De la ética a la política hay un paso, perdón. Política sin ética lleva a lugares como el que hoy vivimos en México. La Ética según la Real Academia Española es lo recto, conforme a la moral y la moral es eso perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas desde el punto de vista de la bondad o malicia.
Hay dos libros que me gustaría recomendar: Ética para Amador y Política para Amador del polémico Fernando Savater, son dos libros que te aproximan al estudio de la ética y de la política. En este libro, Savater afirma, y cito completo para no perder ni un detalle: “Moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes.”
Hay distintas morales, la moral católica, budista, judía, atea, feminista, ecológica, pacifista y cualquier adjetivo que quieran colocar. Sin embargo, hay concepciones internacionales sobre la moral que cada uno tenemos en nuestro subconsciente. Está mal matar, está mal robar, está mal hacerle daño a otra persona y está bien hacer sentir feliz a otra persona. Estos 4 principios morales son universalmente comprendidos en nuestro uso de razón.
Los políticos tienen su moral, la moral de los políticos sobrepasa cualquiera de las morales antes mencionadas, dentro de su decálogo en México pueden caber los mandamientos publicados en una columna en Reforma en el espacio del Lector Escribe:
- Jamás te arrepientas de tus acciones
- Miente sin remordimiento
- Nunca dejes de vivir del presupuesto
- Enriquécete a toda costa y a la brevedad posible
Una de las frases más exitosas de nuestro sistema político mexicano: vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Agregaría a estos mandamientos el de todo se puede arreglar con un dinero, hazte de la vista gorda y te toca tajada, desearás y obtendrás el moche de tu prójimo y algunas otras perversiones políticas que se me pueden venir a la cabeza y que seguro a alguno de los que leen esto también se le ocurrieron.
La moral de los políticos no coincide entre el bien y mal de todos. Coincide entre el bien y mal de ellos. Está mal no aprovecharse del presupuesto público, está bien dejar con una plaza eterna a nuestro equipo político, está bien hacer instituciones burócratas e inservibles con tal de pagar un favor político, está bien usar el erario, funcionarios públicos y usar la fama de un gobernador para hacer fiestas de película que derrochan un carro en una alberca. (Saludos, gobernador Femat) está bien pagar comidas de 50 mil pesos, relojes de 500 mil, viajes de millones, plumas finas de miles. De no hacerlo estarías pecando.
Esa moral es la de nuestra clase política, sin embargo, el hombre de moda, Pedro Kumamoto hizo público un documento que llamó mi atención, su Código de Ética donde entre otras cuestiones afirma que cuando sea diputado ni él ni nadie de su equipo podrán recibir regalos de más de mil pesos, que nunca permitirá que alguien más pague su comida, aceptará invitaciones a eventos donde la comida no tenga valor mayor a 300 pesos, hará públicas declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscales y su equipo también lo hará.
No durará más de siete días de viaje, viajará en clase turista, de una misma fuente no recibirá regalos que acumulen 2 mil pesos, si son regalos de familiares o amigos no podrán valer más de 4 mil pesos. No aceptará viáticos para cónyuges o familiares. No se aceptarán regalos a cambio de realizar una acción oficial, no se podrán solicitar regalos.
Prohibida la corrupción y la parafernalia del poder. Su código de ética es un ejemplo de cómo se debe actuar en la política. Sin embargo, Pedro propone lo que la política se debió plantar en un inicio, la política no puede ejercerse sin ética ni moral. Incluso los políticos deben ser un ejemplo en su actuar. Nuestra clase política se desvirtuó tanto que el hombre de moda propone un Código de ética imposible de cumplir con los mandamientos del mal político mexicano.
Actuar con ética y moral no se trata de un premio o de reconocerse, es el actuar que todas las personas en sociedad debemos tener, es decir, no robar y menos si eres político, no causar daño a los demás: no robar el presupuesto, no recortar programas indispensables para la sociedad en vez del sueldo, no defraudar a los electores, entre otras acciones que los políticos realizan y hacen daño a los demás, incluso a sus cercanos. El ideal de la ética es hacer sentir bien a los demás, y más un político, trabajar para el bienestar social, para la construcción de sociedades justas y eficaces, ciudadanos limpios y honestos.
Hoy lo de Pedro Kumamoto suena a puntada imposible, sin embargo, debería ser una obligación, esto de la ética y de la moral es aplicable para todos. Empezar por ahí nos hará ser una sociedad mejor.
@pochaquito