Por Luis Fernando Landeros Ortiz (*)
Hace casi 15 años se realizaba una profunda modificación en las disposiciones legales sobre la organización electoral en Aguascalientes, el entonces Consejo Estatal Electoral se transformaba en el Instituto Estatal Electoral, un organismo público autónomo, ciudadanizado, permanente e independiente en sus decisiones y funcionamiento.
La institución a lo largo de su historia ha organizado de manera satisfactoria cinco procesos electorales y se ha convertido en parte fundamental del desarrollo democrático de la entidad al ser pieza clave en la construcción de la ciudadanía aguascalentense.
Luego de la Reforma Político Electoral del año 2014 y la reforma local del año en curso, el Instituto Estatal Electoral evoluciona una vez más y se sumerge de lleno en el nuevo sistema electoral mexicano, sin lugar a dudas, uno de los más consolidados del mundo.
Desde hoy, en la instalación de este Consejo General del cual tengo la fortuna de formar parte, se encuentran una enormidad de retos que hacer frente; el inicio en poco más de un mes del proceso electoral local 2015 – 2016 trae consigo importantes avances en el reconocimiento del ejercicio político de la ciudadanía, entre otros, la posibilidad de contar con candidaturas independientes, que los aguascalentenses en el extranjero puedan ejercer su derecho al voto y la importante colaboración e interacción entre este organismo público local electoral y el Instituto Nacional Electoral, lo que garantiza estimar la experiencia acumulada de ambos organismos a favor de éste y de los siguientes procesos electorales en el ámbito local.
Y es justamente en la experiencia y éxitos institucionales de este organismo, reflejada en el profesionalismo de sus servidores públicos, donde descansa la garantía para la ciudadanía aguascalentense de contar con una institución apegada a sus principios rectores, con quien hacer equipo, pues nuestra razón de ser se fundamenta en ellos como protagonistas de los comicios electorales, y del día a día de nuestra sociedad, donde los valores cívico – democráticos desempeñan un papel importantísimo en el desarrollo de Aguascalientes.
El diálogo y el entendimiento me resultan, a título personal, la insignia con la cual no sólo me presento ante mis compañeros consejeros, sino también con los partidos políticos, por lo cual aprovecho esta importante ocasión para solicitar a través de ustedes, señores y señoras representantes, hacer del conocimiento de sus institutos políticos, la intención de gestar reuniones con todos y cada uno de los dirigentes de los partidos en la entidad. La escasa participación ciudadana en Aguascalientes en la jornada electoral federal del pasado mes de junio es muestra de la necesidad de contar con un proceso electoral local donde se privilegie el diálogo sobre la confrontación, por lo cual este Consejo General estará siempre abierto a sus opiniones, críticas y preocupaciones en un marco de mutuo reconocimiento y respeto.
En este momento, la sesión de instalación del Consejo General del Instituto Estatal Electoral por primera vez en su historia se está transmitiendo en vivo, a través de su portal de internet, la cobertura y difusión, uno de los aspectos que encarna el principio de máxima publicidad que nos rige, estará de la mano con cada acto que se verifique en esta mesa y en todas y cada una de las actividades de la institución, pues la transparencia y la rendición de cuentas es igualmente una importante demanda de la ciudadanía que no escapa de nuestra atención y sobre todo, de nuestro interés.
Este nuevo Consejo tiene la gran responsabilidad de conducir cinco procesos electorales locales durante los próximos siete años, indudablemente será un gran desafío, pero estoy seguro que en la diversidad existente en esta integración encontraremos los elementos y herramientas suficientes para dinamizar la institución durante este intenso periodo de transición que busca hacer de todas las elecciones locales, concurrentes con las federales.
Quiero terminar enfatizando mi compromiso de constituir una autoridad electoral atenta y vigilante, en un afán permanente de actuación eficiente y sólida, sin excesos, que no sobreactúe, sin protagonismos gratuitos y que paralelamente aplique la ley contundentemente cuando ésta se vulnere.
Validarnos como un árbitro que ratifique que su actuar está en la aplicación de las reglas del ejercicio democrático que todos conocen, han pactado y reconocido. Ese respeto íntegro y constante será la máxima que articule cada una de las decisiones del Instituto Estatal Electoral, de tal manera que garanticemos el éxito institucional frente a los múltiples retos que el panorama democrático exponga.
*Mensaje del consejero presidente en la instalación del Consejo General del IEE
