El papa popular / Política for Dummies - LJA Aguascalientes
23/04/2025

El hombre del momento es el papa Francisco, el jerarca de la Iglesia católica. Francisco es el hombre de moda y nadie lo puede refutar, está en las caricaturas, me han llegado en un par de ocasiones memes de Francisco y ya los veo en las redes sociales, además en Filadelfia se venderán quesos, muñecos y figuras decorativas con su rostro. Conociendo la humildad con la que se dirige Francisco en sus discursos, seguramente le molestará tanto alboroto por su presencia. Y es que eso hace ruido: su extrañeza manera de comportarse bien.

Francisco ha sido crítico con los malos y ha sancionado dentro de su institución. Aunque bien hay voces que critican que por su casa debe empezar y que la homosexualidad, las mujeres sacerdotisas, los matrimonios entre el mismo sexo, el aborto, divorcio y otras exigencias del mundo moderno que se tienen que solucionar antes de conmover a los diputados de Estados Unidos hasta las lágrimas.

Ningún papa lo había hecho, nadie había estado en el Congreso norteamericano antes que él. ¿Por qué ahora? Parecen tiempos mundiales de cambios. No cambios en el sentido de revolución sino cambios en el sentido de apertura. Los gobiernos nacionales comienzan a entender que dar apertura a personas que cuestionan es bienvenido. Estados Unidos no lo ha hecho ni con Assange ni Snowden, que han cuestionado muchas cosas; sin embargo, la legitimidad simbólica de Francisco le permite ir a decir en el Congreso norteamericano que no se le debe de dar la espalda a los inmigrantes porque todos hemos sido inmigrantes y hasta hacer llorar a Rubio, candidato republicano a la presidencia.

A muchos les molesta la popularidad tan excesiva que ha tenido el papa Francisco. Es la nueva Iglesia, afirman algunos, con el discurso de aceptación y perdón hacia homosexuales, abortos y divorcios, ha reconciliado nuevas rencillas que la Iglesia se había ganado por una posición dura y conservadora. Sin embargo hoy Francisco ha acercado a más personas a escucharlo.

La llegado de Francisco a encabezar una de las instituciones más poderosas en el mundo llegó en un momento exacto, el carisma de Benedicto XVI no estaba al nivel de su lucidez e inteligencia filosófica, muchos fieles de la Iglesia se alejaron y la crisis de legitimidad fue internacional, sin embargo la llegada de Francisco parece subsanar esa crisis y darle vuelta a esas cifras, Francisco es legítimo líder, carismático y convence a muchos.

Es que sus ideas son claras y sencillas. Son exigencias que muchos de nosotros hemos tenido hacia los gobiernos nacionales, locales e internacionales. Se basan en exigencias justas y democráticas. El papa afirma que cualquier acción política debe considerar la dignidad humana. ¿A quién no le gustaría que el transporte público tuviera como principal política la dignidad de los usuarios? Por otra parte el papa ha afirmado que quien está en las posiciones de poder está obligado a escuchar y dialogar con todos los sectores sociales. Una obligación que el presidente escuche a los discapacitados o a los indígenas, una utopía democrática.

El papa sentencia que el desarrollo económico y democrático que no incluye a las mayorías no es verdadero desarrollo. No sólo se trata de un socialismo en el fondo o de la distribución justa se trata de una enfrentarían al capitalismo actual. Se trata de un mensaje adverso al paradigma actual de individualismo y desarrollo económico por encima de las condiciones de los demás.  ¿No es eso lo que hemos peleado toda la modernidad?

Por último, el papa Francisco ha exigido que todas las políticas que se desarrollen deben respetar los derechos humanos. No sé si a alguien le moleste que se respeten los derechos humanos de libertad de tránsito, de expresión o de asociación. No sé si los normalistas de Ayotzinapa protesten ante las declaraciones del papa. Por eso es popular.

Dice lo que todos decimos pero a él si lo escucha todo el mundo. Entonces cuando vemos a Donald Trump despotricar contra los latinos, decimos que no puede llegar a ser presidente, que se debe respetar los derechos e incluirlos, o cuando vemos la foto de un niño sirio afirmamos que los países deberían refugiar sirios. Todos lo decimos, pero nadie nos escucha. Sin embargo el papa se gana la popularidad hablando de no dar la espalda a los refugiados y evitar la tercera guerra mundial permanente en la que estamos metidos, a él sí lo escuchan.


Por eso el papa tiene sus emoticones, por eso el papa está en los quesos, porque dice lo que muchos pensamos sobre los gobiernos, la migración y la justicia. Esa popularidad podría arrojar un premio Nobel de la Paz, es posible. Aunque debemos reconocer que hay algunas materias pendientes de resolver, para los críticos más asiduos de la Iglesia católica se trata de una hipocresía de dientes para afuera, veremos si el papa soluciona los problemas fundamentales dentro de la organización católica, sin embargo su popularidad y sus discursos son tan buenos que hasta los más críticos aceptan: me cae bien.

 


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