Estimado lector, el día de hoy vemos con tristeza cómo lo previsto desde meses antes está ocurriendo en estos momentos; de manera tal que la crisis retrocederá por lo menos diez años al país de Grecia.
En fechas recientes, en el año 2010, Grecia cayó en un default de sus deudas. País muy afectado por la crisis del 2008, y para evitar un contagio mayor, la comunidad europea en su conjunto rescató a través de planes de austeridad y de inyectar mayores cantidades de efectivo al país a Grecia de una catástrofe financiera.
Los recortes económicos que fueron importantes hicieron que la población en su conjunto estuviera en descontento y que la inconformidad por los sacrificios exigidos a la misma población hizo que en las pasadas elecciones griegas el partido de oposición se hiciera del gobierno. Pensó, esta oposición a las reformas, que la cosa económica era mucho más sencilla y que rápidamente saldría adelante con ellas. Desafortunadamente, se dio cuenta tarde no sólo de que la situación no estaba fácil, sino que las mismas reformas realizadas con anterioridad no daba para una recuperación, hasta que tuvieron que empezar a pedir otra vez ayuda de la comunidad europea.
En esta ocasión, contrariamente a lo que pasó en 2010, se le ha dado la espalda a los griegos y el día martes caen en impago, después de crear el lunes su “corralito” bancario, mediante el cual se cerraron los bancos para evitar una fuga de capitales y poniendo la restricción de retiro de dinero de cajeros de sólo 60 euros.
La situación entonces es caótica en Grecia. ¿Qué ocurrirá en la Grecia actual? Muy probablemente saldrá de la zona euro teniendo una caída importante de su paridad contra el euro, y no sólo eso, sino que la población tendrá que pasar situaciones muy complicadas derivado de esto, con una caída de su poder adquisitivo de aproximadamente un 50%.
Habrá una desestabilización de la zona euro, y lo más complicado es qué pasará con la Comunidad Europea. Por un lado están las voces que dicen que la misma comunidad debe ser un club selecto, sólo para los países más avanzados y que puedan hacer frente a la potencia económica americana. Pero Alemania, el mandamás de Europa, desea sobre todo una Europa unida bajo su tutela, y para esto quiere que estén todos los países del continente. El referéndum que tendrá Grecia para aceptar o no la ayuda con las condiciones que la zona euro le está poniendo tiene vital importancia desde todas las perspectivas. Si es un sí, las negociaciones seguirán y los esfuerzos por parte de los griegos en su totalidad para salir adelante estarán dando problemas a las economías familiares de los habitantes. Si por otro lado es un no, muy probablemente Grecia caiga en default o impago de sus obligaciones, y los principales perjudicados también serán sus habitantes, porque la mayor parte de la deuda que tiene el país ha sido contratada por los bancos griegos. La espada de Damocles está sobre Grecia. Aun cayendo en impago es poco probable que salga de la zona euro, porque ese es el último escenario que desea Alemania, pero el ejemplo de Grecia puede ser un ejemplo para otros países en situaciones similares donde el país no puede crecer, la economía está estancada o en declive y se llevan medidas de austeridad que a ninguno de sus habitantes gusta.
Esto, como siempre, afecta a nuestro país, al ser considerado como “en desarrollo” los inversionistas catalogan sus inversiones en el mismo sector a todos los países y ante la turbulencia se “fugan” los capitales a Estados Unidos, que está siendo beneficiado con la fortaleza de su moneda debido a la aparente “debilidad” de la zona euro, que es su principal competidor, y de China, que en dos semanas ha perdido su bolsa de valores cantidades que si su mercado hubiera estado globalizado, estaríamos hablando en lugar de Grecia del efecto dragón en las economías.
Y al ser el ganador Estados Unidos y su moneda se fortalece, obviamente los que pierden son aquellos que no pueden con sus políticas internas fortalecer su moneda, como es el caso de México, y por eso el tipo de cambio está arriba de 16.00 de manera temporal.
Así las cosas, a buscar butaca de primera fila para ver esta tragedia griega, que parece, tendrá repercusiones mundiales.
