Diplomacia: La falsa leyenda cubana se hizo realidad.

Por: Gilberto Vázquez. @SoyUnVazquez

Una colaboración del Colegio de Internacionalistas del Estado de Aguascalientes

Pasaba el tiempo y parecía que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba no lo volvería a ver nadie, los máximos exponentes del capitalismo y del comunismo en América, hasta éste 2015, eran rehenes de un fragmento de la historia que no les tocó redactar. La guerra de ideologías entre rojos y azules emanada de la Segunda Guerra Mundial dividía a la gran mayoría alrededor del globo, lo que empezó en Europa se extendió como efecto dominó hasta América, la URSS necesitaba presencia en este lado del planeta para contrarrestar la influencia capitalista que E.E.U.U. expandía hacia el cono sur. Cuba y su revolución eran el pretexto perfecto para que una zona de influencia comunista se posicionara en el continente, la relación entre los Soviéticos y la Isla era tan temida que los norteamericanos no se iban a quedar cruzados de brazos y en 1961 las barras y las estrellas comenzaban a excluir al gobierno de Fidel Castro de la Organización de Estado Americanos a esto se agregó un bloque económico y el fin de la diplomacia entre estos 2 actores, los mensajes políticos eran claros, las relaciones diplomáticas entre USA y Cuba dejaban de existir. Nuestro continente comenzaba a seccionar la ideología, Las naciones comenzaban a inclinarse hacia las banderas que enarbolaban a Ernesto Guevara de la Serna, quienes no lo hacían así, seguían al emblema que pregonaba las libertades democráticas.

La fragmentación continental provocaba uno de los 3 “Conflictos Tipo” que pudieron desatar la tercera gran guerra, el conflicto mejor conocido como “La crisis de los mísiles” en Bahía de Cochinos en el año 1962 encendió los focos rojos para nuestros vecinos del norte, pero una misión de espionaje por parte de la fuerza aérea de los yanquis detectó a tiempo las bases soviéticas que se construían en las costas caribeñas y logró detener lo que pudo ser el estallido de armas nucleares en territorio norteamericano.

La estrategia de desarrollo de Cuba entre 1965 y 1970 se vio mermada y frenó su avance, en el sector económico de la Isla surgieron cambios obligados, se tuvo que sustituir la tecnología occidental por la tecnología socialista, lo cual generó que las metas establecidas se cumplieran parcialmente, aún así, en los alcances de la estrategia de desarrollo se destaca el incremento de las zonas cultivadas, la aplicación de nuevas tecnologías para el sembradío y cosecha de la caña, el aumento a la producción de acero,  sobresale la extensión de los beneficios de la educación a la mayoría de la población elevando los niveles de escolarización. Este pequeño antecedente más adelante se volvería en un infierno que no que agradaba a los cubanos, el control de la producción por parte del Estado obligada a los ciudadanos al éxodo, querían salir a toda costa del lugar que los vio nacer, en el año de 1980 civiles cubanos tomaban la embajada peruana para solicitar asilo político, Fidel Castro amenazaba a los diplomáticos del Perú con romper relaciones si estos no entregaban a las personas que ingresaron a su territorio, el representante chalo protegió a los civiles que no querían permanecer más tiempo bajo el régimen, a lo que el comandante declara públicamente: “Todo aquél que quiera situarse en la representación del Perú, podrá hacerlo sin represión alguna”; días después unas diez mil personas se encontraban invadiendo el patio del edificio, ante esto, el comandante cae en cuenta de la magnitud de todos los que no concordaban con su mandato y crea “El éxodo de Mariel”, opositores de la administración castrista que vivían en Miami que tuvieran familiares aún en Cuba, podían embarcar en las costas y llevarse a sus familiares, para los originarios de la Habana la imagen de Estados Unidos sí representaba la libertad que tanto anhelaban. Estas y más situaciones tenían confrontados a 2 países, lo que parecía había desaparecido resurgiría entre las cenizas, nadie se atrevía a vaticinar el restablecimiento de esta relación, hubo quienes pensaban que esta ruptura era definitiva y también hubo quienes pensaban que todo era una cuestión de tiempo.

