Francisco Chávez Rangel dijo que en los dos últimos meses el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) ha penalizado a más de diez cooperativas por la venta de alimentos inadecuados, y lamentó que la compra de chatarra aún resulte sencilla para la comunidad escolar: “Todavía nos queda un esfuerzo importante, seguimos controlando los alimentos que se venden hacia el interior de los centros escolares, hay normatividad específica (…). (Aunque) seguimos teniendo un problema: tan solo estiran la mano por entre la reja y encuentran comida afuera. Hace algunos días hacíamos el llamado a las autoridades municipales para que ya no siguieran otorgando permisos de venta, eso nos hace muchísimo daño”.
El titular de la dependencia señaló que al inicio del ciclo escolar fue necesaria la manufactura de uniformes de tallas superiores para adaptarse a las medidas de algunos alumnos. No obstante descartó un problema de obesidad.
–¿Qué sanciones hay para las cooperativas?
–Hay una sanción única, es el retiro de la concesión. En el momento en que nosotros detectamos que se está violando el reglamento de alimentos, se pierde. Hemos sido muy estrictos, tenemos un órgano que está haciendo las funciones de contraloría en la venta. Nos ayudan los padres de familia, los consejos escolares, también están atentos nuestros maestros y los directivos.
Chávez manifestó que el problema con la cooperativas no resulta alarmante, pues en el estado hay mil 750. En el lonche que los padres llevan a los niños, reconoció, todavía abunda la comida con alto contenido en calorías, lo cual abre una oportunidad de trabajo para el instituto. Añadió que al menos seis de las concesiones suspendidas tienen sede en los municipios del interior.