- Durante el 2014 se trasplantaron a 60 pacientes renales, mientras que en este 2015 van sólo tres
- La asociación Ugo Oli Renales Aguascalientes buscará reunirse con el director general del IMSS en próximos días
Reclaman integrantes de la asociación Ugo Oli Renales Aguascalientes disminución de la actividad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en materia de trasplantes de riñón y atención a enfermos renales de Aguascalientes, asegurándose que existe una trasfondo turbio entre autoridades federales del servicio de salud y empresas como Fresenius Medical Care, al incrementar el uso de sesiones privadas de hemodiálisis sin razón.
El presidente de dicha organización, Jorge Rosas Frías, aseveró que durante el 2014 el IMSS trasplantó a 60 pacientes en la entidad mientras que en lo que va del año actual no pasan de tres pacientes, “han dejado de hacerlo, sin razón cancelaron el programa de trasplantes en el Hospital Hidalgo”, algunos son enviados a la Ciudad de México y San Luis Potosí para llevar a cabo el proceso lo que incrementa el costo por los traslados y el tiempo de espera para recibir el órgano.
“La gran mayoría de los que deberían estar ya por ser trasplantados están en diálisis o hemodiálisis, ahí hay un negocio aparte”, el activista dijo que la empresa Fresenius Medical Care (con dos unidades en el estado), factura entre doce y 15 millones de pesos mensuales por sesiones, además del costo de los medicamentos, incapacidades y hospitalizaciones, “si se trata de ahorrar dinero, entonces por qué se suspende el programa y los mandan a esa empresa privada”, pues los enfermos tienen seguridad social que debería cubrir el gasto.
Según los estudios de la organización, en todo el estado hay un promedio de 80 pacientes listos para recibir su trasplante de riñón, y si se continúa con la cerrazón de no hacerlo, todos los protocolos (estudios) previos se perderán al tener una vigencia de cuatro a seis meses como máximo. En promedio, se cuenta con alrededor de 35 protocolos con costos muy elevados, que al perder su vigencia obliga al paciente a repetirlos lo que les genera un gasto mayor.
“No es posible que jueguen con la vida de los enfermos, los manejan a su antojo; el que está en hemodiálisis los quieren pasar a diálisis peritoneal, cuando en realidad deberían estar ya en proceso de ser trasplantados”, desde la perspectiva de Ugo Oli Renales, urge un protocolo administrativo para que el paciente que se reciba se le ponga de inmediato el procedimiento para su atención médica, y sean tratados como humanos y no como bultos.
María Asunción Gutiérrez, donadora renal e integrante de la asociación, lamentó que el IMSS sólo vea por sus intereses económicos y políticos en lugar de atender a la población, lo que en efecto es su responsabilidad, “el IMSS no está trasplantando, el paciente se está complicando y está muriendo”, lo cual le cuesta mucho más de lo que representaría una atención temprana.
Un trasplante en el Hospital Hidalgo en el sector civil cuesta alrededor de 125 mil pesos, de los cuales son apoyados en diversos porcentajes con programas de Sedesol, DIF (estatal y municipales) así como por un fideicomiso que aprueba el Congreso local anualmente a la institución de salud.
Externamente una sesión de hemodiálisis le cuesta al paciente mil 100 pesos más medicamentos, los cuales por sus características son muy costosos, según la activista en total suman casi dos mil pesos, dinero que pocos pacientes lo tienen, “como no hay dinero, pues no van a las sesiones y por eso se les complica su salud y es más factible que mueran”.
En próximos días, una comitiva de la asociación asistirá a la Ciudad de México en busca de reunirse con el director general del IMSS, para entregarle un pliego petitorio con firmas de cientos de pacientes en espera de ser atendidos.