El año en curso nos ha otorgado una sorpresa impresionante, otra vez tenemos la oportunidad de ver una bandera de las barras y las estrellas izada en una representación diplomática ubicada en Cuba, por lo tanto la bandera de Cuba ondeará en Estados Unidos, el orgullo y los caprichos personales se quedaban atrás, pero ¿Quién estaba detrás de todo esto?, un personaje singular rompió un paradigma de 54 años, Francisco I era el principal artífice de este reencuentro, el mediador discreto, según reveló el Vaticano, el pontífice latinoamericano se inmiscuyó en las negociaciones que llevaron a un histórico restablecimiento de los vínculos institucionales Estados Unidos con Cuba, mismo que habían sido interrumpidos medio siglo atrás. De propia mano de Bergoglio se comenzaba a redactar una misiva dirigida a los mandatarios en cuestión, la carta dedicaba unas líneas que solicitaban dejar de lado el conflicto y comenzar una nueva época para las partes involucradas, no conforme con esto, el líder católico encomendó a Pietro Parolin seguir de cerca las últimas facetas de las conversaciones que veían la luz dieciocho meses atrás en Canadá, la diplomacia del Vaticano en este caso no era nuevo pero sí desconocido, la influencia en este caso llevaba 20 años, Francisco I logró cerrar todo esos acuerdos pues hacerles a rojos y azules que “Americanos somos todos” fue el punto clave para cerrar el arduo trabajo. Así el mundo fijaba la mirada, atónitos escuchaban la nota del año,  alguien entendió que la sensibilidad del humano todavía existe y esta rompe muros impensables.

Un mito del argot internacionalista nos narra que transcurría una tarde común, sin más preámbulo, se acerca Ernesto Guevara de la Serna con Fidel Castro y le cuestiona: Fidel, ¿Crees que algún día Cuba y Estados Unidos serán amigos de nuevo?, a lo que el comandante de la revolución cubana responde: Claro, cuando el presidente de los Estados Unidos sea negro y el papa de Argentina.

Nadie asegura o niega la realidad de este cuento, lo que sí tiene de cierto, es que esa predicción que parece una falacia ahora es una realidad.

Era 2008 y un candidato de raza afroamericana llegaba a la presidencia de los Estados Unidos de América, para el año 2012 en los nuevos comicios presidenciales enfrentaban al actual presidente demócrata vs el republicano Mitt Rommey, contra todo pronóstico la ciudadanía refrendaba su confianza en el mandatario en turno, Barak Obama aseguraba su puesto hasta el 2016, el premio nobel de la paz y su famoso “Yes, We Can” pasarán a la historia y todo por romper un pedazo de ésta.

En el primer trimestre del año 2013 el pequeño cuento concretaba otra de sus premisas, el vaticano anunciaba la renuncia de Benedicto XVI, en aquellos años, el catolicismo perdía feligreses en varias partes del mundo, Joseph Ratzinger no soportó el poder de representación que en su lecho de muerte había dejado Juan Pablo II a nivel internacional, otros factores que mancharon la administración del alemán lo harían poner su cabeza en la mesa eclesiástica, por consecuente se convocaba a elecciones y después de 5 rondas de votación, los sufragios se tornaban en el famoso humo blanco declarando triunfador a Jorge Mario Bergoglio. El químico, físico y teólogo de origen argentino tendrá que ser reconocido como el “Papa”, Francisco I llegaba rompiendo la tradición del Vaticano que designaba sólo a líderes europeos como representantes de la iglesia católica, el sudamericano proveniente del ala liberal del pensamiento católico, el rebelde, el que es más político que religioso, el que se postraba en Brasil y les decía a los jóvenes que alzaran la voz, nos enseñó que las relaciones internacionales no son inmunes del toque divino que ahora nos ilumina y que la mano de Dios no es un término que nada más vivirá en la memoria de los fanáticos de Diego Armando Maradona.