¡Nos alcanzó el destino! / Desde Aguascalientes   - LJA Aguascalientes
14/11/2024

Estos días se han confirmado los pronósticos de que la devaluación, que ya alcanza un 32% vendría a afectar la economía del país. Uno de sus efectos se ha manifestado en la convocatoria que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes lanzó para la compra de 3.6 millones de televisores que se regalarían a las clases desprotegidas para poder aplicar el “apagón analógico”; esto hubo de suspenderse en virtud de que la devaluación del peso afectó los costos de los productores de dichos aparatos. Esto es el preludio de lo que puede suceder, pues una gran parte de los productos de primera necesidad están íntimamente ligados a la divisa estadounidense. Por ejemplo el huevo y pollo. La mayor parte de los alimentos balanceados son producidos con cereales importados de los Estados Unidos, lo mismo que medicamentos para la rama pecuaria, así como la importación de semillas.

Todo esto en medio de una serie de declaraciones de dependencias federales, en donde unas piden que no suban los precios, demandando ética a los comerciantes y productores; otras amenazan con el cierre de negocios que suban los precios. No se dan cuenta que este fenómeno ya se presentó en Venezuela y los resultados han sido contraproducentes, pues lo único que regula el mercado es la oferta y la demanda, y sobre todo la competencia, pues así el que suba de manera unilateral los precios perderá su clientela, y sobre todo deberá de cuidarse el abasto, pues no hay mercancía más cara que la que no hay.

Nos habían dicho que había países que la estaban pasando peor que nosotros, en cuanto a la devaluación de su moneda, y ahora resulta que el peso mexicano es de los que más ha sufrido la depreciación de su valor. El Banco de México ha estado subastando diariamente $400,000 millones  de dólares, causando que las reservas se hayan bajado en los últimos días de manera histórica, y a pesar de esas acciones, el peso sigue devaluándose. Ahora esta entidad está valorando subir la tasa de interés, aún antes de que la reserva de Estados Unidos lo haga, pues la salida de capitales de los mercados financieros ha sido muy fuerte y ya nos está afectando en las finanzas nacionales.

La nueva legislatura en la cámara de diputados ya está conformada y todos los grupos parlamentarios han tenido sus reuniones previas, y en un punto han coincidido: Que la situación económica y el presupuesto de 2016, que presentará el ejecutivo, que partirá de “presupuesto cero”, será revisado de manera meticulosa y buscarán que sea adecuado a la situación del país y al entorno internacional. Sin embargo, creo que el 92% del presupuesto está comprometido, y grandes obras que han sido anunciadas deberán de arrancar el año que entra, por lo tanto creo que sólo hay una vía para poder tener recursos y salir adelante: Recortando la burocracia de manera fuerte. Sobre todo al poder Legislativo, al Judicial y al Ejecutivo. Creo que una reingeniería de las áreas de gobierno  podría dar un respiro a las finanzas públicas. Con disciplina, y sobre todo por el crecimiento de áreas que repiten funciones de otras. Un estudio a fondo del crecimiento de cada una de las áreas de los tres poderes daría una idea de lo que está pasando en cuanto al gasto gubernamental.

¡Y qué decir de estados y municipios! Se deberá buscar que la deuda de los mismos, que ya llega a $533,000 millones, sea honrada con disciplina de sus fianzas y con recortes al gasto corriente, pues difícilmente la federación los podrá auxiliar para poder enfrentar sus pasivos. De las 32 entidades federativas, la única en la cual el Gobierno Federal es su aval, es el Distrito Federal.

La administración federal ha insistido que la macroeconomía está sana y firme, y que estamos preparados para enfrentar el entorno adverso internacional, sin embargo, otros países han logrado estabilizarse y ya se encuentran en una recuperación franca. Esperemos que se tomen las medidas pertinentes, pues lo que hasta hace poco fue la fortaleza de nuestras finanzas, el petróleo, hoy está en una situación desesperante, pues su precio internacional es muy bajo y nuestra producción se fue a pique. Actualmente, la importación de energéticos es más fuerte que la producción. No hay que olvidar que la base de cualquier régimen social es atender el bienestar del pueblo, el cual brinda su apoyo a los gobiernos en la medida en que éstos consiguen mejorar el ingreso real de las personas. Con todo lo anterior veamos cómo vamos a salir.



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