- Sólo el 30% están bien posicionadas, lo achacan al favoritismo político
- La vinculación con la iniciativa privada es débil, se muestra como área de oportunidad
Entre recortes al presupuesto, desorganización interna, falta de profesionalización y fuertes ligas con la política y la coyuntura, las organizaciones de la sociedad civil se enfrentan a un mañana poco prometedor.
El Consejo Coordinador de Organizaciones de la Sociedad Civil de México realizó un censo entre junio y agosto, y encontró que sólo el 30 por ciento goza de “un verdadero posicionamiento”, toda vez que el resto apenas cuenta con uno cinco miembros.
“¿Qué quiere decir esto? Que la aparición o desaparición de organizaciones sociales en muchos momentos está atada a aspectos de coyuntura, llamamos la atención. Vamos a tener elecciones y aparecen muchísimas”, mencionó Mario Rivero Cáceres, presidente del consejo.
Advirtió que por bien propio “tenemos que blindarnos las organizaciones sociales para no estar sujetas a las agendas político electorales de este país. No puede ser, seguimos siendo clientes políticos de los partidos y de los gobiernos. Cuando hay intereses de parte de ellos de mostrar una realidad distinta surgen muchas organizaciones o las promueven”.
De 1990 a 2010 se incrementó en más de 60 por ciento el nacimiento de organizaciones de la sociedad civil, sin embargo la mitad o ha desaparecido o está inhabilitada por la falta de recursos económicos pese a que esta franja aporta el 1.09 por ciento del Producto Interno Bruto: 150 mil millones de pesos a la economía nacional.
En Aguascalientes la cifra incluso es más alta, llega al dos por ciento. Las de mayor aportación son las dedicadas a la enseñanza, enseguida aparecen las relacionadas con la investigación, las religiosas y las sindicales.
Las cámaras empresariales y las fundaciones comienzan a moverse en el terreno social: “La situación al respecto de la fortaleza organizacional de las asociaciones sociales es crítica (…). No cuentan con un sistema de administración interno que les facilite la operación. Apenas y cumplen con un rol muy marginal en los procesos administrativos internos, es más, muchas organizaciones ni siquiera se lo plantean”.
En lo tocante a los recursos humanos, la voluntad de servicio merece una mención honorífica, destacó Cáceres: “Sin embargo, al día de hoy, las personas que colaboramos tenemos todavía una gran brecha que atender para prepararnos profesionalmente, los servicios que estamos brindando a la sociedad normalmente son de carácter práctico, de experiencia”.
Otra dolencia descansa en la falta de programas de trabajo cuando se trata de dar seguimiento a las propias actividades.
El anunciado recorte al presupuesto federal de egresos impactará en educación y cultura, lo cual hace más importante que nunca el fortalecimiento de las organizaciones sociales.
El censo ratificó que la mayor parte de las agrupaciones civiles vive gracias a los apoyos oficiales: “No tenemos y no hemos construido una forma de autosustento. Que obtengamos subsidio pero que por el otro lado generemos nuestros recursos (…). El panorama no es alentador, las organizaciones nos están mostrando que es muy reducida su vinculación con instituciones privadas para efecto de generar nuevas formas de obtención de recursos. El llamado que hacemos con esta información a la sociedad y el gobierno es que podamos trabajar de manera mucho más comprometida”.