Recuerdo aquel verano del ‘85, finalmente apenas han pasado 30 años, cualquier cosa, ¿no te parece?, por cierto, y disculpa que me desvíe un poco del menú que nos ocupa en este banquete, la primera vez que me sentí viejo, o que caí bruscamente en la cuenta de la edad fue cuando, no hace mucho realmente, estaba viendo el canal VH1 un programa de videos clásicos, creo que ahora se llama “Old is cool”, y de repente vi que estaban programando música de The Police, The Cars, Reo Speedwagon, Tears for Fears, U2 y otros grandes protagonistas del rock de los 80 y de repente me quedé sorprendido, ¿cómo que estos vídeos son clásicos si son de mis tiempos?, yo entendía por clásico el rock de los sesentas y setentas, ¿pero de los ochenta?, pues sí, me di cuenta entonces que ya no era el veinteañero de 1985.
Pero volviendo al asunto del que me quiero ocupar en el banquete de esta semana, el verano del ‘85. Sí, fue sin duda un verano interesante en cuanto a música se refiere. Recuerdo que algunas semanas previas al 13 de julio de 1985 empezó a comentarse en los medios de comunicación especializados en música, concretamente en rock, acerca del festival Live Aid for Africa, un par de conciertos en el estadio de Los Veteranos en Filadelfia, Pennsylvania y en el de Wembley de Londres, este festival un peso específico incuestionable y de una trascendencia mayor a lo que en su momento se pudo llegar a sospechar. El responsable de todo este impresionante evento fue el líder de Boomtown Rats, Bob Geldof, quien convocó a algunos de los más importantes rockeros del momento, además de las mayores leyendas que seguían vigentes, entre ellas, Paul McCartney, Bob Dylan, que se presentó con Keith Richards y Ron Wood de los Rolling Stones cantando su clásico Blowing in the Wind, aunque definitivamente no fue su mejor versión de este emblemático tema, Mike Jagger con Tina Turner, Elton John con Kiki Dee.
Estos conciertos que identificamos con el nombre de Live Aid for Africa tuvieron el noble objetivo de recaudar fondos para ayudar al golpeado y hambriento pueblo etíope. No es ésta la primera ocasión que el rock responde puntualmente a la convocatoria de la necesidad, ya antes había sucedido en un concierto promovido por George Harrison en 1971, en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York, en el que participaron, entre otros, Eric Clapton, Ringo Starr, Leon Russell, Bob Dylan, Ravi Shankar, Klaus Voorman. El concierto inició el 1 de agosto de 1971, como ya lo comenté, en el Madison Square Garden ante aproximadamente, unas 40 mil personas, sin duda ha sido uno de los más importantes conciertos de beneficencia en la historia del rock. El de Kampuchea es otro, este se realizó más recientemente, a finales de septiembre de 1979 en el Odeon Hammersmith de Londres, con la participación de grandes luminaria en del rock, entre ellas, los Wings de Paul McCartney, Pretenders, Queen, The Who, Elvis Costello, pero lo que sobresale de este evento, es la formación de una entidad musical que fue llamada Rockestra, imagínate, estaba integrada por Paul McCartney como director musical, John Paul Jones y John Bonham de Led Zeppelin, David Gilmour de Pink Floyd, Kenney Jones y Pete Townshend de The Who, en fin, un verdadero dream team del rock, incuestionablemente.
En fin, ha habido, y sin duda seguirá habiendo grandes festivales y conciertos en donde algunas de las más intensas luminarias del rock se sigan reuniendo con el fin de ayudar, me atrevo a asegurar que ningún otro género musical, desde el siglo XX a la fecha, ha organizado tantos y tan importantes eventos con fines altruistas como el rock.
Pero posiblemente el que ha trascendido más es el realizado el día 13 de julio de 1985 en el estadio de los Veteranos de Filadelfia, y en el pasto sagrado de Wembley, en ese verano de hace 30 años se realizó, posiblemente, el festival altruista de rock más influyente en la historia del género musical. En aquel tiempo todavía no había sistema de televisión por cable y quienes podían tenían, uno de esos enormes platos, estéticamente ofensivos, en las azoteas de su casa, yo sabía que el festival se transmitiría por televisión, pero podías acceder a él únicamente a través de esas cosas horribles llamadas antenas parabólicas, ¿las recuerdas?, yo tenía un amigo que vivía en Los Bosques y que tenía en su casa uno de esos artefactos, solíamos reunirnos en su casa algunos amigos a ver vídeos después de las clases en la universidad, recuerdo algunas tardes llenas de Cheap Trick, de Asia, de Def Leppard, de GTR o Whitesnake, así que lo obvio era pedirle asilo a aquel amigo de Los Bosques para poder ver el festival, finalmente, se transmitió por TV abierta y vi emocionado cuando Bob Dylan cantó una muy mala versión de Blowin in the Wind, a Mick Jagger ponerse intenso en el escenario con Tina Turner, a Elton John cantando Don’t go breaking my heart con Kiki Dee, fue increíble ver a Phil Collins cantar en Filadelfia Take a look at me now y después viajar rápidamente a Londres para tocar la batería con Led Zeppelin con un Robert Plant muy disminuido que difícilmente alcanzaba las notas altas que nos impresionaron en los años setenta.
Sucedió hace 30 años, desde entonces, el 13 de julio de cada año se ha tomado como el día internacional del rock & roll.