Es una historia que a muchos puede pasarles. Sales de la universidad y tienes la grandísima fortuna de tener un trabajo que formaste durante tus prácticas profesionales, es buena la paga, te sientes cómodo, creces en tu área de interés pero finalmente no te ha quedado tiempo para seguir desarrollándote académicamente. Incluso puede que te hayas inscrito en uno que otro curso dentro de la universidad de tu región, pero tu vida diaria simplemente no te permite asistir a todas las clases, completar los ejercicios o simplemente estar al cien durante las sesiones. También está la otra posibilidad, en la que tal vez quieras revitalizar tu carrera con un enfoque nuevo en los estudios pero no pueden darse el lujo de abandonar el trabajo.
Es una problemática diversa pero con algo en común: las ganas de superarse.
Una solución bastante obvia es tomar un curso en línea para actualizarse. Por ejemplo, está la posibilidad del IEP México, un portal certificado y premiado por sus programas de MBA y magister online. Otra opción común en la zona occidente de México (por aquello de que somos muy terrenales) es la Universidad de Guadalajara con sus programas de educación continua y posgrado. Asimismo el gobierno mexicano, cosa que pocos conocen, tiene una universidad abierta virtual.
Por supuesto, hay factores a tener en cuenta como la reputación de la institución, la metodología, el curriculum profesional de los profesores o los convenios con empresas. Quizás uno de los elementos más importantes, junto a la reputación del centro, es la metodología. Este factor cobra importancia al tratarse de formación en línea. Hay que evaluar la disponibilidad de los profesores para la realización de tutorías, las clases en streaming o virtuales, la posibilidad de interactuar con otros estudiantes a través de chats, la disponibilidad de recursos online, etc. Además hay que tener en cuenta que el estudiante necesita doble motivación al ser el mismo el que marca el ritmo. Vale la pena consultar documentación acerca de métodos para organizarse y sacar adelante así todos los pendientes. ¿Has oído de Getting Thigs Done o la técnica Pomodoro? ¡Son metodologías útiles para aquellos que les cuesta trabajo concentrarse y no procastinar!