De acuerdo a su hermano, él era un alpha nerd, alguien que sabe que está en superioridad de conocimiento y quien buscará guiarte, lo cual desemboca en fricción y rechazo. Desestimó la oportunidad de tomar el Kool-aid de la vida en el valle del silicio por hacer activismo e incluso meterse en la política. Él era alguien tan congruente que dolía, lo llevaba al extremo. Era Aaron Swartz, mártir del internet y una figura tanto trágica como polémica.
El tipo de persona que podemos ubicar como hacker (término pésimo, lo sé) suele combinar su sapiencia tecnológica con principios éticos confusos y más bien erróneos, pero los mantiene. Hay una diferencia con otras especies, como los programadores y los-de-sistemas. Tal vez Swartz no era el mayor programador o un innovador, a pesar de haber participado en la definición de tecnologías que usan bastantes apps y servicios en 2015, pero se ubicaba como un ser con el poder que dan las tecnologías de la información y la habilidad para controlarlas. Entró por saber programar en Phyton, se quedó por hacer más libre la información valiosa para el mundo. Es un tanto la trama de The Internet’s Own Boy, documental acerca del proceso judicial que el gobierno americano tuvo contra un joven programador y activista, que finalmente culminó en un lamentable suicidio.
Es demasiado cliché, pero cierto tipo de personas nos ubicamos un tipo que busca decirle fuck you al sistema establecido y que simplemente no acepta la manera en que están siendo manejadas las cosas. Muchos conocemos y actuamos la primera parte, sentirnos enfermos porque el mundo no funciona como debe, nos parece estúpido y absurdo. La segunda parte no tanto, la de incluso sacrificar tu integridad y modo de vida para demostrar tu punto. ¿Qué hizo? No hablamos de liberar todos los libros y películas del mundo para consumo masivo, porque no todos tienen dinero, goey. Más bien, documentos financiados con impuestos como papeles académicos por parte de investigadores becados y registros judiciales, ésos eran el tipo de archivos por los que Swartz luchó. ¿Cómo actuó? En ambos casos se puede resumir en que venció a un sistema para tener acceso a todos y proceder a liberarlos. Y es que, ¿por qué las instancias públicas siempre hacen tan espantoso buscar cualquier cosa? Aparte de porque seguramente no les conviene, por ejemplo, que la sociedad en general pueda buscar registros de transparencia como en Wikipedia, es porque el gobierno nunca va a tener a los mejores programadores y coordinadores de proyecto simplemente porque la iniciativa privada les ofrece mejores sueldos y posibilidades de crecimiento. Eso pasa en Aguascalientes (la mala ejecución de la app de municipio capital, por ejemplo), México y hasta en Estados Unidos. ¿Recuerdan el fiasco de Health.gov?
Vivir como Aaron, supongo, debe ser terrible. Hay un meme acerca de que nuestra biología nos balancea. Eres un genio, serás un imbécil social. Eres buen deportista, serás un bruto. Se puede quedar en broma, o ver los casos dónde bastantes emprendedores y programadores tienen síntomas cercanos al Asperger. Con Swartz pasa que todo lo que sucedía en su cabeza, sus ganas de cambiar al mundo y su capacidad tecnológica para realmente lograrlo, eran capados por intensos dolores estomacales, secuelas de un tratamiento hormonal y fuerte dependencia a medicamentos para sobrellevar la vida. Terrible, pero con un legado que pocos han dejado.
Fue raro el día que falleció, yo no sabía bastante de él pero ya era una leyenda. Creative Commons, RSS, Reddit, parar SOPA. Wow, Aaron ha hecho bastante por el mundo conectado. Todos aquellos que creíamos en dichos principios, aunque fuera farolamente, tuvimos algunas horas extrañas. Tal vez mañana no exista el internet como lo conocemos, pero los principios duran para siempre.
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