- Apuesta Martín del Campo por comunicarse con la ciudad a partir de la imagen del funcionario accesible
- El compromiso es dejar una deuda inferior a la de las últimas cuatro administraciones
Con las calles de concreto hidráulico “empieza un parteaguas entre lo que existía y lo que va a haber”
Un poco después de la primera mitad del trienio, Antonio Martín del Campo habla sobre metas financieras, en seguridad pública, en infraestructura y en servicios sociales. Gobernar el mayor de los once municipios del estado, manifiesta el panista en entrevista con La Jornada Aguascalientes, requiere estrategias pulidas constantemente.
En enero de 2014 “recibí una ciudad participativa, en la cual quieren buenos servicios, recibí una ciudad muy dinámica (…). Pero por otro lado en el tema de infraestructura hubo algunas deficiencias, hay que recordar muy bien que en el momento en que iniciamos esta administración hubo vialidades que estaban totalmente desechas, tan era así que mi primer acto público como alcalde fue estar en Obras Pública dando salida a las cuadrillas (que cubrirían los baches)”.
Los servicios públicos, dice, nunca han perdido cierta línea mínima, aunque la demanda de mejora es ciertamente constante.
En lo que a limpia respecta, la administración en turno refrendó la Escoba de Platino, “máximo galardón” por el correcto manejo de los residuos sólidos.
Ciudad de la gente buena fue elegido como eslogan de un gobierno mancomunado con el Partido de la Revolución Democrática. La preservación de los servicios públicos, se le recuerda a Martín del Campo, no es un plus de las presidencias municipales, sino la primera de sus obligaciones.
–¿Cuál es la marca de Antonio Martín del Campo en el gobierno?
–Creo que lo que va a distinguir a este gobierno primero son los servicios, pero también, igual, la calidez con que se está atendiendo. Es un gobierno cercano, un gobierno que está pendiente en las colonias, en las comunidades, un gobierno que va a hacer las obras que el ciudadano requiere, no obras grandísimas en que muchas de las veces pasan los años y son elefantes blancos.
“Hoy tenemos que apostarle a eso, a lo que la gente necesita y va a valorar. De qué nos sirve estar invirtiendo en una obra grande si a final de cuentas vemos que no va a ser valorada por la sociedad. Comentamos que íbamos a distribuir el presupuesto en una forma más equitativa, no concentrarlo nada más en uno, dos o tres puntos de nuestra ciudad, sino dispersar los impuestos que son de ustedes para que se vean realmente los beneficios.”
Las obras pequeñas no parecen lo más rentable cuando se desea abonar a la propia imagen política. No obstante el panista ha decidido que ésa será la mina a explotar.
–No pasa una semana sin que entregue una calle, pero el impacto es para tres cuadras. ¿Vale la pena? No hay una Línea Verde. Puede parecer que en lo macro la ciudad se quedó estancada.
–Creo que todo gobernante trae esa tentación, decir: esta gran obra la hice yo. A lo que siempre nos hemos enfocado es a la gran obra humana, nosotros le llamamos así. No se necesitan millones y millones de pesos, se necesita voluntad del gobierno y poquitos recursos.
“Voy a poner un solo ejemplo. En San José del Arenal una calle donde no tenían ni agua potable ni alcantarillado, eso me lo reportaron cuando fui diputado, desde 2012 aproximadamente. Por X o Y circunstancia no pudieron meter ese tipo de instalaciones y sabemos que a un lado está Bosques del Prado, está la Fátima, otras colonias que tienen todos los servicios”. Treinta años sin agua potable y con fosa séptica fueron los padecimientos de la zona referida. La obra tuvo un costo de medio millón de pesos, ante lo cual incluso hubo quien sugiriera no contemplarla para la agenda de entregas.
La visión de gobierno, asegura el entrevistado, no se vio modificada por una ciudad donde los pequeños conflictos abundan. Los problemas se detectan en lo general y se atienden en lo particular.
Señala además que podría inclinarse por las obras de mayor tamaño pero sin descuidar las pequeñas que, al final, provocan diferencias ostensibles, pues transforman vidas no de colonias enteras, pero sí de personas con nombre y apellido.
