la maestra Karla Pineda Mondragón oficiando como solista. Después del intermedio escuchamos la célebre Sinfonía Londres, la No. 104, última de su inmenso corpus sinfónico. El director para el segundo programa de la cuarta temporada fue el maestro Juan Carlos Lomónaco, uno de los directores jóvenes más solventes e inteligentes del panorama de la dirección orquestal en México. Hemos tenido la oportunidad en Aguascalientes, por lo que debemos sentirnos afortunados, de haberlo tenido varias veces con nuestra sinfónica, sin duda es el director que hizo importante a la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez.
El maestro Lomónaco mantuvo siempre un altísimo estándar en su trabajo al enfrentarse a un repertorio que, si bien nos resulta demasiado familiar, no por eso deja de tener sus excentricidades e intensos niveles de exigencia, de hecho, el maestro Lomónaco es un director muy ecléctico, puedo decir, sin temor a equivocarme, que se le da prácticamente cualquier repertorio, le he escuchado trabajando con obras de, por ejemplo, Eugenio Toussaint (q.e.p.d.) o de Carlos Jiménez Mabarak, compositores mexicanos contemporáneos con una música excelsa, y su trabajo es igualmente solvente con este repertorio que lo que nos mostró dirigiendo a Mozart y Haydn.
En el Concierto para Violoncello de Haydn, por cierto, con una dotación instrumental que acaso podríamos llamar ensamble, o en todo caso, orquesta de cámara, esto de acuerdo a las exigencias orquestales del clasicismo vienés, encontramos a una solista, en este caso la maestra Karla Pineda Mondragón, con muchas dudas al inicio del concierto, algunos problemas de afinación imposibles de ignorar, pero finalmente pudo definir con decoro la cadenza del primer movimiento y enderezó el camino durante el resto del concierto encontrando la confianza y ofreciendo una digna versión de esta bellísima página concertante de Haydn.
El público que asistió al concierto, escaso seguramente intimidado por las amenazas del huracán Patricia, aplaudió con generosidad el trabajo de la maestra Pineda Mondragón.
Después del intermedio disfrutamos de la Sinfonía Londres, escrita en la tonalidad de re mayor y la última de las 104 compuestas por Franz Joseph Haydn con un trabajo puntual y convincente a cargo del maestro Juan Carlos Lomónaco, ya lo habíamos comentado líneas arriba, es una de las batutas más solventes en el escenario, generoso, por fortuna, de directores jóvenes que integran nuestro horizonte en lo que se refiere a la dirección orquestal.
El punto crítico lo encontramos, afortunadamente, ajeno al contexto musical, ya es este el segundo concierto de temporada y todavía no están listos los programas de mano, no recuerdo, salvo que tú me corrijas, que esto hubiera sucedido anteriormente. Quedan cinco conciertos en la cuarta temporada del año 2015, esperemos que para la próxima semana ya contemos con este material.
El tercer programa originalmente correspondía al romanticismo con Schumann, Mendelssohn y Berlioz, pero de acuerdo a la información que la coordinación de la Sinfónica me hace llegar, lo que escucharemos en el tercer concierto es al maestro Román Revueltas dirigiendo la Sinfonía No.4 en Mi bemol mayor conocida como “romántica” de Anton Bruckner, “el trovador de Dios” y que originalmente estaba ubicado en el cuarto concierto correspondiente a un romanticismo tardío, en fin, estas graves imprecisiones podrían evitarse de contar oportunamente con la publicación del programa de conciertos correspondiente a la cuarta temporada. De cualquier manera, la cita con su majestad la música es el próximo viernes 30 de octubre a las 21:00 horas en el Teatro Aguascalientes, por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario. Hasta entonces.