Un día después de que se dio a conocer la fuga del Chapo se ha difundido por medios digitales la posible bancarrota del IMSS e Issste, que aunado a múltiples noticias emitidas durante el último año sobre negligencias y jornadas exhaustivas de médicos, internos y residentes, preparan el escenario para una posible iniciativa de reforma a la seguridad social en México -lo que también había mencionado en columnas anteriores-. Seamos creyentes o no de las cortinas de humo, la política negra -anónima-, de la manufactura de hechos o del término “caja china” -extraído de una película-, lo cierto es que gracias a la diversificación de voces en la red se ha gestado la expectativa, el vilo y la búsqueda de información. Aún sin propuesta de ley por escrito algunos internautas ya han compartido sus opiniones y consideraciones, lo cual deberá ser retomado por la inexistente iniciativa en caso de planearse. Sin duda los medios digitales presentan un nuevo panorama para la política, aunque se trate de periodismo digital, reporteros ciudadanos o un “hijo de vecino” haciendo memes y siendo sarcástico, el escenario político en Internet impulsa la crítica y el cuestionamiento, pero ¿la sociedad mexicana podrá pasar del optimismo humorístico del que hablaba Octavio Paz y Samuel Ramos sobre la mexicanidad? o ¿todo quedará en hartazgo compartido sin ninguna transformación?
Ser popular se consideraba algo banal a menos de que se incursionara en la política o se pudiera acceder a un medio de comunicación, lo cual representaría convertirse en un nodo y/o un líder de opinión: el puente para contactar a un grupo amplio de personas y tener credibilidad para dirigir ideas o acciones; sin embargo, las posibilidades se incrementan con el acceso a medios digitales por Internet. Esto significa un nuevo panorama para la política, pues más allá de preocuparse por las relaciones clientelares, se juega con nuevos actores multifacéticos que pueden parecer pueriles e insignificantes pero que están acumulando un gran capital social que podría ser empleado para desarrollar legitimidad.
Anteriormente una noticia podría ser contenida en su localidad y a lo mucho se difundía hacia fuera como rumor, lo que quedaba entre amigos se transmite a mayor escala gracias a medios digitales, lo cual diversifica el debate, genera un escenario de mayor tensión e impulsa la búsqueda de más información, se generan cuestionamientos y se ofrece una aproximación más cercana a la opinión pública. Muestra de ello son las hipótesis que se están compartiendo sobre la fuga del Chapo: además de los memes que evidencian el pensamiento colectivo sobre el crimen organizado como una institución con mayor inteligencia, recursos y capacidad de resolución, también la ciudadanía se cuestiona la veracidad del escape, del túnel y del arraigo previo. Más allá de que la detención y subterfugio del Chapo sean o no hechos reales, la población escupe por Internet lo que el Estado quiere negar y busca hacer creer en el extranjero. Aunque también existen otros escenarios que parecen más sosos pero que también exponen el nuevo panorama de la política.
“Memes UAA” es una página en Facebook que logró retomar elementos identitarios y culturales de la comunidad de la Universidad Autónoma de Aguascalientes para convertirse en un punto de encuentro, acumular más de 20 mil likes -suscripciones- y un potencial de exposición a más de 200 mil personas. Aunque pueda creerse que únicamente es una pizarra de caricaturas satíricas realizadas con fotografías y textos, lo cierto es que aglomera e impulsa la interacción de estudiantes, docentes y administrativos, lo cual convierte a esta plataforma en una zona que será primordial para la próxima reestructura política de la institución. Las estrategias tradicionales de campaña y alianzas pasarán a segundo plano ante este espacio central de convergencia de opiniones y exposición hacia el exterior, agudizará la crítica y tensará el escenario para la designación. Quien o quienes han acumulado este capital social ¿lo capitalizarán?, aunque la respuesta sea negativa logrará ser punto focal y quien niegue observar la opinión pública o no compagine los imaginarios que se viertan con los hechos sólo caerá en el error actual del Estado mexicano que no ha logrado reunificación ni legitimidad.
¿La crítica de la ciudadanía es algo nuevo?, no en realidad, siempre se ha reconocido que la mejor y la peor propaganda es la que va de boca en boca, pero actualmente son más quienes tienen la posibilidad de convertirse en líderes de opinión o al menos construir puntos de concentración, lo cual debe ser de interés para las instituciones y el Estado. De acuerdo a datos de la AMIPCI e INEGI, el 37% de la población en México tienen entre 19 y 34 años de edad, el grueso de los votantes y ciudadanos que también representan cerca del 40% de los usuarios de internet -el resto significativo son menores de edad-; por lo que las plataformas digitales son de gran relevancia para la opinión pública y la acción política, aunque esto no signifique directamente la organización de la sociedad civil, sí se amplía la diseminación de la indignación y la apatía política, lo que también puede ofrecer elementos para comprender el alto índice de abstencionismo y anulación del voto de las más recientes elecciones. Es decir: si antes dudaba de mi punto de vista, al verlo en otros tantos lo ratifico. Éste es el gran potencial de las plataformas digitales y en especial el de las cuentas de un individuo o un grupo que acumula usuarios con los cuales se generan vínculos de relación -aunque sea por medio del entretenimiento-, pues al interactuar se pueden re o definir las posturas que antes podrían ser puestas en duda. No se puede hablar de un instrumento de control mental -como en la década de los 50-, pero sí de activar las neuronas espejo con un mayor potencial de establecer empatía y segregación.
En nuestra sociedad actual no sólo se requiere de un grupo de individuos que compren una televisora, una radiodifusora o medios impresos para poder establecer un posicionamiento, sino que se enfrentan a la democratización del liderazgo de opinión y los centros de discusión, lo cual no indica directamente una transformación de la acción política en la sociedad, sino que marca una pauta que impulsará la búsqueda de información y contraste, actividad que será determinada en última instancia por la experiencia y expectativas de cada uno de los grupos o individuos. Es así que se diversifican las voces, críticas y argumentos, impulsando un ejercicio democrático mayor, al menos en el proceso de captura de información, por lo cual será indispensable que se generen estrategias de alfabetización política para pasar de la crítica a la acción, a la praxis que permita una ciudadanía más consciente de las vías de cambio y no sólo se quede con la versión oficial o con el “todos son iguales”. Se ha dicho que Internet es un recurso revolucionario, pero no se puede olvidar que sólo es eso, un mediador, que impulsa el cuestionamiento al contrastarse la información que viene de múltiples sitios, pero si se desea una corresponsabilidad gubernamental e incentivar a la población a la acción, también será menester compartir y reconocer las voces, así como diferenciar cuáles son los derechos y obligaciones que no deben ser puestos en tela de juicio sino reconocidos, vigilados y sancionados en caso de no reconocerse o no cumplirse.
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