En próximo sábado 26 de septiembre se cumple un año de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. Nada nuevo bajo el sol, el gobierno y la justicia mexicana permanecen revolcados en un lodazal del que no se mira cómo puedan salir sin dar cuentas a la sociedad y desde luego sin deslindar responsabilidades por el engaño que desde la investigación y para rematar en sus conclusiones intentaron imponer con el franco ánimo de ocultar la verdad de los hechos ocurridos contra los 43 estudiantes.
La llamada verdad histórica que Jesús Murillo Karam tanto vociferó y defendió con espada en estos días se ha desmoronado sin que el exprocurador esté al menos cerca de pagar por su irresponsabilidad y manejo falso de información tan delicada, pero así es la justicia en nuestro país, manipulable y caprichosa. En los siguientes días veremos hasta dónde puede el Gobierno Federal seguir salvando al exprocurador porque a todas luces parece inevitable que si el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto quiere mostrar un rostro que le componga un poco la pésima imagen que tiene ante el país y el mundo, no le queda otra más que señalar a Murillo Karam y fincarle la responsabilidad que le toca, pero eso está aún por verse.
Será entonces este jueves el día en que nuevamente Peña Nieto se reúna con los familiares de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el acto no será sencillo para el Gobierno Federal que tiene cero credibilidad en temas que tienen que ver con la justicia, la transparencia y la evidencia a todas luces de la alianza existente entre las fuerzas de seguridad pública y los grupos del crimen organizado que operan en nuestro país. Por eso digo, una tarea nada fácil para el gobierno.
Al mismo tiempo resulta obvio el viraje que intenta dar la administración peñista pues eso de las reformas estructurales han resultado un desastre, de la energética ni hablar, el desplome en los precios del petróleo le hicieron una muy mala jugada a la promesa del progreso y el avance para México, la Reforma Hacendaria está en una crisis tremenda con las decisiones tomadas por Estados Unidos y por si fuera poco el sector empresarial dice que ha sido muy golpeado por esta reforma, que lejos de incentivar ha desalentado al gremio y un claro ejemplo es que la decisión federal de no aumentar los impuestos para el 2016 es ya el golpe dado a empresarios y la delicada relación entre este sector y el gobierno. Y otra, no olvidemos la reforma central que se sacaron de la manga, pues no pegó la Energética que es a la que todos le habían apostado, incluyendo a los panistas, debajo del brazo sacan la Reforma Educativa, el gobierno da palos con los ojos vendados, al final el balance no le favoreció mucho, pues el dinosaurio priista, Emilio Chuayffet, tuvo que irse tras bambalinas después de tanta regada y luego vino un bombardeo brutal sobre los beneficios de la Reforma Educativa, de la evaluación hasta que nuevamente en el panorama gubernamental apareció la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE y les nubló el panorama, Oaxaca fue epicentro de tanto movimiento, el gobierno derrochó millones de pesos en los comercios locales para que la gente no apoyará las movilizaciones de la CNTE, según era un apoyo a la afectación que les dejaban las movilizaciones del magisterio disidente, lo mal calculado es que resultó que la CNTE estaba en varios estados respondiendo al oficialismo, hasta la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, salió a quejarse y denunciar amargamente el manipuleo que se hace con los programas sociales, en un pésimo ensayo de honestidad, la exsecretaria salió bastante raspada después de que tras la mitad de su gestión el balance diera un incremento de 2 millones más de pobres en México, obvio, el fracaso de la política social en el país, así que mejor la mandaron a Sedatu. ¿Y la Reforma Educativa, dónde quedó? ¿Quién habla ahora de ella? Error tras error en el Gobierno Federal.
Sin duda alguna, los gobiernos gastan muchísimo en asesores y la verdad es que no les sirven para casi nada. Hay una urgencia de que los gobiernos de los tres niveles tengan un rostro social, porque los acontecimientos del país así lo están demandando, pero como sus asesores vienen de la clase política empresarial mayormente dirigen a los gobiernos a inventar y vender el supuesto desarrollo, el bienestar y el avance económico que no se siente, el que nunca se llega.
En Aguascalientes, el gobernador Carlos Lozano de la Torre no puede dormir, según él mismo lo dijo, porque el presidente Peña Nieto le reclamó los malos resultados en las elecciones locales, de qué sirve ser de los mejores o el mejor estado si no se capitaliza en votos, si las últimas elecciones el PRI ha sido el gran perdedor. Mucha Nissan, mucha inversión y demás, pero el ¿rostro social? La política pública completamente perdida, invisible porque la dejan en un pésimo sentido asistencial que desarrolla el DIF estatal. Y en el municipio no cantan mal las rancheras, el PAN y Antonio Martín del Campo no salen de la obra pública, vieja fórmula electorera y la política social abandonada, los millones se van a la obra pública a poner concreto y más concreto, para nada se repiensa un municipio sustentable, su idea de desarrollo es un bloque de cemento que haga arder la ciudad, total, la ecología ¿a quién le importa? Si ya pintaron las ciclovías, no construyeron, adaptaron, acondicionaron, nada de eso, sólo las pintaron con una franja y ahí están sus tres millones de inversión justificados, esos, los que quieren patear la corrupción y están tan sumidos en ella.
De nada han servido sus equipos de asesores carísimos, de nada los principios básicos de la política pública, al país le urge ese rostro social porque sin eso no se puede construir nada, sin la justicia no puede existir ni sentido ni respeto para quien nos representa. Los gobiernos cavan sus fracasos más profundos cuando en sus caras no se mira el rostro de la gente que gobiernan, cuando su lejanía nada tiene que ver con la realidad donde habitan.
@Chuytinoco
