- Dio el Instituto de Educación diez plazas a pedagogos y sicólogos
- Se están contratando líderes que no tienen ninguna formación metodológica ni teórica
La disciplina no es una de las más fuertes del sistema, y aun así le restan peso, lamentó Mónica Pedroza Padilla, presidente del recién creado Colegio de Trabajo Social.
Pedroza lamentó en rueda de prensa que el Instituto de Educación de Aguascalientes haya evitado profesionalizar algunos de sus espacios: “Se ofertaron varias plazas para otras profesiones. Fueron diez plazas, por supuesto dirigidas o diseñadas para trabajo social, se usurpó por otras profesiones: pedagogos, sicólogos. Qué pasa con esta política para hacer esa canje de funciones”.
La afectación tuvo lugar en varios planteles de secundaria.
Tal decisión, dijo, es de altas repercusiones para la comunidad, dada “la diversidad de problemáticas sociales que existen: violencia, bullying, drogadicción, adicciones, suicidios, deserción. Allí es donde las y los trabajadores sociales tenemos la expertise, porque no nada más estamos en el escritorio, estamos en acción, desde la teoría y la metodología”.
María Zapopan Tejeda, encargada del área de capacitación de este colegio, mencionó que las instituciones no han cambiado su postura frente a los profesionales del trabajo social, a los cuales relegan a puestos administrativos
Para hacer su labor “se están contratando líderes que no tienen ninguna formación metodológica ni teórica, consideran los empleadores que son personas aptas para trabajar con la sociedad. Trabajan en activismo, en cuestiones políticas y administrativas. No se están trabajando los problemas del bullying, el alcoholismo, la drogadicción, las violencias que se están desarrollando en las familias, en lo social no se están trabajando”.
Ahora el faltante de trabajadores sociales es uno de los primeros temas a discusión en la organización: “Se han cerrado varias plazas para trabajo social. En vez de ir para adelante en el aspecto social, representaría para nosotros como colegio un retroceso este hecho de que se estén cerrando plazas, que no se esté dando el espacio que requiere la sociedad”.
–¿Qué podrían hacer ustedes?
–Hay diferentes aspectos que se tienen que atacar. Primeramente la formación del trabajo social para que pueda atender la problemática, específicamente en educación básica, hay que atender problemas de bullying, se está dando fuertemente en el estado, no es de hace cinco o diez años, es un problema de hace varias décadas, lo tenemos detectado desde las familias, en las secundarias, el problema de deserción escolar no está ligado a las cuestiones educativas, está ligado en un gran porcentaje a las cuestiones familiares. Cada una de nosotras podemos intervenir.