Desde su punto de vista las obras magnas no calan igual cuando el ciudadano sale de su casa y encuentra banquetas deterioradas: “Las personas quieren que les solucionen sus problemas, no los problemas de todos, sino en lo particular. Es por eso que he comentado que somos un gobierno cercano, sensible”.
–¿Cómo va a dejar la ciudad, qué va a ser ese algo que la gente va a ver? Parecería que no habrá ninguno.
–En obras va a ser un gobierno municipal que le apostó a las calles, se están realizando con otro tipo de material, el concreto. Creo que aquí empieza a haber un parteaguas entre lo que existía y lo que va a haber.
El ciudadano ya vio el contraste entre el asfalto y el concreto hidráulico, de duración prolongada. Martín del Campo calificó al elector aguascalentense como exigente y aplaudió tal característica: “Podemos decir que hay cuatro, o cinco o seis mecanismos para que se pueda tener contacto directo con un servidor, cosa que anteriormente sí se daba, pero en menor escala. Debemos tener las puertas abiertas para tener diálogo franco y directo, si te encierras en tu burbuja puede ser muy negativo porque los secretarios te van a decir lo que tú quieres escuchar, pero si vas a la colonia, al fraccionamiento, a la comunidad, estás palpando el problema”.
–Veo un esfuerzo por hacer que la ciudadanía participe: Miércoles ciudadano, transmisiones por Periscope, Miércoles ciudadano por internet, citas en línea. ¿Cómo van a alentar la participación?
–Tenemos que empezar a romper paradigmas. El Miércoles (Ciudadano) sí era muy común, ya se había hecho en los gobierno de Acción Nacional. Yo lo retomo, pero nos dimos cuenta de que algunas personas no podían venir aquí aunque querían hablar con su presidente municipal.
Tradicionalmente el Miércoles Ciudadano se realiza de 8:00 a 16:00 horas. Los trabajadores no pueden asistir, así que para ellos se desarrolló un mecanismo de interacción por internet. De acuerdo con el gestor la respuesta ha sido buena
–El riesgo es atender a un ciudadano. ¿Cómo se hace para atender a una ciudad?
–Hace tiempo los gobernantes se veían muy lejanos, no se veían cercanos a la gente, eran personas intocables, no eran accesibles. Tenemos que empezar a romper esas barreras, a final de cuentas yo soy un ciudadano, estoy al frente del municipio, eso es lo único (distinto). Tenemos que actuar como lo que somos, en la medida en que actuemos así creo que va a haber recepción por parte de la gente, entonces es cuando empiezas a participar.
Las protestas civiles son indicador de importancia para el gobierno capitalino, pues se organizan cuando los empleados públicos se niegan a prestar oídos.
Aunque la deuda pública no es asunto que despierte preocupaciones, apuntó el alcalde, la prestación de los servicios que demanda el contribuyente no será satisfecha a partir de esta clase de compromisos: “Hasta ahorita somos el segundo municipio mejor evaluado en finanzas públicas a nivel nacional (…). Tenemos que apostarle a finanzas sanas, cuando fui diputado me opuse a los endeudamientos innecesarios y a los endeudamientos que iban a heredar a otras administraciones. Por lo tanto, ahora como presidente municipal, sería ilógico pensar en endeudar a la ciudadanía”.
El funcionario habló del establecimiento de un orden interno, reflejado en el ahorro de 150 millones de pesos, al prescindir del exceso de personal de confianza.
Los sueldos del alcalde y de los jefes de departamento fueron recortados y homologadas las percepciones de los secretarios: “Es para poner disciplina. Al principio no es fácil, pero tienes que ir trabajando. Recibimos un municipio con una deuda de casi 500 millones de pesos de la otra administración. Ahorita hemos pagado los intereses de esa deuda, aparte de irle abonando, se ha pagado casi el 50 por ciento de la deuda que nos heredaron. El objetivo es terminar con una deuda inferior a la de las cuatro últimas administraciones”.
