Por Jaime Dávila Villasana
El 26 de diciembre de 2010 el periódico New York Times (NYT) publicó el artículo The Looming Crisis in the States, algo así como “La crisis que se avecina en los estados”, para alertar a la opinión pública y autoridades de la inminente quiebra de muchos estados y municipios de USA.
Recordemos que por esos años la crisis del 2008 seguía pegando muy fuerte a los gobiernos locales estadounidenses, quienes tenían que echar mano de los fondos de ahorro de emergencia para hacer frente a obligaciones financieras y a la caída de la recaudación fiscal.
Por esos días el NYT continuó con el seguimiento al tema publicando dos excelentes artículos (A Path Is Sought for States to Escape Their Debt Burdens del 200111, y Where Budget Gaps, and People, Are Few del 220111) donde ampliaba su análisis del tema.
Bajo las reglas financieras de entonces (y de ahora) los estados de USA no pueden declararse en bancarrota pero los condados y ciudades sí. En ese entonces 44 de 50 estados reportaron un déficit fiscal para 2012; Illinois y Nevada de ¡más de 40%!
De ese año a la fecha ningún estado gringo entró en default pero se sometieron a tremendos ajustes fiscales y negociaciones con sindicatos para reducir las pensiones. Por otra parte, decenas de ciudades y municipios sí se apegaron a la quiebra, sobresaliendo el caso de Detroit quien todavía se encuentra en dicho estatus y siguiendo su plan de reestructura. Se espera que pronto salga de ella.
Por esos mismos meses algunos estados mexicanos ya mostraban situaciones financieras preocupantes y en agosto del 2011 estalló el Moreirazo en Coahuila. Por el lado de los municipios la situación no era mejor, viviendo (y viven) muchos de milagro.
De ese año a la fecha hemos hecho muy poco como país para arreglar de fondo el problema, mientras que las deudas en estados y municipios siguen incrementándose sin parar. Es cierto, se hicieron algunos ajustes constitucionales para imponer algo de disciplina fiscal a estos dos órdenes de gobierno y en agosto el presidente Peña remitió al Congreso su iniciativa de Ley de Disciplina Financiera para Entidades Federativas y los Municipios.
Pero mucho me temo que a estas alturas, y en el apartado jurídico, la ley antes citada es meramente una aspirina y que lo que realmente necesitamos es una Ley de Quiebras para Estados y Municipios que permita hacer cirugías mayores financieras por expertos y no por políticos.
Por supuesto la Ley de Quiebras tampoco sería suficiente, toda vez que se necesitan otros elementos para corregir de fondo el problema (certificación de tesoreros, castigo a malos administradores, etc.), pero sería un buen principio para arreglar en buena medida el complejo problema de la pésima administración de los recursos que hacen los gobiernos estatales y municipales.
@jvillasanad
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