Marcaron un penal inexistente, lo cual resulta una medida injusta como todas las injusticias de las que somos testigos a diario. Andrés Guardado no leyó los tuits ni mensajes en Facebook que a gritos le pedía que lo fallara, ni tampoco vio a todos los mexicanos pidiendo perdón por la injusticia que se cometió contra Panamá. La cual llevó a un equipo carente de idea, espíritu y garra a la final de una copa sin chiste hecha para ganar dinero.
Después del penal me pronuncié a favor de que Guardado fallará un penal porque soy un fervoroso creyente de que el futbol puede ser una escuela de valores más grande que muchas instituciones educativas. Sin embargo, el futbol no nos ha enseñado mucho en los últimos meses. Guardado no falló el penal y generó una discusión en Twitter llena de argumentos válidos.
Un amigo me decía que el profesionalismo de Guardado le impedía fallar el penal, no lo dudo y lo comparto. También me decía que el futbol no tiene que ser el reflejo de la vida. Lo respeto pero no lo comparto. Afirmaba que nuestro país es doblemoralista, pienso igual. En México se le exige a un jugador de futbol lo que no nos exigimos a nosotros mismos cuando no traemos el cinturón de seguridad o nos pasamos un alto. O peor aún, lo que no le exigimos a nuestros gobernantes cuando son corruptos y construyen una casa con intereses ocultos.
Los problemas de la selección no son los problemas de nuestro país, estás en lo cierto Xavier. Sin embargo, el futbol da lecciones de vida y ese es mi argumento. Muchos de nosotros que jugamos algún deporte en la vida aprendimos el espíritu de la competitividad limpia, del coraje por mejorar, del coraje por perder y tener la nueva oportunidad de ganar el siguiente partido, aprendimos la disciplina de un entrenamiento y seguir las reglas, respetarlas.
El futbol puede ser una escuela de valores y actitudes humanas inigualables. Académicos han sostenido que la generación actual, la que está alejada del deporte y cerca de los videojuegos se ha formado en otros valores. Perder en el videojuego se soluciona con un reiniciar, perder en la vida es volver a intentar. El deporte te forja esa actitud, por eso soy un convencido de las virtudes del deporte.
La actitud deportiva en la vida es pieza clave para lograr el éxito como profesional y como persona social. La actitud deportiva en la vida te permite competir de manera leal hasta contigo mismo, entrenarte en valores, actitudes y virtudes. Entrenarte en ser mejor levantándote temprano, ser mejor en tu trabajo, ser mejor con tu pareja, con tu familia y hasta en la vida política. La actitud deportiva leal es una característica muy necesaria en nuestra sociedad.
Es ahí donde sigo defendiendo mi argumento. Andrés Guardado tuvo una oportunidad enorme para trascender. He leído algunos columnistas deportivos que si fallaba el penal su equipo el PSV de Holanda dudaría de su calidad como profesional. No mamen. Andrés Guardado hubiera pasado a la historia del futbol mundial. Si bien es cierto que los que fallan los penales es cuando se sienten culpables de haber engañado al árbitro y Guardado no era culpable de nada, pero sí pudo haber sido culpable de algo. De miles de enseñanzas morales.
De haber fallado el penal hubiera dado una lección de justicia y de honradez que tanto necesitamos. Sí, el futbol y la vida en general están llenas de injusticias, pero no debería de ser así, todos tenemos el derecho a recibir justicia en nuestra vida. Los demás están obligados a dárnosla. Estoy consciente de las injusticias del futbol. Soy aficionado del Atlas, al que la vara de la injusticia le ha caído una y otra vez, por su juego bonito y su carencia de títulos. Sin embargo, hay momentos que el destino y el futbol ponen en bandeja de plata las lecciones morales para dar.
De haber fallado el penal Guardado tendría admiradores sociales, políticos y morales. Hoy no los tiene y tampoco hizo mal en anotarlo, perdió esa oportunidad de enseñar al mundo una lección de justicia y valor. No lo hizo, como leí en Letras Libres, nadie está obligado a ser el mejor en el mundo. Guardado quiso ser un profesional, un simple futbolista, en vez de un futbolista ejemplar y respetado.
En la vida tenemos oportunidades para enseñar a los demás que no todo está perdido y que no todo es corrupción, el partido de México vs Panamá me decepciona del futbol, algo que me enamora. Me decepciona porque me hace pensar que como el box, todo está escrito. Sin embargo, el futbol es más que eso, el futbol son las gambetas de Maradona y no su mano, es la chilena de Jiménez y no el penal que metió Guardado, son los golazos de Pirlo y no los amaños de la Juventus. Ojalá que a nosotros en nuestra vida diaria cuando se nos presente la oportunidad de demostrar al mundo que no todo está mal y que no todo está perdido, sino que hay un momento en que puedes actuar para dar ejemplo de actitudes que cambien el mundo, lo hagamos.
@pochaquito