“Caballo que alcanza, gana” dice el popular refrán mexicano. Y obedece a una lógica simple: el que viene atrás requiere alcanzar una mayor velocidad que el que va adelante, para ponerse a su altura y, con esa gran velocidad adquirida pues rebaza y gana. ¿Sencillo, no?
Pues ahí le van, estimado lector, apreciable lectora, los que alcanzaron y ganaron en la jornada electoral federal del domingo siete de junio de este año, en Agüitas.
El caballo abstencionista. Alcanzó, rebasó, rebosó de gusto y lució como nunca el caballo abstencionista. Se le vio brioso, ligero y verdaderamente soberbio ¡Oiga, usted!
Con una ventaja de casi el 63 por ciento de la votación, este caballo resulta el inobjetable ganador de la pasada jornada electoral en Aguascalientes. ¿Motivos? ¿Qué le puedo yo decir a usted? Que si el calor, que si el futbol, que si ¡qué flojera!, que si “para qué voy, si de todos modos gana el que ellos quieren”, que si “ya está todo arreglado”, que si “al ratito voy”, que si, quesi y quesi. ¿Qué le vamos a hacer? La falta de responsabilidad social tiene demasiadas excusas y la conciencia ciudadana se mueve en nuestro querido terruño, en transporte lento ¡Ahí será para la otra!
El caballo Siciliano. De múltiples cabezas, el caballo Siciliano tuvo, en este proceso electoral 14-15, muchos líderes sociales identificados con grupos de extrema izquierda o simple y llanamente de extrema. Uno de los líderes de opinión más radicales pertenecientes (perdón por la expresión, para ellos no hay pertenencia que valga) a tales movimientos fue el periodista Javier Sicilia que estuvo en Aguascalientes; justo para hacer pública invitación a montar en el caballo de la nulificación (que no nulidad) del voto.
Venciendo todos los “quesi”, aproximadamente un ocho por ciento de los electores en Aguas, acudieron a las urnas para “no votar” ¡Hágame usted el favor! O sea, sí voy, pero no voy, sí voy a la fiesta, pero pongo cara de enojado (a), sí lo compro, pero no lo uso ¡Vaya! Este es el grupo del sí, pero no. ¿Qué le vamos a hacer? A quien ha decido cruzar los brazos, no hay razón que le parezca válida, ni opción que le parezca medianamente aceptable. Con nuestra imperfecta democracia y nuestro deficiente sistema político-electoral podemos y debemos hacer mucho, a través de una acción individual y colectiva, pero nada podemos hacer en el silencio obcecado, en el mutismo auto-inducido, en la inacción como método y, sin embargo, el “sí, pero no”, pasó a ser la tercera fuerza electoral en Agüitas.
El caballo priyista. A pesar de las adversas condiciones que le genera al PRI en Aguascalientes, el impopular gobierno estatal y el mal momento por el que atraviesa el federal -ambos de extracción priista, en el primer y segundo distritos federales en juego, se obtuvo un empate técnico (menor a tres puntos porcentuales de diferencia) en la votación; lo que obligará a definir ambos espacios en las sesiones de cómputo del próximo miércoles 10 de junio, y, posiblemente, en etapa posterior en el Tribunal Electoral Federal (ahora con plena autonomía jurisdiccional y material).
A pesar de la enorme manta colocada en el lujoso edificio del PAN estatal y a pesar del desvelado festejo panista en torno a sus tres candidatos auto-declarados triunfadores en la pasada jornada electoral del domingo, la realidad numérica es que no hay nada para nadie en los distritos federales uno y dos. Las nuevas leyes electorales federales que rigen el proceso electoral actual, prevén caso de empate numérico como los que arrojan ambos distritos, y proveen de un recuento “voto por voto” en las sesiones de cómputo distrital, y opciones de resolución judicial, antes de dar por totalmente válidos los resultados y concluido el proceso. En virtud de lo anterior, en los distritos uno y dos en Aguascalientes, aún falta un largo tramos por recorrer, antes de que los caballos azules o tricolores arriben a la anhelada meta. ¡Ni hablar!
El caballo moreno. Finalmente, el otro gran ganador de la pasada jornada electoral, fue sin duda Morena, el partido encabezado por Andrés Manuel López Obrador y sus huestes: casi seis por ciento de los votantes en Aguascalientes le brindaron su confianza.
Cuando en esta cocina tuve a bien describir la visita a nuestra entidad de Andrés Manuel López Obrador, más de una correligionario me “enmendó la plana” y me sugirió no exagerar en mis apreciaciones sobre el político tabasqueño y su partido. Pues bien, ahí está, en la simple y llana numeralia, la razón de mi dicho. Movimiento Regeneración Nacional en Aguascalientes arrancó fuerte y ¡cuidado! Porque en una de esas alcanza a los otros, y como dice el popular refrán mexicano, caballo que alcanza…
Nos vemos en la próxima, en este su cocina, donde se come, se lee, se estudia y se conversa de todo, particularmente de política.