Tercer Informe: sordos y mudos / Política For Dummies - LJA Aguascalientes
22/11/2024

La semana pasada los medios de comunicación se paralizaron porque el presidente de la República volvió al tradicional día del presidente. Por ley, el día 1 de septiembre el presidente de la República tiene que rendir su informe al Poder Legislativo, y en particular a la ciudadanía mexicana. Esto se da por una sencilla razón. Informar sus políticas, manera de gobernar y resultados.

Los informes de gobierno existen por la naturaleza de que los presidentes no hagan lo que quieran con el dinero público, que gobiernen bien y que la ciudadanía se entere de las actividades de gobierno. También la naturaleza de ese informe es que el Poder Legislativo, que es representante de la ciudadanía, lea y reciba el informe para luego comentarlo, criticarlo y cuestionarlo. En teoría así es y así era.

En la década de los 60, precisamente en 1968, Díaz Ordaz en su informe de gobierno lanzó una serie de preguntas que parafraseo: ¿Está permitido el uso de la fuerza pública para controlar a fuerzas comunistas? ¿Está permitido defender la soberanía de la nación? A lo que el Congreso le respondió con aplausos y afirmaciones. Un mes después la matanza de 1968 ocurriría, en un informe de gobierno Díaz Ordaz pidió permiso para decretar esa matanza. No eran comunistas ni corría en riesgo la soberanía de la nación, eran estudiantes.

Después, en los ochenta un informe de gobierno que es parte emblemática de nuestra historia sociopolítica es el informe de Miguel de la Madrid, no sólo en un tono triunfalista sino hasta heroico, el presidente De La Madrid soltó unas lágrimas porque él era el defensor de nuestra economía, de nuestras familias y de nuestros niños.

Carlos Salinas dio una entrevista antes de su informe, consolidando en su sexenio el verdadero día del presidente. Alrededor del Congreso se aglutinaba la gente para saludar y gritarle al presidente, mientras éste desde un camión los saludaba no sólo al llegar al Congreso, sino desde su casa y por las calles que transitaba. Luego en la entrada lo recibían los diputados con un abrazo, saludo, reverencia y sólo porque no se podía, con alfombra roja y beso en mano. Era el rey.

Vicente Fox fue el último presidente en asistir a emitir su informe en la Cámara de Diputados. La oposición, el contexto político y el frente que le hacía el PRD por su obvia intromisión en el proceso electoral convocaron a una manifestación que le prohibió la entrada, entregó su informe en las puertas y lamentó la actitud de los diputados. Luego Calderón recibió la banda presidencial y no volvió nunca más.

Calderón inició esa tradición tan egocéntrica y narcisista de recibir aplausos en el Palacio Nacional, es una posición cómoda y ha dejado de ser importante. Digo que ha dejado de ser importante porque no se espera mucho de los informes, antes tampoco, pero antes la oposición mediática no existía, entonces todo lo que había dicho el presidente era importante, mientras que hoy, todo lo que dice el presidente es cuestionable.

Enrique Peña Nieto recibió a su madre, su esposa, a sus amigos, a Carlos Slim, al empresario de HIGA, a Romero Deschamps, a los gobernadores y sus secretarios en el escenario del evento. Nadie de oposición, los padres de Ayotzinapa estaban fuera, AMLO en su casa y nadie lo criticó, sólo lo aplaudieron. Más veces cuando mencionó a las fuerzas armadas, más veces cuando habló de un hoy, más veces cuando afirmó que todo iba bien.

Enrique Peña Nieto fue un sordo y sus palabras fueron mudas. El jueves pasado fue cumpleaños de Eduardo Galeano: “Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos”. Enrique Peña Nieto es mudo y sordo. Mudo porque las palabras que dijo no significaron nada, quizá el mensaje contra AMLO y reconocer que hay un ambiente de desconfianza fue lo mejor del informe, sin embargo todo fueron palabras mudas, porque, como dice Galeano, tiene oídos sordos.


No escucha lo que pasa en la calle, no lo ve ni lo siente, de evento en evento ningún funcionario, o pocos, lo hacen y lo sienten. Son sordos ante nuestras quejas y entonces las palabras que sueltan son mudas ante nuestros oídos. La idea de un informe de gobierno es que la ciudadanía cuestione, pregunte y exija, porque la idea de democracia es: yo te puse y a mí me rindes cuentas.

Peña Nieto no rindió cuentas, habló de logros, de halagaos y de un país de bienestar. Necesitamos que este tipo de informes terminen ya, que sean otros formatos, que las fuerzas políticas cuestionen, investiguen y comenten el informe del presidente, que representantes de la ciudadanía puedan lanzar preguntas y el presidente responda sin desvíos ni retórica. Necesitamos que los informes de gobierno sean modernos y atractivos para el 100% de la ciudadanía, hoy es un sordo que dice palabras mudas, algún día podrá ser un diálogo deseado.

@pochaquito


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