Desde mi infancia más remota recuerdo aquellos comerciales de Lolita la buena para los que pagan a tiempo y correctamente sus impuestos y Dolores para los que no lo hacían, mientras que hoy la mercadotecnia gubernamental para la recaudación viene más enfocada a decirnos las bondades de pagar impuestos (más obra pública, servicios, etcétera) aquellos comerciales de los noventa invitaban a la vez que amenazaban a los contribuyentes; aunque ninguna de las dos estrategias tan efectiva como aquella de doña Lola que consiste en imponer algunos correctivos (cárcel principalmente) a personajes de la farándula.
Tradicionalmente, el inquisidor de impuestos es el enemigo, pero no siempre, en algunos casos también es el héroe. En el cine el recaudador aparece a veces como el más temido o el más querido; sí, tal vez en México nos sorprenda, pero algunos filmes hablan de él de manera positiva, un uruguayo llamado Aníbal Ferraz cita varias cintas donde se maneja de esta forma, cuyo ejemplo más chusco es “Tax is not a four-letter word (1967)… un corto animado canadiense dirigido por Michael Mills y producido por la estatal National Film Board of Canada. En este musical, el incomprendido recaudador comienza a ser más querible cuando explica, cantando, que el dinero que recauda es en beneficio de todos”. En este mismo documento se hace un recuento de más filmes y por supuesto que también recuerda aquellas cintas donde el cobrador estatal hace el papel del más temible, el trabajo se denomina 150 películas con impuestos, y puede consultarse en http://goo.gl/d6cafu
Héroe o villano, el inquisidor de los impuestos está ahí para hacer una sola cosa: cobrar. Por ello es importante contar con un ombudsman que defienda al contribuyente, que cuente con mecanismos especializados, pero sobre todo que haga ágil la respuesta cuando hay desavenencias, recordemos que uno de los principios en el cobro de los impuestos implica precisamente que sean lo más sencillos de pagar, de esta misma forma es importante que la apología sea rápida y accesible al ciudadano; así es precisamente como nace la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon).
Nacionalmente la Prodecon, dirigida por Diana Rosalía Bernal Ladrón de Guevara, es “un organismo público descentralizado, no sectorizado, con autonomía técnica funcional y de gestión, especializado en materia tributaria, que proporciona de forma gratuita, ágil y sencilla servicios de asesoría y consulta, defensoría y representación, así como da seguimiento a los procedimientos de queja o reclamación contra actos de las autoridades fiscales federales que vulneren los derechos de los contribuyentes” como reza en su propia página web.
En Aguascalientes opera una representación, trabaja a todo vapor de la mano del delegado José Antonio Guerra Capados y el subdelegado Hugo Fidel de Lira Reyes, desde 2013 que fue abierta al público en nuestra ciudad, cuenta con más de 5000 contribuyentes atendidos, casi 900 quejas presentadas desde la fecha de apertura, con una satisfacción de la pretensión de los contribuyentes de más del 90%; 4 recomendaciones públicas, de las cuales 1 fue aceptada.
De más de 200 medios de defensa patrocinados en la Delegación, tienen un porcentaje de efectividad del 82%, es decir, de cada 10 contribuyentes que acuden a que se les proteja, 8.2 logran una defensa adecuada. Y es que lo mismo le auxilia con multas del SAT, créditos fiscales, las famosas cartas invitación que llegan a su casa, o incluso inmovilización de cuentas bancarias, la impugnación por falta de devolución del saldo a favor, y un largo etcétera.
Es más, pensemos por ejemplo en la última queja de las redes sociales que confundieron el cobro de IVA a la comida preparada en minisupers y tiendas de conveniencia, con un aumento en la sacrosanta vitamina mexicana: gorditas, tacos, garnachas, etc., Bueno, nada más lejos de la verdad, los alimentos preparados en pequeños negocios no lo pagarán, sólo, por ejemplo, un vikingo del Oxxo. No obstante, si usted considera que se le violan derechos, acuda a la Prodecon, de hecho algunos juristas ya han escritos sobre la inconstitucionalidad de la imposición, como el abogado Aldo Solís, que en un interesante artículo explica por qué podría considerarse ilegal el IVA a aquellos alimentos preparados, puede consultarse el documento en https://goo.gl/EIkjpx
En fin, que para los dolores ya hay una cura en forma de procuraduría; si a usted le aqueja doña Lola, si siente que los malestares no tienen razón de ser, recuerde que puede acudir a la delegación ubicada en Juan de Montoro #124, int. A, en la zona centro, y volver a llamar al fisco de forma cariñosa, como Lolita.