Durante el tiempo que usted dedica a leer este artículo, la deuda de los EUA con el mundo se habrá incrementado en 50 millones de dólares. La emisión de pasivos monetarios sin respaldo por parte de la Reserva Federal ascienden a 97 billones de dólares (http://usdebtclock.org/). Los depósitos de dólares en bancos extranjeros, a través de la emisión automática con eurodólares y petrodólares -por la forma en que opera el sistema bancario-, multiplican estos pasivos, haciendo tan enorme el adeudo que resulta impagable.
Especialistas y analistas financieros consideran éste y otros factores como fundamento para prevenir un colapso del valor del dólar. Esto provocaría una crisis de pagos en la banca norteamericana e internacional y profundos efectos en la vida económica del país del norte y, como efecto dominó, al resto del mundo.
Doug Casey, de “Casey Research”, asegura que “con estos gobiernos estúpidos imprimiendo billones y billones de nuevas unidades de moneda, se está creando catástrofe de proporciones históricas.” Matt Welch, editor en jefe de Reason Magazine opina: “la mayoría de los bancos del mundo están en quiebra”. Bill Fleckenstein, de Fleckenstein Capital, quien un año antes predijo la crisis bancaria de 2008, el 4 de agosto de 2015 dijo en el programa “Fast Money” de la cadena CNBC: “el mercado financiero en su totalidad se encamina a una calamidad en los próximos meses.(…) El mercado está actualmente muy frágil con la activa comercialización de derivados financieros de muy corto plazo, previéndose el mayor riesgo de colapso en otoño del 2015.” Richard Russell, quien a sus 91 años de edad es el decano de las revistas financieras, sostiene que el mercado financiero en su actual fase bajista (bear market), “despedazará el actual sistema económico.”
Esta situación financiera en rápido deterioro se presenta simultáneamente a una profunda recomposición de poderes económicos en el ámbito internacional. Esto parece no ser coincidencia.
Después de que China anunciara la devaluación de su moneda, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que tal decisión del gigante asiático “podría ser negativa para el crecimiento económico de los EUA”. Esto es porque un yuan barato reducirá las exportaciones norteamericanas a China, ampliando el déficit que ya existe con ese país, con lo cual se presiona aún más el dólar. Adicionalmente, “un yuan más barato podría provocar una inundación de productos chinos en toda la región de Asia-Pacífico impulsando a otros países a seguir la vía de devaluar sus monedas.”
Según los analistas de “GaveKal Dragonomics”, los objetivos primarios de tal devaluación han sido “las reformas de largo plazo tendientes a internacionalizar la moneda china, la cual sustituirá eventualmente al dólar como moneda base para el comercio global”. O sea, que ésa parece ser la clave: se llevaron a cabo reformas ideadas en algún centro de decisiones de la banca internacional para que, al convertirse el yuan en la moneda fuerte del mundo, se desincentiva el proyecto de la moneda del grupo BRICS -que no podría ser controlado por el FMI- y se pudiera abandonar al dólar, dejándolo en una posición devaluatoria de caída libre. Así se desinfla la enorme deuda que tienen los EUA. Mejor jugada de efectos múltiples no pudo ocurrírsele a nadie más que a los dueños del dinero en el ámbito global, que son el FMI y la banca internacional, y que resultan los principales beneficiados.
Por último, una vez comprendiendo esta carambola de intereses que nos permite confirmar que el colapso financiero sí va a tener lugar, queda sólo saber cuándo.
El Shemitah también llamado Shmita o año sabático, es un concepto hebraico que, connotaciones religiosas aparte, se relaciona sincrónicamente con eventos en Wall Street, y tiene lugar cada séptimo año al inicio del año nuevo (Rosh Hashanah). Jeff Berwick, de The Dollar Vigilante afirma que el fenómeno de “toma de ganancias” por quienes tienen el control del dinero en el mundo se ha repetido consistentemente cada siete años en fechas cercanas al fin de año judío. Por ello afirma categóricamente que ahora que la economía de los EUA se está colapsando, la fecha para que esto ocurra es a partir del 15 de septiembre de 2015.
Aunque los ciclos se han venido cumpliendo desde mucho tiempo atrás, Berwick señala que al menos desde 1973, cada siete años alrededor de septiembre ha tenido lugar un evento provocado para reafirmar el control de quienes manejan el dinero del mundo. Cabe mencionar que en este mismo precepto marcado en el libro sagrado, la Torá, el tiempo en el cual se corrigen los desequilibrios es al cierre de un ciclo de cada 7 años. Cada siete ciclos, o sea cada 49 años, se efectúa un “jubileo” en el cual se pagan todas las deudas. Hace 49 años, en 1966 hubo una importante caída de la bolsa y se inició la construcción de las Torres Gemelas.
Ahora que ya resulta evidente para muchos que en el Shemitah de 2001 se provocó un evento de “bandera falsa” que “justificó” la invasión de Iraq para controlar la zona militarmente y asegurar la producción petrolera, la afirmación de Berwick cobra sentido. Cabe pensar que en 2008 sucedió también algo similar, porque se sabía perfectamente de la existencia de “activos tóxicos” en la banca. Con todo lo que el mundo pudo ver a raíz de ese problema financiero, la banca recibió una enorme inyección de dinero fresco de los gobiernos, principalmente del de los EUA, y se apropió de los activos reales de los deudores que no pudieron pagar los créditos que se les había otorgado en moneda sin respaldo real: creada de la nada.
Las crisis separan a la gente y dividen a los pueblos, pero presentan una oportunidad para mejorar y eso es algo que comentaré en mi próxima entrega.
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