Beijing, China. 3 de septiembre de 2015. Con motivo de la celebración del 70° aniversario de la victoria sobre el Japón, la flor y nata de las fuerzas armadas chinas desfila en la plaza de Tiananmen. De pronto, el rostro inmutable del presidente de China, Xi Jinping, parece iluminarse cuando ve pasar al misil balístico antinavío Dongfeng-21D, capaz de hundir a los más modernos portaaviones estadounidenses. Entonces Xi voltea a ver a su invitado de honor, el mandatario ruso Vladimir Putin, y ambos delinean una sonrisa de satisfacción.
El día anterior, una flotilla china de cinco navíos navega en las aguas internacionales del estrecho de Bering. En esos mismos instantes, el jefe del Ejecutivo estadounidense, Barack Obama, visita Alaska para hablar sobre el cambio climático.
Las escenas arriba descritas sirven como obertura al presente artículo, el cual pretende explicar qué es la geoestrategia y cómo lo acontecido la semana pasada, en Alaska y Siria, es ejemplo fehaciente.
La geoestrategia es definida por los académicos James Rogers y Luis Simón como “el ejercicio del poder sobre los espacios críticos de la superficie terrestre”. A su vez, Jakub J. Grygiel puntualiza que la geoestrategia es “donde un Estado concentra sus esfuerzos para proyectar poder militar y dirige su actividad diplomática”.
El desfile militar en Beijing sirvió para presentar los nuevos “juguetes” del arsenal chino y fue un claro mensaje para el gobierno estadounidense, el cual recibirá en visita de Estado al presidente Xi a finales de septiembre: China tiene problemas económicos pero es capaz de afirmar sus derechos sobre las Islas Senkaku y mantener la imagen, para consumo interno, de que tiene la capacidad de protegerse de enemigos foráneos (los Estados Unidos y el Japón).
El despliegue naval en el estrecho de Bering, por su parte, sirvió para enviar un recado a Washington: China puede operar a grandes distancias de sus bases y es capaz de proyectar poder a escala global.
Xi pareció enviar una rama de olivo a sus adversarios cuando anunció el recorte de 300 mil miembros de las fuerzas armadas. Sin embargo, esto no es así, pues la reducción de los efectivos permitirá transferir los recursos a la marina de guerra y a la fuerza aérea, las cuales requieren menos personal pero mayor inversión en plataformas bélicas (aviones, buques y helicópteros).
En el caso de Siria, los portales israelíes Yedioth Ahronoth y Debka publicaron notas sobre la presencia de miles de tropas aerotransportadas y aviones de combate procedentes de Rusia en el país árabe e incluso mostraron supuestas imágenes de la televisión estatal siria, en donde se ve a soldados enmascarados hablando en ruso. Estos reportes fueron reproducidos por la prensa angloamericana.
Lo delicado de esta información hizo que Vladimir Putin tuviera que improvisar una rueda de prensa durante un foro económico celebrado el 4 de septiembre en Vladivostok. Durante la reunión con los medios, Putin afirmó que “le damos ayuda militar a Siria con equipo y entrenamos a sus soldados con nuestras armas”, pero el mandatario ruso dijo que era “prematuro” hablar de una intervención directa.
Por su parte, los pórticos rusos RT y Tass, muy afines al Kremlin, acusaron a sus contrapartes occidentales de llevar a cabo una campaña de dezinformatsiya (desinformación, en ruso), pues afirman que los Estados Unidos y Arabia Saudita tratan de “distraer la crisis migratoria en Europa, la cual fue creada por sus acciones, o enfriar las relaciones árabes con Moscú”.
Los europeos -flagelados moralmente por la imagen del niño Aylan Kurdi, yaciendo postrado en una playa turca después de haberse ahogado- esperan que Obama “frene a Arabia Saudita y Turquía”. Asimismo, Francia ha iniciado vuelos de reconocimiento sobre el espacio aéreo sirio, posible presagio de una campaña militar contra el Estado Islámico (EI). Por último, la fuerza aérea británica, la RAF, ha conducido ataques contra británicos que militan en el EI.
Dentro de este contexto, el diplomático indio, M.K. Bhadrakumar, afirmó: “Aylan no habrá muerto en vano. Su trágica muerte cambió de la noche a la mañana el enfoque del cambio de régimen a una solución política al conflicto en Siria” (Asia Times 07/09/2015).
Quienes también enviaron su propio encargo geoestratégico fueron los iraníes: el general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Qods, los “rambos persas”, viajó a Moscú y ha sido visto recientemente en la capital siria, Damasco. Aquí cabría mencionar que para Irán, Siria es el puente terrestre que los une con sus aliados libaneses, Hezbolá, enemigos acérrimos de Israel.
Mientras miles de personas provenientes de Asia Central, África del Norte y Oriente Medio huyen de la guerra y algunos, como el caso de Aylan, perecen en el intento de llegar a ese El Dorado posmoderno llamado Alemania, las grandes potencias y sus adláteres, indiferentes a la tragedia humana,
se envían mutuamente mensajes geoestratégicos.
Aide-Mémoire.- Guatemala ha dado una lección de democracia al resto del orbe.