Durante las casi diez horas de jornada electoral se llevó a cabo un cuestionamiento hacia las personas que salían de sus cabinas electorales sobre por qué votaron y su percepción hacia el proceso democrático 2015; una de las observaciones de los ciudadanos más frecuente fue los pleitos sin fundamentos entre partidos políticos, así como con la poca participación y trabajo electoral de otros partidos de reciente creación.
Ana Tampico, 23 años: Vine a votar porque con tanto rollo que hay en el país ya necesitamos un cambio, igual y mi voto no lo hará pero qué tal si es el que le da el pierde al PRI, por eso es importante que vengamos a votar.
Lucy Guerra, 50 años: Venir a votar es fundamental, es un derecho pero también una responsabilidad para poder elegir a quienes nos representan, yo creo que al contrario de llamar al abstencionismo o a anular, deberíamos de orientar a los chavos, persuadirlos para que ejerzan su voto, porque de otra manera los estamos alejando de ejercer una opinión que tenga un efecto directo en la comunidad; que voten por quien quieran, pero que tenga sentido su elección.
José Velarde, 48 años: Yo voto porque me enseñaron que si quiero criticar primero debo participar eligiendo a quien creo es el mejor para representarme; es que es sencillo, para poder opinar hay que participar, si no votas, pues mejor quédate callado y aguántate.
Ignacio Rodríguez, 18 años: Sí voté pero porque mi mamá me obligó, me dijo que si no venía iba a ganar el PRI y pues así con esas amenazas preferí pararme (risas al fondo de más familiares); aunque parezca cómico es neta, no sé mucho de política pero sí veo que ni el PRI ni estos del PAN han hecho buena chamba, así que pues por ninguno de ellos.
Al interior de las casillas, los funcionarios y representantes de los partidos se mostraban atentos y con motivación para llevar a cabo un proceso electoral seguro, eficaz y sin errores; sin embargo, conforme pasaron las horas y percibieron una baja participación, los encargados de casillas comenzaron a desesperarse entre bostezos, jalones de espalda en consecuencia del cansancio, somnolencia y hasta discusiones internas.