Hacía mucho tiempo que una noticia política no levantaba tanta polémica en nuestro estado como fue la que recibimos en la madrugada del martes, cuando se dio a conocer que la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó anular, por mayoría de votos, la elección de diputados federales en el Distrito I de nuestra entidad, el cual comprende todos los municipios del estado de Aguascalientes excepto el de la capital.
De inmediato se comenzaron a escuchar voces tales como: ya podemos confiar en las instituciones; ¿por qué ahora sí y en el 2006 y 2012 no? y otras muy variadas. También a causa de esta decisión hemos sido testigos de una contienda de declaraciones entre los principales implicados.
El morbo no se deja esperar y hasta se ha olvidado por un momento el incidente de el Piojo Herrera para enfocar las baterías en este nuevo asunto, adelantándose a los tiempos y a las instancias que faltan por recurrir; son muchas las personas que quisieran que las decisiones del Tribunal fueran de carácter sumario y piden que caigan cabezas de manera inmediata.
De la misma manera como el estado muestra madurez en los aspectos electorales y judiciales a través de sus organismos especializados, los protagonistas, partidos políticos y la sociedad en general debemos estar conscientes de que vivimos nuevos tiempos en los cuales ya no tienen cabida las actitudes maniqueas de ver una realidad sin matices: sólo blanco o negro, bueno o malo, oscuridad o luz, etc.; dejemos de pensar en “chivos expiatorios” y en “mesías” dentro del ámbito político y actuemos como hombres y mujeres de nuestro tiempo confiando en las diferentes instancias de la autoridad y, sin caer en la indolencia, estemos atentos a los diferentes procesos que tienen que recorrer los asuntos que nos atañen.
Nadie tenemos el monopolio de la verdad y en el campo de la justicia especialmente tratándose de política, en donde entran en juego los poderes con sus pesos y contrapesos y en lo electoral, en donde se distribuye el poder de la sociedad, debemos ser muy cuidadosos procurando en todo momento ser objetivos haciendo a un lado nuestras pasiones y anteponiendo los intereses sociales a los particulares o de grupo con el fin de que nuestro pueblo pueda ir evolucionando para lograr tener un sistema más equitativo y más justo.
¿Por qué antes no y ahora sí?
Porque la sociedad evoluciona a través del tiempo; y gracias sus luchas. Antes no, porque antes estábamos peleando para llegar a esto y por muchas otras cosas que aún no llegan y que seguimos esforzándonos para que algún día se hagan realidad en nuestro México.
Retomando el tema de la anulación de las elecciones en el Distrito electoral federal I, no todo está dicho, el Tribunal Electoral, ahora en la Sala Superior, puede reconsiderar el fallo a petición de parte y deseamos que el asunto se discuta de manera puntual y exhaustiva; tengamos presente que de la discusión nace la luz, para que la decisión sea la correcta y estemos a favor de la justicia siempre y no sólo cuando nos favorezca.
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