El tercer miércoles de julio se celebra en todo México el día de la secretaria, el cual tiene sus orígenes al inicio de la segunda mitad del siglo pasado cuando María Luisa Rodríguez, presidente de la Fundación de Secretarias Ejecutivas de México, instituyó esta celebración como un reconocimiento a las personas que desarrollan esta labor.
El trabajo de secretaria siendo callado y discreto es al mismo tiempo de enorme importancia y definitorio para el desahogo de los asuntos de los diferentes organismos en nuestra sociedad.
En el Congreso del Estado las secretarias juegan un rol irremplazable al dar cauce a los asuntos relacionados, principalmente, con esa naturaleza dual que los diputados tenemos actualmente: Legislar y ser gestores; pero también deben atender otros asuntos inherentes a los diputados, que por ser los elementos del gobierno más cercanos a la ciudadanía, se nos demandan otras muchas funciones que van desde ser mecenas, confidentes y consejeros, hasta “chivos expiatorios” y “pararrayos” de impulsos que pueden tener su origen en injusticias y desigualdades, que desafortunadamente todavía se presentan en nuestra comunidad, y que han estado contenidos al no encontrar cauce normal a sus reclamos; todo esto, cuando al diputado le es imposible tener encuentros directos con cada ciudadana o ciudadano que exige ser escuchado y atendido en sus demandas, tiene que pasar a través de las secretarias, que con respeto y diplomacia desempeñan la función de interlocutoras ofreciendo, en todo momento, su mejor esfuerzo.
También a las secretarias les pertenecen las actividades de contestar y hacer llamadas, recibir y mandar correspondencia, redactar oficios, llevar la agenda y otras que aparentemente son sencillas pero que en su conjunto y en ocasiones bajo presión resultan sumamente exhaustivas y desgastantes.
Es de justicia hacer un reconocimiento a estas personas que muchas veces, aparte de lo que hacen en la oficina, son esposas y madres de familia, además, en no pocas ocasiones, varias de ellas realizan algún otro trabajo para poder llevar a sus casas los recursos complementarios necesarios para el funcionamiento eficiente de sus hogares.
Vaya para ellas nuestra admiración y respeto, a estas ciudadanas que con su labor cotidiana colaboran para que el engranaje de la sociedad en su relación con las instituciones funcione adecuadamente.
La mayor dificultad con la que nos enfrentamos para festejar a las secretarias en su día es que si las distraemos de su labor, irremediablemente las empresas, instituciones y oficinas en general se paralizarían provocando grandes contratiempos.
El próximo miércoles 15 de julio no olvidemos felicitarles y agradecerles cuando, indudablemente, a causa de nuestras actividades cotidianas nos encontremos frente a una secretaria.
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