–Pero se ha mencionado que lo que usted hace es alargar los plazos de pago.
–No, lo que hicimos fue reestructurar una deuda para que me dieran mejor tasa de interés. Estábamos pagando una tasa de interés de TIE más 2.5, los bancos me ofrecen una tasa de interés de TIE más .4; automáticamente tenemos, como municipio, un ahorro de ocho millones de pesos. Hay que aprovechar.
Con varios años de historia en Aguascalientes, el Mando Único, aparato que agrupa a las policías municipales y estatal, ha sido objeto de críticas por no aplacar las cifras de asaltos y robos a casa habitación.
–¿Cuál es el problema de seguridad que se tiene que atacar con mayor entusiasmo?
–Tenemos que atacar con educación y prevención del delito. Hay algunos estudios sobre las personas que delinquen, en varias de ellas es para consumir droga. Ese es el problema, no es que están robando porque les hace falta de comer (…), por eso la delincuencia ha ido avanzando. Hay que apostarle a la prevención del delito, en educación, desde las escuelas, pero sobre todo desde los hogares.
“No estamos en cifras tan alarmantes como en otros estados y ciudades, sin embargo debemos tenerlo muy en cuenta y hacer algo en este momento, si no puede salirse de control.”
–Entonces es un problema de salud. Aguascalientes tiene al mayor número de adolescentes que comienzan a consumir enervantes.
–Ahora los jóvenes empiezan a consumir desde más chavos. Anteriormente la droga nada más pasaba por Aguascalientes, hoy no, desgraciadamente se empieza a consumir. Esa es una realidad, no hay que ocultarlo, al contrario.
“Creo que se ha hecho un buen esfuerzo con el Mando Único porque hay coordinación, eso es algo muy positivo, pero no es dejar todo a la corporación. Yo le preguntaría a las personas que están delinquiendo, a los chavitos de ocho, nueve y diez años, dónde están sus papás, qué dejaron de hacer sus papás.”
–Entonces se convertiría en obligación del gobierno la irradiación de valores. ¿Cuáles?
–Nosotros estamos aportando nuestro granito de arena. Todos los lunes estamos en las escuelas fomentando los valores a través de un sketch de un payaso. Inculcamos los valores del respeto, del no al bullying, no deben utilizar los servicios de emergencia para travesuras, deben tener cuidado con algunos adultos, cuidar el medio ambiente, reciclar.
Tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación como una parte importante de la sociedad se han manifestado a favor de la renovación del concepto de familia. Ahora se contempla ampliar derechos y legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción homoparental.
La ideología panista, acepta Antonio Martín del Campo, tiene peso, sin embargo también señala que sus opiniones acerca de controvertidos temas son a título personal, y no como presidente municipal, pues la diversidad merece el respeto de los políticos: “En lo particular, ese tipo de matrimonios o de uniones igualitarias creo que no son lo más adecuado, se tiene que hacer una análisis más a profundidad aunque ya fue ratificado por la Suprema Corte. Lo único que tenemos que hacer nosotros es acatar la misma ley (…), no nos vamos a meter en eso, cada quien tiene sus creencias, es muy de ellos, no es para entrar en controversias”.
Apenas en agosto el Gabinete de Comunicación Estratégica encontró que Aguascalientes era la tercer mejor ciudad para vivir, sólo detrás de Mérida y Saltillo.
Oportunidades de vivienda, movilidad, convivencia, esparcimiento, educación, cultura, calidad de vida y acceso a atractivos naturales fueron las variables medidas durante un estudio al que Antonio Martín del Campo concedió toda validez.
–¿Cuál ha sido la contribución del municipio en materia de seguridad?
–Por supuesto que hay muchas cosas por hacer. Creo que afortunadamente podemos decir, y allí están los indicadores, que tenemos una de las ciudades más seguras. No hemos acostumbrado a estar en una ciudad segura, en cuanto hay algunos robos nos espantamos. Pero cuando vienen personas de otras ciudades, dicen: aquí se vive tranquilo, puedo transitar en la noche.
No obstante lamentó la falta de recursos para equipamiento y capacitación policial.